10 películas que explican los 80

La década de 1980 se caracterizó en Estados Unidos por la política de la era Reagan, la nostalgia de los años 50, el consumismo desenfrenado, la corrupción empresarial, la cocaína, el synth-pop y los últimos años de la Guerra Fría. Hollywood también experimentó una gran transformación, pasando del cine de autor de finales de los sesenta y los setenta al comienzo de la era de las superproducciones.

Las películas de policías, las comedias para adolescentes, los neo-noirs, los slashers y los espectáculos de acción de gran presupuesto dominaron el panorama del Hollywood de los ochenta. Estos géneros produjeron algunas de las películas más memorables de la época, películas que ahora, mirando hacia atrás en retrospectiva, ayudan al público a explicar la cultura de la década de 1980.

Uno de los principales objetivos de Ronald Reagan como presidente fue restaurar la fe en las instituciones estadounidenses, especialmente en el ejército, tras dos décadas de turbulencias como consecuencia de la impopular guerra de Vietnam. El cine de los ochenta refleja el énfasis de Reagan en el patriotismo, con su manifestación más destacada en Top Gun.

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A pesar de recibir críticas dispares, Top Gun se convirtió en la película nacional más taquillera de 1986. Muchos críticos y estudiosos consideran la película un anuncio glorificado del ejército de Estados Unidos con su constante despliegue de proezas patrioteras. Aunque los temas políticos de la película ayudan a explicar la década de 1980, también lo hace la banda sonora de Top Gun,, que incluye "Danger Zone" y "Take My Breath Away".

Uno de los pilares de la política económica de Ronald Reagan, conocida como Reaganomics, fue la desregulación. Los críticos de la presidencia de Reagan señalan a la Reaganomics como un factor central que contribuyó a los excesos capitalistas, la codicia y la corrupción empresarial de la década de 1980. La década de 1980 se recuerda ahora por sus numerosos escándalos empresariales, como los de Enron, Keating Five y Stratton Oakmont.

Ninguna película de los 80 retrata mejor la obsesión de la época por los excesos que Wall Street. La película está protagonizada por Michael Douglas en el papel de uno de los villanos más emblemáticos de los 80, Gordon Gekko. En la película, Gekko declara: "La codicia, a falta de una palabra mejor, es buena", una afirmación que capta a la perfección la mentalidad capitalista de los años 80.

Aunque Rocky IV fue muy criticada por la crítica, los sentimientos propagandísticos relacionados con la Guerra Fría que contenía conectaron enormemente con el público. Rocky IV se convirtió en la segunda película más taquillera del año en todo el mundo, y Rocky, envuelto en la bandera estadounidense, es ahora una imagen seminal de la cultura pop de los años ochenta.

Rocky IV se estrenó en 1985, cuando la Unión Soviética empezaba a desmoronarse. En 1989, el Telón de Acero se derrumbó y, en 1991, la Unión Soviética se disolvió formalmente. Tanto la crítica como el público ven en Rocky IV una metáfora de la perseverancia de la democracia frente a la amenaza comunista.

La década de 1980 vio nacer la cultura yuppie. A principios de los 80, yuppie era un término acuñado para describir a los jóvenes profesionales que trabajaban en las ciudades. A finales de los 80, yuppie se convirtió en una etiqueta despectiva que ponía de relieve el excesivo materialismo y avaricia que afectaba a muchos empleados de empresas.

Lost in America, de Albert Brooks, sigue a una pareja de yuppies que decide emprender un viaje por carretera a través de Estados Unidos tras sentirse insatisfechos con su estilo de vida burgués. Sin embargo, su viaje se tuerce rápidamente, y la mayoría de las situaciones cómicas de la película se derivan de la incapacidad de la pareja para funcionar sin el lujo del dinero y los objetos materiales. Perdidos en América es una brillante sátira que demuestra lo dependientes que son los estadounidenses del sistema capitalista.

Tras los éxitos económicos de Tiburón en 1975 y La guerra de las galaxias en 1977, Hollywood abandonó el cine de autor en favor de las superproducciones, que contaban con importantes presupuestos de los estudios, efectos especiales y acción superflua. E.T. el Extraterrestre, En busca del arca perdida y Quién engañó a Roger Rabbit figuran entre las películas más taquilleras de la época.

