10 juegos de Nintendo que empiezan fuerte y sólo empeoran

Nintendo cuenta con un impresionante historial de títulos clásicos que se abren con secuencias asombrosas y concluyen con niveles asombrosos. Pero, de vez en cuando, un título empieza genial y luego va perdiendo calidad. Algunos de los peores títulos de Nintendo parecían muy prometedores en el momento de su lanzamiento, pero no lograron mantener ese impulso.

Puede haber muchas razones para ello. Puede que la narrativa no sea lo bastante convincente. Quizá el diseño de los niveles no ofrezca un abanico coherente de nuevas ideas. Sea cual sea la razón, quizá sea mejor probar estos juegos en sus primeros momentos y abandonarlos después.

Devil's Third fue diseñado para Wii U por Valhalla Game Studios y Nintendo SPD. La escena inicial es climática y emocionante, con escombros que caen del cielo y conducen a una fuga de prisión llena de acción para el personaje principal, completada con una competente mecánica de combate cuerpo a cuerpo.

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Sin embargo, a partir de ahí el juego se viene abajo. Con un diseño sin rumbo y un doblaje terrible, la historia nunca llega a cobrar vida. Teniendo en cuenta la premisa militar de un conflicto al estilo de la Guerra Fría, cualquier promesa de calidad se hizo añicos gracias al tumultuoso desarrollo al que tuvo que someterse Devil's Third. Está claro que había demasiados cocineros en la cocina.

Donkey Kong es uno de los pilares de Nintendo, y el estudio de videojuegos no ha evitado experimentar con el potencial del personaje. El concepto de Barrel Blast era muy original: el juego de carreras animaba a los usuarios a controlar las carreras con el mando doble y el Nunchuk de Wii.

La primera partida es pan comido, y la comparación con Mario Kart es nula gracias al cambio en los controles. Merece la pena probarlo, pero el juego está prácticamente roto. Los niveles son limitados y los controles se diseñaron para funcionar con un tambor de bongo adicional, lo que significa que cuanto más avanza el juego, más repetitivo se vuelve sin ese componente único.

La franquicia WarioWare siempre ha sido un lugar extraño en el que coleccionar una gran variedad de minijuegos, cada uno de ellos tan extraño como el anterior. La iteración de Wii fue quizá el punto álgido de la serie, y Snapped! ofrecía una variedad similar de divertidas características, desarrolladas por Nintendo.

WarioWare: Snapped! empieza como cualquier juego novedoso: como un divertido título de fiesta que parece bastante único en una primera partida. Pero cuanto más se juega, más evidente se hace que la profundidad de los minijuegos no está a la altura de otras entregas. Creado para la Nintendo DSi, estaba tan limitado por su consola como por sus 4 categorías de juego.

El pan de cada día de la serie Pokémon es definitivamente su línea principal de RPG. Pero Ambrella se hizo con la licencia para Wii U y decidió tomar una dirección muy distinta. Así nació Pokémon Rumble y, para empezar, supuso un soplo de aire fresco en comparación con otros juegos que no eran spinoff.

El enorme plantel de personajes es, sin duda, una gran ventaja, pero una batalla contra un jefe tras otra y una arena tras otra se van presentando a medida que los jugadores avanzan por una narrativa a pequeña escala. No se puede hacer mucho con este formato, y la variación es un verdadero problema. La trama tampoco es lo bastante atractiva: los Pokémon se pierden en una juguetería, y todas las oportunidades que podría ofrecer el escenario se ven desperdiciadas.

Hay grandes juegos de desplazamiento lateral con niveles terribles. Por desgracia, aparte de su apertura, Urban Champion debería haberse quedado en el pasado. El juego marcó una auténtica tendencia en cuanto a diseño. Fue el primer título de lucha arcade desarrollado por Nintendo.

