10 películas de acción del 2000 que merecen un remake

La década de 2000 fue una época realmente transformadora para muchos géneros cinematográficos, especialmente para las películas de acción. Las películas de acción siguen apareciendo en abundancia hoy en día, pero la década del 2000 fue testigo del estreno de la película original The Fast and the Furious -que dio inicio a una franquicia que sigue funcionando hasta hoy- y de la epopeya wuxia Crouching Tiger, Hidden Dragon, de Ang Lee. Estas películas iniciaron la década a lo grande.

Lamentablemente, no todas las superproducciones de acción de principios del siglo XXI están a la altura de esos éxitos. Sin embargo, con una nueva capa de pintura y la participación de las personas adecuadas, las que cayeron en el olvido o fueron criticadas podrían convertirse en los éxitos de acción del futuro.

Paycheck , de 2003, se centra en un ingeniero inverso (Ben Affleck) al que las empresas pagan para que descubra los secretos de los productos de otras compañías, tras lo cual se le borran los recuerdos de cada trabajo. Después de que se le borren los recuerdos mientras realizaba ingeniería inversa en un dispositivo secreto del gobierno, el ingeniero se encuentra de repente a la fuga y debe averiguar qué ha sucedido por el camino.

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Por desgracia, Paycheck no aprovechó al máximo las posibilidades de la historia para crear algo tan tenso y emocionante como podría haber sido. En manos de alguien que maneje mejor la acción y los conceptos de la ciencia ficción, como Alex Garland, un remake podría darle un repaso al original.

Basta decir que este thriller de acción de 2002 está considerado como una de las peores películas jamás realizadas. El argumento de Ballistic: Ecks vs. Sever, en el que dos agentes secretos se unen para enfrentarse a un enemigo común, parece bastante divertido y deja mucho espacio para la acción y el humor, pero la ejecución es muy deficiente. Por suerte, hoy en día hay grandes directores de acción que podrían mejorar el argumento y las escenas de acción, y conseguir la pareja de actores adecuada para interpretar a Ecks y Sever sería la guinda del pastel.

Bulletproof Monk ve cómo a un monje sin nombre (Chow Yun-fat) se le confía un poderoso pergamino. Al verse perseguido por un coronel nazi que pretende utilizar este poder para el mal, el monje encuentra y entrena a un joven carterista (Seann William Scott) para que le ayude a combatir esta amenaza.

Bulletproof Monk tiene sin duda sus momentos gracias a la química entre Yun-fat y Scott, aunque no pueden salvar una historia globalmente cliché y predecible. Lo que un remake necesitaría es un director que pueda hacer malabares con una increíble coreografía de lucha y un reparto que pueda tanto luchar como ofrecer una comedia sarcástica para que realmente funcione a pleno rendimiento.

Josh Hartnett y Harrison Ford se unieron en 2003 en Homicidio en Hollywood, donde ambos interpretan a un joven detective y a su veterano compañero en la División de Hollywood del Departamento de Policía de Los Ángeles. Al dúo se le asigna un caso relacionado con los asesinatos de un grupo de rap mientras ambos intentan compaginar sus trabajos secundarios. Lo que parece una premisa intrigante y divertida, desgraciadamente, resulta en una película desigual, anticuada y sin gracia.

Sin embargo, no estaría de más darle otra oportunidad. Un remake de "Homicidio en Hollywood " que eche un vistazo inteligente y satírico a los entresijos de Hollywood y que, al mismo tiempo, cuente con ingeniosas escenas de acción sería, sin duda, un éxito.

Reindeer Games , del año 2000, intenta ser una película de crimen oscura y divertida, al estilo de Reservoir Dogs o Pulp Fiction, pero carece del ingenio, los personajes y la trama inteligente de esas películas para causar una gran impresión. Pero eso no quiere decir que no pueda salir nada bueno de esta premisa. Poner a un guionista y director como Shane Black -que destaca por escribir películas de acción divertidas y subversivas ambientadas en la Navidad- en un remake de Juegos de renos podría convertirlo en un clásico de la acción navideña.

