10 clichés del cine de terror en Terminator (1984)

A estas alturas, la franquicia cinematográfica Terminator es más conocida por sus muchos clichés y elementos básicos de la ciencia ficción, desde máquinas del tiempo hasta malvadas inteligencias artificiales, y también por su acción al estilo de los grandes éxitos de taquilla. Pero cuando la franquicia se estrenó en 1984 con Terminator, la saga tenía un tono diferente. Se parecía más a la ciencia ficción de terror, y eso hizo que se sintiera más única que otras entregas de primer nivel, como Terminator 2(1991).

Puede que la franquicia Terminator sea de acción y ciencia ficción en el fondo, pero los elementos de terror son los que hacen que estas películas sean tan atractivas. En Terminator(1984), más que en ninguna otra película, algunos clichés y tropos de terror esenciales se utilizan con gran efecto, lo que confiere a esta película un mayor atractivo fuera del público de la ciencia ficción. Lo mejor de todo es que estos clichés del terror resultan más frescos y geniales con un toque de ciencia ficción, creando una experiencia cinematográfica totalmente original.

Las películas de terror crean suspense y tensión cuando las cosas, como las personas, los objetos o incluso los animales, no son lo que parecen. El terror trata a menudo de lo que está oculto, y un monstruo u otro antagonista puede esconder su verdadera naturaleza tras una coraza exterior inocente y digna de confianza. Esto también permite al terror subvertir las expectativas sobre personas y animales inocentes.

10 clichés del cine de acción en la trilogía Matrix

Sayonara, Terminator: no habrá más Terminator en el cine.

Terminator sigue este cliché con el exterior orgánico del T-800, que lo hace pasar fácilmente por humano. La mayoría de la gente de Los Ángeles de 1984 solo ve a un hombre fornido y tranquilo vestido de punk, pero en realidad es un robot asesino del año 2029, y solo Kyle Reese lo sabe.

En las películas de acción habituales, el protagonista es un luchador que se enfrenta gustosamente a los villanos e incluso los busca para un enfrentamiento final. Por el contrario, las películas de terror muestran a sus héroes huyendo del monstruo, creando una narrativa de persecución constante. La mayoría de las películas de Terminator hacen eso, pero la original es la que mejor lo consigue.

En Terminator(1984), Sarah Connor no puede defenderse, y ni siquiera Kyle Reese tiene muchas posibilidades, así que se pasan toda la película huyendo de su perseguidor mecánico. Eso crea una tensión increíble, porque el conflicto no es quién gana la pelea, sino cuándo y si el imparable Terminator puede finalmente apoderarse de sus víctimas.

Los protagonistas de las películas de terror lo pasan mal no sólo por la amenaza, sino porque todos los demás dudan de ella. Eso hace que los héroes de las películas de terror se sientan aún más vulnerables, ya que deben enfrentarse solos al monstruo. Esto es doblemente cierto si la amenaza es algo inusual, como un espíritu maligno o un asesino no muerto.

Terminator , de 1984, adopta este cliché con la verdadera naturaleza de Terminator, lo que provoca una gran frustración en Kyle Reese. Sólo él entiende la amenaza, mientras que el Dr. Silberman dudaba de su historia, e incluso la propia Sarah se mostraba escéptica al principio porque la tecnología avanzada como los Terminators aún no existía. Eso sólo facilitó la misión de infiltración de Terminator.

Cuando alguien se encuentra en grave peligro, por ejemplo por la irrupción en su casa de un asesino armado con un cuchillo, la solución obvia es pedir ayuda a la policía. Sin embargo, por el bien de la historia, una película de terror no puede sacar al protagonista de un apuro tan fácilmente, por lo que la policía suele aparecer como incompetente de un modo u otro.

Los policías no se tomarán en serio la amenaza o simplemente morirán a manos del monstruo, por lo que depende de los héroes salvarse. Tal fue el caso en Terminator, cuando el T-800 irrumpió en la comisaría e incitó una trágica masacre. Sarah y Kyle se vieron obligados a huir y prepararse para enfrentarse de nuevo al Terminator por su cuenta.

