10 señales de que Ash Ketchum debería renunciar a su sueño Pokémon

El aparentemente interminable viaje de Ash para convertirse en MaestroPokémon es quizás un testimonio de lo difícil que es y de la dedicación que se necesita para alcanzar tal meta. Pero, por otra parte, podría ser que nunca estuviera destinado a convertirse en uno en primer lugar.

Puede que el sueño de Ash de convertirse en Maestro Pokémon sea tan imposible como se da a entender: el ingenuo niño de 10 años que ama a los Pokémon quiere ser el mejor como nunca lo ha sido. A lo largo del anime ha habido muchas señales que sugerían que Ash debía levantar las manos, decir que lo había dado todo y dejar sus Poké Balls para siempre.

Muchos de los Pokémon de Ash a lo largo de los años no le han cogido precisamente cariño desde el principio. Incluso Pikachu no era un fan del aspirante a Maestro Pokémon al principio. También hubo una racha violenta de Primeape, el arrebato de Lycanroc y los problemas de comportamiento de Froakie, pero el más memorable tiene que ser Charizard. El Pokémon llama procedió a echarse una siesta justo en medio del combate de Ash con Ritchie en la Liga Añil. Está claro que no estaba preparado para una batalla seria -y mucho menos en un combate de la Liga- y Ash, a pesar de ser un novato en ese momento, debería haberse dado cuenta de ello. Un mejor entrenador se habría ganado el respeto de sus Pokémon antes de enviarlos a la batalla.

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A Ash le apasionan los combates Pokémon, y no hay duda de su deseo de convertirse en Maestro Pokémon, pero no es un entrenador natural. Se basa en el instinto y, a menudo, en la suerte ciega. Es impulsivo, emocional, poco convencional y no toma decisiones bien pensadas. Estas no son características de los entrenadores de élite, que son implacables, fríos y pensadores estratégicos. A menos que Ash pueda cambiar de alguna manera su naturaleza, nunca llegará a ser un Maestro Pokémon.

La victoria de Ash contra Brock en el Gimnasio de Ciudad Peltre fue muy controvertida. Con Pikachu atado a Onix y aparentemente a punto de ser derrotado, los aspersores se dispararon, empapando a Onix y permitiendo a Pikachu electrificarlo con Golpe Trueno. Aunque Ash seguramente habría sido derrotado si los aspersores no se hubieran disparado, Brock le dio a Ash la Insignia Boulder.

Además de esto, ha habido numerosas ocasiones en las que Ash recibió una insignia en circunstancias cuestionables. Por ejemplo, ni siquiera terminó su batalla con Misty, pero aun así le dieron la Insignia Cascada. Que te den insignias en lugar de ganártelas no grita precisamente "Maestro Pokémon".

Cambiar a Butterfree por Raticate, ayudar al Equipo Rocket a infiltrarse en un Gimnasio Pokémon, utilizar a un Pokémon desobediente en su primer Campeonato de la Liga Pokémon... estas son solo algunas de las muchas malas decisiones que Ash ha tomado a lo largo de los años. Su naturaleza emocional e impulsiva está muy lejos de la crueldad de los entrenadores que le han derrotado. El hecho de que siga tomando malas decisiones es una señal de que no ha aprendido de las experiencias pasadas.

La madre de Ash, Delia Ketchum, también quería ser entrenadora Pokémon. No pudo cumplir su sueño, pero su pasión y su impulso se lo transmitió a Ash. El hecho de que su madre no pudiera cumplir su sueño puede ser una señal de que no está en la sangre de Ash convertirse en un Maestro Pokémon. Tal vez sea un rasgo de su familia el intentar tener éxito en algo pero acabar, por la razón que sea, siendo incapaz de alcanzar esa meta.

Después de haber visto cómo Ash era derrotado en varias ocasiones en su camino para conseguir su objetivo, su sueño de convertirse en Maestro Pokémon parece ahora el sueño ingenuo de un niño. Al fin y al cabo, eso es lo que es Ash: un niño. No puede esperar convertirse en un Maestro Pokémon solo porque lo desee.

Para ser justos, ha hecho bien en llegar hasta aquí, ganando innumerables batallas e incluso un campeonato de liga. Se ha enfrentado a gente mucho mayor y más experimentada que él y ha salido victorioso. Pero llegar a ser un Maestro Pokémon es algo totalmente distinto, y puede que esté fuera del alcance de este chico en particular.

De los muchos Pokémon que Ash ha capturado u obtenido por otros medios, ha sacado algunos bastante buenos. Butterfree, Pidgeot, Lapras, Greninja... incluso se deshizo de Pikachu en un momento dado antes de que ambos se reunieran. Se podría argumentar que Ash tenía buenas razones para deshacerse de estos Pokémon, pero a juzgar por su progreso en la consecución de su sueño, no hay lugar para los sentimientos si quiere ser un Maestro Pokémon.

Desde su excesiva dependencia de Pikachu hasta la no evolución de sus Pokémon, Ash sigue cometiendo errores básicos que acaban costándole. Sus equipos nunca han estado bien equilibrados: guarda algunos de sus mejores Pokémon, e ignora las ventajas de tipo y las debilidades, un error que le ha hecho fracasar en muchas batallas. Si no ha aprendido a dejar de cometer estos errores, ¿cuándo aprenderá?

Ya sea luchando por capturar Pokémon que no mejorarían su equipo de todos modos -Torkoal y Mankey, por ejemplo- o teniendo que pasar la noche en vela persiguiendo su GS ball por un río después de que se la robara un Quagsire, Ash ha perdido mucho tiempo en cosas que consumen tanto su energía como la de sus Pokémon. Muchas de esas instancias han sido obstáculos constantes para que alcanzara su objetivo final. La mayoría de las veces no es culpa de Ash (normalmente la culpa es del Equipo Rocket), pero si estas cosas siguen ocurriendo, es sin duda una señal del universo de que debería tomar un camino diferente.

Si alguien está intentando conseguir algo y no lo consigue desde hace 23 años, puede ser una señal de que debería pensar en abandonar y perseguir otra cosa. Ash lleva intentando convertirse en Maestro Pokémon desde 1997 (1998 en Estados Unidos) a lo largo de 8 series y regiones, con innumerables batallas, encuentros y dilemas de por medio. Sin embargo, la única vez que Ash ha ganado un Campeonato de la Liga Pokémon fue en el episodio 139 de la serie Sol y Luna , "¡Entra el Campeón!", , cuando Ash fue coronado como el primer ganador de la Liga de Alola. Difícilmente un buen rendimiento de su inversión.