Will Smith se sumergió por primera vez en el género de los superhéroes con Hancock, de 2008. En esta película, el actor interpreta a un luchador contra el crimen alcohólico y que se odia a sí mismo por su actitud y por dejar destrucción masiva allá donde va, lo que le obliga a trabajar con un especialista en relaciones públicas (Jason Bateman) para reformar su imagen. La primera mitad de la película maneja esta idea bastante bien, pero un enorme giro argumental a mitad de camino cambia por completo la dirección de la película, y no de la mejor manera.

En los años transcurridos desde Hancock, medios de comunicación de superhéroes como The Boys han utilizado hábilmente el género para comentar la naturaleza tóxica de la cultura de las celebridades. Un remake de Hancock que se dedique de forma similar a explorar las capas psicológicas de la fama que conlleva ser un superhéroe podría ser un éxito de público.

La adaptación cinematográfica de Doug Liman de la novela de Steven Gould, Jumper, no es una buena película, pero una adaptación que siguiera más de cerca el libro podría tener mucho más éxito. La novela se centra en la huida del protagonista de un hogar abusivo y en cómo el descubrimiento de sus poderes de teletransporte se entrelaza con la consecución de una vida mejor para él, algo que la película elude en gran medida.

Otro libro de la serie Jumper de Gould, Impulse, tuvo una adaptación que abordaba temas importantes como las agresiones sexuales sin dejar de profundizar en los poderes de su protagonista. Una nueva versión de Jumper que mezcle elementos de Impulse podría ser tanto una historia de madurez centrada en la superación del trauma como un thriller de ciencia ficción.

Desde el fracaso de La momia de 2017, Universal ha renunciado a sus planes de un Dark Universe compartido para sus monstruos clásicos y se ha centrado únicamente en películas en solitario. Se ha hablado de una película protagonizada por el famoso cazador de monstruos Abraham Van Helsing.

La última película protagonizada por el personaje fue Van Helsing, de 2004, protagonizada por Hugh Jackman. Esa película no tuvo mucho éxito, aunque se divertía mucho con su protagonista enfrentándose a monstruos clásicos como Mr. Hyde y Drácula. Una nueva película de Van Helsing podría mejorar los fallos de la película de 2004, pero debería divertirse con sus elementos de acción y terror simultáneamente.

Catwoman , de 2004, fue un punto bajo para el género de los superhéroes, hasta el punto de que, de alguna manera, convenció a los ejecutivos del cine de no arriesgarse con películas protagonizadas por superhéroes femeninos durante varios años. Por supuesto, esta línea de pensamiento terminó, y ya es hora de que una película en solitario de Catwoman tenga otra oportunidad en la gran pantalla. Sin embargo, con el debido respeto a Halle Berry, una Gatúbela más reciente debería ser la protagonista.

Zoe Kravitz se robó el show como Selina Kyle/Catwoman en The Batman, y se ha hablado de un spin-off para el personaje. Una película en solitario de Catwoman protagonizada por Kravitz podría servir como adaptación de Catwoman: Cuando en Roma y seguir a Selina siguiendo el rastro del resto de la familia criminal Falcone. Si se inspira en las películas clásicas de atracos y tiene un tono más desenfadado y noir, podría ser otro gran éxito para DC.

La franquicia Predator ha recibido recientemente la inyección de energía que necesitaba con la excelente precuela Prey, lo que abre muchas posibilidades para la serie en el futuro si se decide hacerlo. En el otro lado de las cosas, la franquicia de Alien ha estado inactiva desde Alien: Covenant de 2017. Tal vez un nuevo cruce con la franquicia Predator podría revitalizar la serie.

En 2004 y 2007 se estrenaron dos películas de Alien vs. Predator, aunque ninguna de ellas tuvo una buena acogida por parte del público. La idea de hacer una nueva película de Alien vs. Predator sería desalentadora, pero si el equipo detrás de Prey estuviera involucrado, entonces podría tener una oportunidad de luchar, especialmente si se inspira más en los icónicos cómics de Alien vs. Predator que inspiraron las películas.