10 héroes de anime que serían criminales en la vida real

En el mundo del anime, a menudo se ignora la lógica en favor de la armadura argumental y las victorias en batallas imposibles. Por supuesto, ésta es una de las principales razones por las que el anime se considera un medio de evasión, y más aún con sus héroes perennemente OP que hacen lo que les da la gana - con pocas o ninguna consecuencia por sus acciones.

Sin embargo, ¿qué pasaría si las leyes del mundo humano se aplicaran a estos protagonistas del anime? ¿Seguirían siendo considerados "héroes" si tuvieran que rendir cuentas por acciones que antes consideraban intrascendentes? Una cosa es segura: la mayoría de ellos se encontrarían entre rejas.

Su falta de brújula moral se ve agravada por un joven amo que no trabaja precisamente bajo el amparo de la ley. Para alguien que se esfuerza por pasar por humano, este mayordomo demoníaco tiene un número de asesinatos sorprendentemente alto.

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Si se añade el hecho de que el demonio disfruta de verdad matando a personas, zombis y criaturas sobrenaturales por igual, se convierte en el perfecto "maníaco sádico" que a la policía le encantaría tener entre rejas.

De entrada, Toranosuke besa a Ryuu a la fuerza (a pesar de su vehemente oposición) para intercambiar cuerpos con él. No se trata de algo puntual, sino que sigue haciéndolo hasta que Ryuu acepta este acoso como algo inevitable en su vida.

Lo mismo ocurre con Urara, donde su punto más bajo fue tratar de manosear sus pechos cuando estaba semidesnuda y en una posición claramente vulnerable.

Zapp es un auténtico degenerado que se entrega a menudo a actividades sexuales cuestionables y apuesta su dinero en rings de boxeo y apuestas ilegales.

De hecho, llegó a arrastrar a su jefe en una de sus apuestas (sin que él lo supiera) para que luchara contra un fuerte oponente. Todo esto lo hizo porque había apostado dinero por su jefe, y sabía que ganaría, independientemente de que el jefe estuviera o no preparado mental y físicamente para ese combate.

A lo largo del anime, Edamura aparece involucrado en una u otra estafa. Aunque pasa de estafar a las abuelas a estafar a los líderes de la mafia internacional y a los traficantes de drogas, eso no cambia el hecho de que está cometiendo graves delitos a sabiendas.

En el anime, los fans le animan a triunfar, pero en el mundo real lo atraparían y lo enviarían a la cárcel, quizá de por vida. También disparó a su propio padre, sin molestarse en recuperar su cadáver.

Aunque la caza de recompensas es realmente legal en muchos estados de EE.UU., sus leyes varían de un estado a otro. Sin embargo, lo único que es consistente en las leyes de todos los Estados Unidos es que matar a alguien es un asesinato.

A Favaro no le importa a quién mata, con tal de obtener su recompensa al final del día. También lleva una vida de libertinaje, es un mentiroso crónico y hasta el final decidió aprovecharse de la inocente Amira.

La adquisición y la posesión de drogas son en sí mismas delitos. Sin embargo, eso no impide que Sherlock interfiera a sabiendas en las investigaciones en curso de Scotland Yard, sólo para poder encontrar al criminal antes que los demás.

Desde ocultar o eliminar pruebas por completo hasta engañar intencionadamente a la policía, Sherlock lo ha hecho todo.

Dejando de lado el razonamiento moral y la justificación de las acciones de los Burnish, sus acciones fueron las mismas que las de cualquier organización terrorista menor en todo el mundo. Causar daños permanentes a la propiedad pública, perjudicar a la gente y obligar a los contribuyentes honestos a cargar con la peor parte, no es algo que hagan los héroes.

Como líder de la organización Mad Burnish, Lio debería haber estado entre rejas. En el anime, sin embargo, es aclamado como un héroe a pesar de todo lo que su organización hizo a la ciudad y a la gente de Promépolis.

Las acciones de Saiki suelen tomarse a broma, ya que el anime es una parodia. Sin embargo, la verdad es que a menudo recurre a borrar la memoria de la gente, cambiar el curso de la realidad y lograr todo tipo de tareas imposibles, sólo por su conveniencia.

Muchas de sus acciones pueden encogerse de hombros como algo que no es demasiado grave, pero a menudo se pasa por alto un aspecto muy importante: lo hace todo él solo, sin pedir nunca permiso ni respetar el consentimiento de sus víctimas.

Las acciones de Zenitsu reflejan las de un típico incel. Cada vez que una chica le pone los ojos encima, la acosa, no respeta su consentimiento e invade constantemente su espacio personal. La única vez que se detiene es cuando un chico (como Tanjiro) le dice que pare.

De lo contrario, para él, el "no" de una chica es un "sí" automático. Independientemente de todos los demonios que haya podido matar y de las vidas que haya salvado, todo ello no habría importado si alguna de sus víctimas decidiera llevarle a los tribunales. Sería encarcelado al instante.

Aunque los espectadores simpatizaban e incluso vitoreaban cada vez que Lin mataba a sus objetivos, lo cierto es que el asesinato es uno de los peores crímenes que se pueden cometer en el mundo real.

Para empeorar las cosas, Lin se muestra como el tipo de asesino que no tiene ningún problema en matar a cualquiera que se interponga en su camino, incluyendo a mujeres inocentes, cuya única culpa es que estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado.