10 razones por las que Los Últimos Jedi es la mejor de la saga
Reconozcámoslo, no seamos hipócritas. Pueden gustarnos más o menos, pero nunca antes habíamos visto una película como Los Últimos Jedi. Ni en esta galaxia ni en la vecina.
Tras una serie de tropiezos, tanto de Lucas como de Disney (ni la segunda trilogía ni el inicio de esta, ni mucho menos Rogue One, funcionaban), ha tenido que llegar Rian Johnson, un tipo que ya había demostrado en Looper que el cine se pondría de rodillas ante él, para salvar la galaxia.
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Una fotografía a la altura: Steve Yedlin toma el relevo de la finura extremadamente digital de la anterior película y le da un aire de suciedad y tonos de la vieja escuela que parece que el celuloide se vaya a quemar en cualquier momento.
Emociones reales: Los últimos Jedi es una competición por hacerte nudos en el estómago. Durante sus dos horas y media el katamari de emotividad no para de crecer hasta llegar a estallar en tu cara. Te vas a emocionar, te lo prometo.
Luke no es Han. Harrison Ford ya no da más. No puede. A pesar de ser un tío simpático, no puede evitar poner cara de “estoy aquí por la pela” mientras disimula que ya no puede correr como antes. No, Mark Hamill es otra cosa. Luke Skywalker tiene aquí la película que lleva 40 años esperando. O treinta y siete.
Evolución del villano: Kylo, menudo cabrón, ¿verdad? Si no tenía suficiente con haber eliminado a su padre en un deplorable acto de maldad, los planes del nuevo villano de la franquicia no han hecho más que comenzar. Su domino de la fuerza es temible, tanto en directo como en los fastuosos flashbacks de tonos verdes.
Carisma. Todos y cada uno de los personajes, una vez presentados en el Episodio VII, tienen libertad para campar a sus anchas y, lo que es más importante, para molar. Todos molan. Todos han evolucionado del florero al personaje al que adorar. Poe lo deja claro en la primera secuencia de la peli y Finn ha ganado mucho peso cómico. Y ya luego Luke te deja sin habla. No se puede molar más que Mr. Skywalker.
Criaturas. Mira que es fácil caer en la comodidad de la tontería marciana, en la cantina extraterrestre y en la avalancha de peluches. Todas las criaturas de la película son sensacionales: las digitales, las de plástico, las de dos patas y las de cuatro. ¡¡¡Incluso una provocará una carcajada!!!
Mensaje. Una de las partes más emotivas de la cinta, la del maltrato animal, está íntimamente ligada al futuro de la franquicia. Bueno, ya lo entenderás. Bravo.
Diversión. Sí, al fin han perdido el miedo a ser divertidos. Desde la primera secuencia se demuestra que aquí lo importante es pasarlo bien.
Personalidad: el buen gusto de Johnson ya quedó patente en la misma Brick, pero ahora que le han dado la oportunidad de hacer algo realmente grande, también ha hecho algo realmente hermoso. Es, con mucho, la película más bonita de lafranquicia.
Crueldad: desde la comida de Chewie al dolor de una tripulación de héroes, pasando por las bajas más o menos inesperadas, Star Wars ha entrado en un terreno donde cualquiera puede morir y, además, de la forma más terrible.