Sin embargo, mientras que la apertura habría desconcertado al público, que no habría visto nada igual, el resto de los niveles son casi injugables. Los enemigos son demasiado poderosos o casi inexistentes, los controles son toscos y el telón de fondo carece totalmente de inspiración. Si se juega hoy en día, las limitaciones de la época resultan muy evidentes.

La magia de Disney salta a la vista nada más entrar en Magical Mirror Starring Mickey Mouse. Dirigido a un público más joven, Disney, Capcom y Nintendo se unieron para crear lo que debería haber sido una adición memorable a la casa del ratón.

Tiene un comienzo fuerte, con los sueños de Mickey convirtiéndose en una pesadilla, atrapándolo dentro de una mansión espeluznante. Sin embargo, con un ritmo muy lento y rompecabezas confusos que resolver, el juego se ve obstaculizado aún más por sus escenas de corte. Aunque puede tener un comienzo cinematográfico, los clips llegan a aburrir, y la monótona escenografía ya no inspira esa misma sensación mágica.

Como concepto, Mario Kart Live es ciertamente único. Desarrollado por Velan Studios y publicado por Nintendo, el título combinaba elementos físicos del mundo real y componentes digitales para crear una experiencia realmente innovadora. La novedad de tener una pista real de Mario K art en persona, que se interconectaba con el juego, hizo que los jugadores tuvieran un comienzo emocionante.

Pero las limitaciones del título no tardaron en hacerse patentes, y a partir de ahí la cosa no hizo más que empeorar. A fin de cuentas, Home Circuit es un truco y no puede igualar la alegría de Mario Kart 8 Deluxe, uno de los mejores juegos de la línea. Tiene una curva de aprendizaje pronunciada y requiere demasiado espacio para configurarlo cuando los jugadores quieren crear pistas más complejas. Así, se toca techo muy pronto con lo que se puede construir con los elementos personalizados.

Ni siquiera un port a Nintendo Switch podría salvar este retroceso de NES. Los juegos derivados de películas tienen un historial de aciertos y errores, y Friday The 13th entra de lleno en la categoría de errores. Al principio, Atlus y LJN dieron en el clavo cuando los jugadores se encontraron por primera vez con un grupo de monitores de campamento controlables.

La tarea de encontrar y derrotar a Jason Voorhees parece una premisa emocionante, especialmente en un formato de desplazamiento lateral. Y entonces, los jugadores tienen la tarea de derrotar a Jason otra vez. Y otra vez. La falta de imaginación en lo que respecta a los enemigos y el final del juego demuestra un enorme descenso en la calidad del título.

Dragon's Lair nunca fue un gran juego arcade, pero una copia para NES demostró sus muchos defectos. Motivetime y CSG Imagesoft llevaron el título de una plataforma a otra y ofrecieron a los jugadores un nivel inicial que desafía su habilidad, la resolución de puzles y presenta una sensación de nostalgia.

Pero los controles del juego nunca resultan sencillos, y la lentitud del personaje se ve aún más afectada por la configuración inversa de los botones. Es más, como el jugador muere tras un solo golpe, el juego se vuelve imposiblemente difícil, y a muchos les cuesta incluso completar el juego de plataformas.

Cada Juegos Olímpicos ofrece a Nintendo y SEGA la oportunidad de crear otro título cruzado entre Mario y Sonic. Ha habido algunos lanzamientos increíbles de esta línea, pero la edición de Sochi de los Juegos de Invierno tenía muchas carencias. Comienza con la misma emoción que los otros juegos, con algunos minijuegos divertidos y una plantilla cargada.

Luego se desvanece. El abanico de deportes es mucho más limitado que en los títulos olímpicos tradicionales, y la mecánica de juego de Wii U no es ni de lejos tan divertida e intuitiva como la de Wii. De hecho, da la sensación de que el juego no ha progresado prácticamente nada con respecto a los títulos anteriores. Cuanto más se adentra el jugador en él, más parece un refrito de experiencias anteriores más atractivas.