10 lecciones de vida que podemos aprender de Attack On Titan

Attack On Titan es tan famosa que la serie se ha convertido en un fenómeno cultural. Todo el mundo ha oído hablar de ella y la ha visto o tiene razones específicas para negarse a hacerlo. En cualquier caso, la serie ha cosechado cantidades iguales de elogios y controversia desde su debut. El manga finalizó en 2021, pero las conversaciones sobre la serie nunca cesaron.

La serie está llena de comentarios sociales, pero también hay muchas lecciones de vida interesantes que se pueden aprender de la serie. La ambientación de Attack On Titan presenta una realidad sombría y de pesadilla, pero hay sabiduría que se encuentra en esa oscuridad.

Es un lema de shonen bastante habitual a estas alturas, pero no rendirse nunca ante la adversidad es una de las lecciones más importantes de Attack On Titan. Los héroes tuvieron las probabilidades en contra cientos de veces, y aunque nunca pareció que estuvieran destinados a ganar, nunca se rindieron.

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Como dijo Eren en una ocasión, "Si no luchas, no puedes ganar". Cuando alguien se rinde antes de intentar dar una buena pelea, nunca sabrá si tenía una oportunidad de ganar o no. Las circunstancias de la serie son bastante aterradoras, pero esta es una lección que podría aplicarse al día a día de cualquiera.

A pesar de las habladurías de Internet y las afirmaciones infundadas sobre la serie, ésta nunca glorifica la guerra. De hecho, uno de sus temas centrales es que todo el mundo pierde en la guerra. Un bando puede salir victorioso, pero ambas partes perderán innumerables vidas y dejarán traumatizados a millones de personas.

Algunos pierden a sus compañeros; otros pierden la vida. Sin embargo, la verdad más aterradora de la guerra es que algunos supervivientes pueden perderse a sí mismos tras ella. Ya sea por un trauma psicológico o por haberse convertido en todo lo que juraron destruir, es habitual que las personas se conviertan en una cáscara de lo que fueron después de años de conflicto despiadado.

Durante siglos, los paladianos del interior de las murallas no fueron conscientes de que el resto del mundo los odiaba por los crímenes de sus antepasados. A los marleyanos les lavaron el cerebro para que creyeran que todos los eldianos eran demonios, así que los odiaban sin haber conocido a ninguno.

La serie predica que cualquiera puede convertirse en el diablo de la historia de otro. Hay un ciclo interminable de violencia entre Eldia y Marley porque, mientras continúen los enfrentamientos, la propaganda sólo se hará más fuerte. Por extensión, las divisiones entre ambos no harán más que volverse más irreparables.

Armin y Eren siempre creyeron que si podían llegar al mar más allá de las murallas. Veían el vasto océano como un símbolo de su libertad, pero pronto se dieron cuenta de que no era así. Se dieron cuenta de lo complejo que es realmente el mundo y de la cantidad de poderes diferentes que entran en juego para decidir lo que significa realmente ser libre.

Cuando los exploradores llegaron por fin al mar del que tanto habían oído hablar, Eren no estaba entusiasmado. En cambio, estaba bastante melancólico e incluso enfadado por el hecho de que les quedaba un camino por recorrer antes de alcanzar la verdadera liberación. Dado que el resto del mundo los veía como los "Demonios de la Isla", seguirían siendo discriminados y confinados a las etiquetas de los demás.

Una de las mejores citas de la serie fue cuando Kruger dijo: "La verdad no existe en este mundo. Esa es nuestra realidad. Cualquiera puede convertirse en un dios o en un demonio. Lo único que hace falta es que alguien lo reivindique como la verdad".

La lata vacía tiende a sonar más fuerte. Nunca falla que la voz más alta en la habitación es la que reúne más seguidores, independientemente de si lo que dicen es la verdad o no. Si hay más gente que cree en las mentiras que están vomitando, esas falsedades se convierten de repente en la realidad de todo el mundo. En la guerra, el bando que sale victorioso es el que escribe los libros de historia. Un tema central de la serie es que es importante cuestionarlo todo.

La mayoría de la gente pensaría que es imposible encontrar gratitud en el terrorífico escenario de Attack On Titan, pero los personajes demuestran lo contrario. Armin estaba agradecido por poder pasar tiempo con sus amigos en medio del caos, mientras que Zeke se habría contentado perfectamente con pasar sus días lanzando una pelota de béisbol con el Sr. Ksaver.

Uno de los mejores gags de la serie era el amor obsesivo de Sasha por la comida, especialmente la carne. Por desgracia, algunos de los personajes perdieron de vista estas pequeñas cosas de la vida. Sin embargo, estos sencillos placeres les mantenían con los pies en la tierra y les daban algo a lo que volver por muy cruel que fuera el mundo.

Una de las mejores frases de Levi fue cuando le dijo a Eren: "Decide. Puedes creer en ti mismo o confiar en los soldados del Cuerpo de Inspección, yo incluido. No sé cuál es la respuesta correcta. Pero no te arrepientas de tu decisión".

Lo que funciona para ti puede no aplicarse a otra persona, y ésta es una de las lecciones más importantes de la serie. Aunque Eren decidió confiar en el Cuerpo de Inspectores, también tuvo que confiar en sí mismo, ya que confiar en los demás puede ser un reto en sí mismo. Confiar en tu intuición es importante, pero requiere mucha valentía.

Eren comenzó con los nobles objetivos de derrotar a todos los Titanes y conquistar los Muros. Quería destruir las fuerzas opresoras que les impedían a él y a sus amigos vivir libremente, pero se convirtió en el mismo tirano que juró destruir. El estruendo de Eren hizo que el 80% de la población mundial fuera aniquilada. La obsesión de Eren por la venganza lo llevó a lo más profundo.

Del mismo modo, Erwin también se convirtió en un monstruo en su empeño por conseguir la verdad. Estaba obsesionado con demostrar que la teoría de su padre sobre la gente de fuera de las murallas era correcta, y no le importaba cuántos de sus soldados murieron innecesariamente en el camino.

Una de las lecciones más importantes de Attack On Titan es que la historia siempre se repite. La serie afirma que la paz mundial es imposible porque el ciclo de violencia nunca termina.

Ha habido una disputa de siglos entre Marley y Eldia. Marley pintó a los paladianos como demonios, por lo que gente como Floch y los jaegeristas lo llevaban como insignia de orgullo y lo utilizaban como motivación para atacar a los marleyanos. El ciclo de violencia y odio nunca termina porque cuando un bando ataca, el otro lanza un contraataque. Cuando Shiganshina fue destruida, Paladis respondió destrozando Liberio. Ambas incursiones provocaron bajas masivas, pero todos se sintieron víctimas.

Eren y Gabi crecieron con el mismo objetivo de aniquilar al otro bando por sus agresiones percibidas sin fundamento. A Eren le sorprendió que Reiner y Bertholdt fueran sus enemigos todo el tiempo, pero los otros dos se quedaron igual de sorprendidos por la amabilidad del paladiano una vez que entraron en las murallas.

Por otro lado, Gabi mató a Sasha porque pensaba que era mala. Se quedó sorprendida cuando los amigos y la familia de Sasha la trataron con amabilidad en lugar de intentar matarla por lo que les había quitado. Además, también aprendió que realmente no existen los eldianos "buenos" o "malos". La lección más importante de la serie es que el mundo no es blanco o negro y que siempre hay matices de gris en el medio.