10 duras realidades de ser Naruto Uzumaki

A lo largo de toda la franquicia de Naruto, el héroe principal titular ha tenido muchas luchas y victorias. Pocos personajes han pasado por lo que Naruto Uzumaki ha pasado, para bien o para mal. Aunque es querido por todos y es el héroe de la franquicia, no siempre ha sido así.

Tuvo que ir ascendiendo poco a poco para ganarse la fama y el respeto de los que ahora goza, pagando un alto precio por el camino. Su historia demuestra que incluso los más grandes héroes pueden empezar como desvalidos y que incluso después de convertirse en un gran héroe, las luchas nunca desaparecen del todo. En cierto modo, cuanto más heroico se vuelve un personaje, más dificultades suele afrontar.

La lucha de Naruto comienza con el demonio Zorro de Nueve Colas sellado en su interior cuando era un bebé. Desde el primer día, Naruto carga con el peso de Kurama y el poder que le fue otorgado. Aunque lo hace por desesperación, el hecho de que sean sus propios padres los que sellen al demonio dentro de él hace que la situación sea aún más pesada. Naruto es sólo un bebé, que apenas ha respirado por primera vez cuando esto le sucede. No tiene nada que decir sobre lo que ocurre, y las consecuencias le persiguen durante el resto de su vida, empezando por la pérdida de sus padres.

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Desde muy joven, Naruto es rechazado y condenado al ostracismo por toda la Aldea Oculta de la Hoja. Aunque sólo era un recién nacido cuando ocurrió, la gente de la aldea le echa la culpa del ataque del Zorro de Nueve Colas. Saben que Minato selló al demonio dentro de él y ven a Naruto como culpable por asociación. En algunos casos, no lo tratan mejor que al demonio al que tanto temen. Incluso Iruka, que se convierte en el maestro y la figura paterna más querida de Naruto, empieza odiando a Naruto por algo sobre lo que no tenía ningún control.

Naruto pierde a sus dos padres inmediatamente después de su nacimiento. Aunque entonces es puesto al cuidado del Tercer Hokage, recibe estos cuidados a distancia. Por ello, Naruto debe crecer cuidando de sí mismo. A pesar de ser sólo un niño, vive solo y se vale por sí mismo. Es una vida dura y solitaria para alguien tan joven, sobre todo porque todo el mundo lo desprecia. Sin embargo, esta soledad es algo que impulsa a Naruto. Es una de las razones por las que se convierte en el héroe que todo el mundo ama hoy en día.

Al principio de la serie, Naruto está lejos de ser un gran Shinobi. Le cuesta incluso hacer un simple clon, por no hablar de un clon sombra. Los demás genin de su clase lo desprecian, al igual que todos los de la aldea.

Es el payaso de la clase y el perdedor, del que se espera que nunca se gradúe ni llegue a ser ninja. Aunque se vuelven increíblemente cercanos una vez que se forma el Equipo 7, tanto Sasuke como Sakura desprecian a Naruto en este punto. Lo ven como una plaga, sus tonterías en clase molestan a los dos. Es un gran contraste con el chico popular en el que se convierte Naruto y muestra lo lejos que ha llegado en su vida.

A lo largo de la infancia y la adolescencia de Naruto, éste lucha contra el poder que yace latente en su interior. Todos en la aldea odian y temen a Kurama y su potencial de destrucción, y Naruto no es diferente. Antes de llegar a un acuerdo con él, Naruto culpa a Kurama del dolor por el que tiene que pasar. Lo ve como un enemigo contra el que debe luchar. Por ello, es incapaz de controlar los poderes que ha obtenido de él o su chakra ilimitado. Naruto tarda muchos años en alcanzar finalmente el punto en el que tiene un control total sobre su fuerza. Hasta entonces, pierde el control, y la personalidad salvaje e impredecible de Kurama se apodera de él y provoca una gran destrucción.

Al final del arco de los exámenes Chunin, Sasuke decide abandonar Konoha y unirse a Orochimaru. Esta decisión tiene un impacto monumental en Naruto. Después de todo lo que pasan juntos, Naruto empieza a ver a Sasuke como su familia. No es sólo su mejor amigo. En este momento, es su hermano. La traición de Sasuke a ese vínculo deja un espacio vacío dentro de Naruto, un espacio que nunca podrá ser llenado mientras Sasuke no esté. Por eso, no se detiene ante nada para recuperar a Sasuke. Incluso cuando todos los demás se han dado por vencidos, Naruto sigue creyendo que las cosas pueden volver a arreglarse. Esta creencia impulsa a Naruto y sigue siendo uno de sus mayores objetivos hasta el final.

Después de que Naruto salve a Konoha y al mundo Shinobi de Pain, es aclamado como un héroe y es amado por todos. Esto es todo lo que Naruto ha querido en su vida, pero tiene un precio muy alto. Ahora que es el héroe de la Hoja, todos en la aldea son su responsabilidad. Cuando hay peligro, miran hacia él en busca de seguridad y guía. Incluso cuando las cosas están en su punto más sombrío, Naruto debe mantenerse firme y proteger a su aldea y a sus seres queridos. Es mucho para una sola persona y demuestra la fuerza de voluntad de Naruto.

Al igual que otros jinchuriki, la vida de Naruto corre un peligro inminente debido al poder sellado en su interior. Los jinchuriki son vistos como armas, y sus vidas no son tenidas en cuenta por aquellos que desean ejercer su poder. Un ejemplo de esto es cuando los Akatsuki secuestran a Gaara, con el objetivo de extraer el Shukaku de su cuerpo.

Es uno de los primeros momentos de Naruto Shippuden que revela lo peligroso que es realmente ser un jinchuriki. Durante toda su vida, Naruto tiene que luchar para sobrevivir debido a su estatus. Aunque Kurama le da un gran poder, este mismo poder también lo marca de por vida.

Naruto parece estar destinado a la grandeza, lo que le convierte en una elección fácil como Hokage. Su inmenso poder y su amor por su aldea son exactamente lo que Konoha necesita. Sin embargo, su trabajo no es fácil, y está constantemente trabajando. Esto supone una carga para su familia, ya que a menudo tiene que tomar la decisión imposible de ser el Hokage antes que ser padre. Se pierde momentos importantes en la vida de sus hijos, creando una distancia entre ellos que no conocían antes de que Naruto asumiera su cargo. Por desgracia, es un precio que tiene que pagar por la seguridad de todos.

Después de pasar toda su vida con Kurama como parte de él, Naruto finalmente tiene que despedirse de él en Boruto tras derrotar a Isshiki Otsutsuki. El uso excesivo de chakra durante la batalla fue demasiado, lo que provocó la muerte de Kurama. Su prematuro final es un duro golpe para Naruto, dejándolo devastado y perdido. Cuando se da cuenta de que Kurama se ha ido, se siente vacío e incompleto. Kurama ha estado con Naruto toda su vida. La idea de que Kurama ya no forme parte de él es incomprensible para Naruto. La muerte de Kurama no sólo deja a Naruto en un estado de desesperación, sino que también reduce increíblemente su fuerza. Naruto ya no es la potencia que era, y ahora que está solo, tendrá que aprender a desenvolverse en la vida sin Kurama.