Sin embargo, el éxito de taquilla que mejor explica la década de 1980 es El Imperio Contraataca. La película no sólo es posiblemente el mayor éxito de taquilla de los 80, sino que también desempeñó un papel inestimable al ejemplificar el potencial de las películas para convertirse en florecientes entidades multimedia. La franquicia de La guerra de las galaxias en su conjunto revolucionó el tipo de proyectos que los estudios deseaban desarrollar. Los beneficios del merchandising pasaron a ser incluso más importantes que las cifras de taquilla.

El avance tecnológico fue un rasgo primordial de la cultura de los años ochenta. Quizá el avance tecnológico más impactante fue la invención del ordenador personal Apple Macintosh. El legendario anuncio de Ridley Scott, que tomaba prestada la estética de la novela 1984 de George Orwell, presentó el Macintosh al mundo. El anuncio juega con el miedo de la humanidad a un futuro distópico provocado por el progreso tecnológico descontrolado.

La propia película de Scott, Blade Runner, estrenada dos años antes que el Macintosh, resume astutamente un futuro distópico causado por los propios comportamientos autodestructivos del hombre. La ingeniería genética, el cambio climático, la inteligencia artificial y la corrupción empresarial son temas de Blade Runner que hacen que la predicción de la película sobre la vida en 2019 sea inquietantemente cercana a la realidad. La partitura electrónica de Vangelis es también una de las definitivas de los 80.

Cada década parece tener una droga que la define. Los años sesenta son sinónimo de alucinógenos, los setenta vieron un pico de consumo de marihuana y los ochenta registraron un aumento sin precedentes del consumo de cocaína. La epopeya de gángsters Scarface, de Brian De Palma, contiene multitud de temas típicos de los ochenta, como el abuso de la cocaína, la codicia y los excesos materialistas.

Scarface es inequívocamente un producto de los años 80, como demuestra la banda sonora de Giorgio Moroder, compuesta por synth-pop y música electrónica. El diseño de producción de la película, el vestuario, los coches, el uso extravagante del color y las escenas de club también contribuyen a hacer de Scarface una cápsula del tiempo de la cultura de los 80.

En términos de historia del cine, la década de 1950 dio origen a la película para adolescentes. Una faceta integral de la presidencia de Ronald Reagan fue devolver a Estados Unidos a la antigua gloria de los años 50, lo que desencadenó una fascinación por la nostalgia de los 50 que duró toda una década. Hay muchos paralelismos entre los años 50 y los 80, y uno de ellos es el resurgimiento del cine para adolescentes.

Aunque películas como Ferris Bueller's Day Off y Say Anything... son aclamadas por derecho propio, The Breakfast Club es la película de adolescentes que mejor explica la década de 1980. El Club de los Cinco ( The Breakfast Club) sitúa maravillosamente a cinco personajes estereotipados de instituto de los 80 juntos en un centro de detención. Don't You (Forget About Me)" se convirtió en un himno para los jóvenes de los 80. "The Breakfast Club" es una de las películas de adolescentes que mejor explican los años 80.

Las aspiraciones de Ronald Reagan de devolver a Estados Unidos al conservadurismo social y la prosperidad económica de la década de 1950 estaban directamente relacionadas con su proclividad a restaurar la fe del público en la idea del sueño americano. La familia nuclear, el hogar suburbano y la valla blanca eran las imágenes de una existencia estadounidense ideal.

Terciopelo Azul de David Lynch subvierte estas imágenes, creando una pesadilla neo-noir surrealista que expone la oscuridad que acecha bajo la mundanidad de la vida de la clase media. Terciopelo azul muestra que el sueño americano es una falacia inalcanzable que es simplemente un sueño, no una realidad. El sistema capitalista no es sinónimo de armonía social, sino que fomenta la competencia, la envidia y la división.

Regreso al futuro es la mejor película para explicar los años 80. Innumerables películas de los 80 están ambientadas en los años 50, como Stand By Me y Dead Poets Society, pero Regreso al futuro se distingue por estar ambientada tanto en los años 50 como en los 80.

Regreso al futuro es la representación arquetípica de las políticas presidenciales de Ronald Reagan relacionadas con el sueño americano. La aniquilación nuclear, el sida, la drogadicción, el aumento de los índices de criminalidad y la desigualdad económica hacían que los estadounidenses fueran pesimistas sobre el futuro. El retrato que hace Regreso al futuro de los años 50 refleja la filosofía idealizada de Reagan sobre la seguridad y el confort que ofrece el Sueño Americano.