10 maneras en que los marines de One Piece pueden acabar con la piratería

Los marines son los antagonistas más persistentes deOne Piece. Una organización dedicada al Gobierno Mundial y sus objetivos, su principal preocupación es eliminar la piratería de alta mar. Al fin y al cabo, cualquiera que lleve una Jolly Roger es percibido como un enemigo directo de los intereses del Gobierno.

Por desgracia para ellos, el mundo pirata es cada vez más insostenible. Con conflictos brotando por todo el Nuevo Mundo y dos Emperadores siendo depuestos, el papel de los marines en el futuro es cada vez más incierto. No obstante, los marines cuentan con los recursos y la fuerza necesarios para destruir la piratería de forma permanente si eligen con cuidado sus próximas acciones.

Uno de los problemas más acuciantes de los marines son los Piratas del Sombrero de Paja. Se están acercando peligrosamente a encontrar Laugh Tale y conseguir heredar el tesoro de Roger. Para contrarrestarlo, los marines deben secuestrar a uno de los Sombrero de Paja más débiles y obligar a Luffy a acudir a ellos.

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Robin sería una excelente elección, ya que su conocimiento de los poneglifos es esencial para encontrar Laugh Tale. Esto obligaría a los héroes a luchar contra los marines en su propio territorio, lo que probablemente provocaría una catástrofe similar a la de Marineford.

Estar directamente bajo el Gobierno Mundial tiene sus ventajas. Los números de los marines ya superan a los de cualquier tripulación pirata, lo que significa que son una ventaja estratégica. Sin embargo, si los marines reclutaran aún más a otras naciones, estarían en mejor posición para ocupar hasta el último rincón del Nuevo Mundo, incluido Wano.

Estadísticamente, una campaña de reclutamiento dará como resultado un puñado de soldados competentes capaces de rendir al nivel de un almirante. Incluso un cuarto almirante sería una gran ayuda para el Gobierno Mundial, ya que le permitiría dispersarse y abordar varios problemas a la vez.

Caesar Clown cultivaba artificialmente frutas del diablo conocidas como S.M.I.L.E.S. Quienes las consumían recibían los poderes de un Zoan, y podían producirse en masa en fábricas con los recursos adecuados. Dados los ya impresionantes números de los marines, deberían seguir el ejemplo de Kaido a la hora de crear un ejército de usuarios de frutas.

Si el Gobierno Mundial capturara al Payaso César, podría proporcionarle los suministros que necesita para reanudar sus investigaciones en su nombre. Los nuevos poderes harían a los marines medios mucho más formidables.

En la actualidad, la atención de los marines se centra principalmente en el Grand Line y el Nuevo Mundo. Sin embargo, la mayoría de las amenazas actuales se originaron fuera del centro del mundo. Por ejemplo, Bege procede del West Blue, Luffy empezó en el East Blue y todo el imperio Germa reside en el North Blue.

Si los marines centraran más su atención en estas áreas menores, tendrían más probabilidades de identificar amenazas potenciales antes de que lleguen a ser prominentes. De este modo, se eliminaría la piratería de toda una generación de nuevos combatientes.

En su concepción, el programa de los Siete Señores de la Guerra era profundamente defectuoso. Aunque la idea de colaborar con piratas para derrotar a otros piratas puede ser sólida en teoría, daba a los Señores de la Guerra mucha más libertad de la que se les podía confiar.

Si los marines reinstauraran el programa de Señores de la Guerra y asignaran directamente a cada miembro un vicealmirante, operaciones como las de Crocodile o Doflamingo no volverían a ser posibles. Posteriormente, obtendrían todos los beneficios de alinearse con los Señores de la Guerra minimizando el riesgo que conlleva.

Una de las mayores debilidades de los marines es que, a pesar de su número, la mayoría son vulnerables al Haki del Conquistador. En la batalla por Marineford, Luffy anuló a gran parte de sus fuerzas simplemente desatando su poder interior. Por suerte, el Haki del Conquistador puede ser resistido por aquellos con suficiente fuerza de voluntad.

Esto significa que los marines pueden entrenar a sus soldados para estar mejor preparados para cualquier pirata de alto rango al que pretendan arrollar. El Gobierno Mundial podría incluso utilizar a sus propios usuarios del Haki del Conquistador para medir la eficacia de sus técnicas.

La "Buster Call" consiste en que toda una armada de naves descienda sobre un lugar determinado. Dirigidos por un vicealmirante, bombardean la zona designada hasta que todo queda destruido y no quedan supervivientes. Misteriosamente, los marines no han utilizado la Buster Call desde el accidente de Enies Lobby.

Si utilizaran su terrible poder como arma para atacar la Isla de la Tarta Entera, desestabilizarían eficazmente la región y harían que sus habitantes huyeran en masa. Destruir la nación puede no ser una opción, aunque desestabilizarla debilitaría a los Big Mom Pirates y la economía que controlan.

La Isla de los Hombres Pez estaba situada justo debajo de la Línea Roja. Aunque era el hogar de los Hombres Pez, también era el único medio que podían utilizar los piratas para acceder al Nuevo Mundo, aparte de atravesar el territorio marino ocupado.

Si los marines atacan y conquistan la Isla Fish-Man, impedirán que ningún pirata entre en el Nuevo Mundo. Teniendo en cuenta que las fuerzas de Neptuno son débiles, que Hody ha sido derrotado y que Jimbei viaja con los Sombrero de Paja, prácticamente no queda nadie que se interponga en su camino.

Los carteles de "Se busca" están diseñados para atraer la atención de los cazarrecompensas y concienciar sobre las amenazas piratas. Aunque incentivan adecuadamente a los cazadores aumentando las órdenes de captura proporcionalmente al peligro que entrañan, los carteles no revelan la última ubicación conocida del objetivo.

Esto hace que sea extremadamente difícil para los potenciales perseguidores encontrar a sus objetivos, especialmente teniendo en cuenta lo móviles que son muchos piratas en un momento dado. Teniendo en cuenta el poder de la red de inteligencia del CP0, deberían ser capaces de transmitir el paradero de piratas importantes para aquellos que tengan el valor de acabar con ellos.

Irónicamente, la mejor forma de que los marines derroten a la piratería es que primero responsabilicen a los Dragones Celestiales. Esto desmantelaría efectivamente el Ejército Revolucionario, ya que sus únicos objetivos eran derrocar a los Nobles del Mundo y no a los propios marines. Además, deponer a los Dragones Celestiales incentivaría a Garp a aceptar un puesto como almirante de la flota.

Dadas sus décadas de experiencia y su legendaria fuerza, proporcionaría un liderazgo mucho más eficaz que el de Akainu a la hora de derrotar a los peores piratas de alta mar. El derrocamiento de los Dragones también aumentaría la popularidad de los marines entre la gente corriente, que hace tiempo que se desilusionó de las pretensiones de divinidad de sus enemigos.