10 personajes de Star Wars que no tienen nada que demostrar

La saga de películas de Star Wars cuenta con un elenco de personajes memorables de todo tipo, muchos de los cuales tienen algo que demostrar como héroes idealistas. Un ejemplo es Luke Skywalker, y dos generaciones después, Rey también tenía todo que demostrar como aprendiz de Jedi. Otros personajes de Star Wars, mientras tanto, tienen poco que demostrar y están bien establecidos en sus propios campos.

A menudo, estos personajes son bastante poderosos y ya han demostrado su fuerza, o son lo bastante humildes como para no querer demostrar nada. E incluso el personaje más humilde puede ser muy respetado por hacer bien lo que hace, y no tiene que demostrar nada aunque no esté entre los personajes más fuertes de Star Wars.

Lando Calrissian es el buen amigo de Han Solo y debutó en la Ciudad de las Nubes en la película de 1980 El Imperio Contraataca. Lando causó una mala impresión cuando se volvió contra Han, pero una vez que escapó de las garras de Vader, demostró ser un verdadero héroe para el público.

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Sin embargo, Lando no tuvo que demostrar mucho a los demás personajes de Star Wars, aparte de que no es un verdadero villano. Cuando Lando apareció, ya era muy hábil, seguro de sí mismo e influyente como pícaro adorable y exitoso, así que se limitó a mantenerlo mientras luchaba con la Alianza Rebelde en El Retorno del Jedi.

Sebulba apareció en La Amenaza Fantasma (1999) como un atleta arrogante y matón que se había hecho un nombre en el mundo desértico de Tatooine. Sebulba tenía fama de ganar siempre sus carreras, y a menudo hacía trampas para conseguirlo.

Para cuando el grupo de Qui-Gon llegó a Tatooine, Sebulba estaba bien establecido como el mejor podracer del planeta, y muchos jugadores, Watto incluido, solían apostar fuerte por él. Sebulba había demostrado su valía, así que sólo tenía que seguir así, pero al final Anakin acabó venciéndole.

El valiente droide astromecánico R2-D2 sólo tuvo que demostrar su valía una vez en La amenaza fantasma, cuando sobrevivió a un intenso fuego de cañones láser para arreglar el blindaje de la nave de Naboo después de que los otros astromecánicos salieran volando por los aires. La reina apoderada agradece personalmente a R2 por ello, y ese droide se convirtió en un héroe instantáneo.

R2-D2 se limitó a hacer el trabajo bien hecho durante toda la saga de Star Wars, siempre apoyando a los héroes con sus útiles artilugios en la Estrella de la Muerte, Geonosis y más. R2 rara vez recibe elogios por ello, pero este humilde droide tampoco los necesita.

El misterioso hacker conocido solo como DJ apareció en Los últimos Jedi de 2017, y no tuvo que decir ni hacer mucho para convencer a Rose Tico de que aceptara su ayuda en momentos desesperados. En efecto, DJ era un hábil hacker que coló a su nuevo equipo a bordo de la Supremacy con facilidad, pero Finn tenía un mal presentimiento sobre él.

Por desgracia, DJ se volvió contra Rose y Finn a mitad de camino y aceptó un pago de la Primera Orden para entregarlos. DJ no quería demostrar que era un héroe ni hacerse famoso, solo le importaban el dinero y las oportunidades, y así se lo hizo saber a Rose y Finn.

Puede que en los primeros días de la Rebelión, Saw Gerrera tuviera algo que demostrar, pero no por mucho tiempo. Pronto se ganó una temible reputación por sus métodos eficaces pero brutales en su fanática lucha contra el Imperio, e incluso se enemistó con la mayoría de los demás Rebeldes en el proceso.

En la película de 2016 Rogue One: Una historia de Star Wars, la protagonista Jyn Erso era la incómoda aliada de Saw, y ella tenía más que demostrarle a él que viceversa. Saw ya era un viejo guerrero lleno de cicatrices, y dio su vida para ayudar a Jyn a escapar de la luna desierta de Jedha mientras él se quedaba atrás para morir en el ataque de la Estrella de la Muerte.

Puede que el Maestro Jedi Qui-Gon Jinn pareciera genérico en La amenaza fantasma en comparación con su ingenioso aprendiz, Obi-Wan Kenobi, o con el granjero convertido en héroe, Luke Skywalker, pero puede que ese fuera el objetivo. A Qui-Gon se le presentaba como un Jedi bastante típico y equilibrado, capaz de manejar con facilidad a aprendices impulsivos como Obi-Wan.

En La amenaza fantasma, Qui-Gon ya era un Maestro Jedi consolidado sin nada que demostrar. En su lugar, se centró en hacer bien su trabajo como guardián de la paz galáctica, y transmitió todo lo que sabía a Obi-Wan antes de su muerte a manos de Darth Maul.

Como aprendiz de Jedi, Anakin Skywalker tenía mucho que demostrar, ya que rompía las reglas y comenzó su entrenamiento a los 9 años. Estaba desesperado por demostrar su valía a Obi-Wan y al Consejo Jedi, pero cuando se transformó en Darth Vader, todo cambió.

Darth Vader se convirtió inmediatamente en la mano derecha del Emperador, y toda la galaxia aprendió rápidamente a temer al poderoso Darth Vader. Prácticamente podía aprovecharse de esa reputación, y no había mucho que pudiera decir o hacer para aumentar aún más su enorme reputación.

Chewbacca, el buen amigo de Han, fue el primer wookiee que conocieron los fans de Star Wars , y Chewie pronto demostró ser un aliado fiable y útil para el público. En el universo, Chewbacca tenía poco que demostrar a Han, Luke o Rey, y todos confiaban en él como amigo leal y hábil luchador.

Chewbacca y Han tuvieron que ponerse a prueba el uno al otro cuando se conocieron, pero desde entonces, Chewbacca no tuvo que demostrar nada. Hasta el final, en El despertar de la Fuerza (The Force Awakens) de 2015, Han sabía que Chewie era su amigo de confianza número uno, y no esperaba que eso cambiara nunca.

Sheev Palpatine nació en una familia rica de Naboo, pero la política local no le interesaba. Abrazó el Lado Oscuro y ascendió pacientemente al poder como Darth Sidious, y planeó con años de antelación destruir finalmente a los Jedi y dominar la galaxia.

Darth Sidious triunfó de la noche a la mañana como nuevo Emperador de la galaxia, y desde el primer día se ganó la admiración, el respeto y/o el resentimiento de todo el mundo. Tenía muy poco que demostrar, incluso a sí mismo, y eso podría ser un problema. Sidious podría aprender y dominar todas las artes del Lado Oscuro y quedarse sin nada que hacer.

El droide de protocolo C-3PO se encuentra en una situación similar a la de su amigo astromecánico R2-D2. Al igual que R2, C-3PO no tiene nada que demostrar porque fue construido y programado para un propósito específico, y nadie espera nada más de él. C-3PO siempre hará su trabajo, pero rara vez irá más allá.

C-3PO ha sido uno de los personajes más constantes de La Guerra de las Galaxias, sin ganar ni perder ninguna habilidad o destreza destacable. En cambio, C-3PO es más conocido por quejarse, preocuparse o discutir a menudo con personajes como Han o R2 sobre si está bien correr grandes riesgos durante sus aventuras.