Uno de los clichés de terror más esenciales representa al monstruo como un ente resistente que no muere por unas cuantas balas o puñaladas. El monstruo da miedo porque es más fuerte y duradero que los héroes, y si lo noquean, se levanta y sigue adelante.

El cliché "aún no está muerto" también puede engañar al espectador para que baje la guardia, sólo para que el monstruo vuelva a la carga a por más. El T-800 lo hizo varias veces, como cuando emergió de los restos del camión en llamas con su endoesqueleto al descubierto. El T-800 volvió a hacerlo cuando Kyle lo hizo explotar, sólo para que su torso sin piernas reanudara de repente la lucha.

Los espejos son sorprendentemente comunes en las películas de terror. Un espejo de baño, por ejemplo, permite al héroe ver a un monstruo acercándose sigilosamente, o al menos ver algo en el reflejo, y luego darse la vuelta y no ver nada. El héroe también puede mirar su propio reflejo y verse a sí mismo contorsionarse o pudrirse.

Terminator (1984) utilizó el cliché del espejo de una forma novedosa. El T-800 utilizó el espejo de su habitación de motel para operarse el ojo izquierdo, dejando al descubierto su ojo mecánico. Terminator seguía en modo sigiloso, así que necesitaba refrescar su aspecto, y para ello necesitaba un reflejo útil.

Una película de terror suele contar con varios personajes femeninos, pero lo más probable es que sólo uno de ellos sobreviva hasta el final. Si un grupo de adolescentes o adultos jóvenes son eliminados uno a uno, los aficionados al cine de terror pueden apostar a que la chica más interesante y atractiva sobrevivirá a la prueba, aunque sea a duras penas.

En Terminator (1984), Sarah Connor fue el único personaje femenino que salió con vida. Las otras dos Sarah Connor fueron abatidas cuando el T-800 las encontró, y Ginger, la compañera de piso de Sarah, murió junto con su novio Matt cuando el T-800 llamó a la puerta.

La tensión en cualquier película de terror suele comenzar cuando un personaje da una primera advertencia sobre lo que está por venir. Esas advertencias pueden venir de un lugareño que advierte ominosamente a los despreocupados héroes sobre lo peligrosa que puede ser la noche en la región, por ejemplo, o decir algo como: "La gente de por aquí tiene todo tipo de secretos".

En Terminator, el rudo héroe de acción Kyle Reese proporcionó esa advertencia temprana a Sarah justo después de conocerse en Tech Noir. Kyle explicó el T-800 y su misión a una Sarah desconcertada y aterrorizada mientras se alejaban, pero Sarah no le creyó al principio. Kyle también advirtió a la policía y al Dr. Silberman, pero ellos dudaron aún más de él.

Para aliviar la tensión y dar a los personajes un momento acogedor juntos, las películas de terror suelen incluir una escena de sexo obligatoria. Los fans incluso bromean diciendo que las dos primeras personas a las que se vea durmiendo juntas serán las primeras en morir y puede que las liquiden antes incluso de que puedan volver a ponerse los pantalones.

Afortunadamente, Terminator (1984) es más sensata al respecto y tiene una buena razón para su propia escena de sexo. Sarah y Kyle no sólo intimaban para distraerse y estrechar lazos. Sarah se convertirá en la madre de John Connor, así que, por supuesto, John debe ser concebido mientras aún hay tiempo.

El tópico "un último susto" forma parte del tópico más amplio "aún no está muerto". Lo que diferencia a este cliché es el momento y el contexto. Normalmente, el último susto llega cerca del final de una película de terror, cuando los protagonistas se sienten seguros de que el peligro ha pasado por fin.

El monstruo, a menudo herido o dañado, se levantará de repente para un último asalto, sólo para ser abatido de verdad. Esa obstinada persistencia es lo que hace que los monstruos de terror den tanto miedo, incluso cuando el monstruo está condenado al fracaso. Terminator , de 1984, hizo esto cuando Kyle destruyó el T-800 con su bomba de tubo, y Sarah se tomó un momento para revisar el cuerpo de Kyle. Entonces, el cuerpo sin piernas de Terminator se levantó de repente y empezó a arrastrarse tras Sarah, con una intensa música de terror para dar el susto final.