10 veces que Resident Evil 8 fue el juego más triste de la serie

Los acontecimientos de Resident Evil Village ocurren unos años después de Resident Evil 7: Biohazard. Ethan Winters parece vivir por fin una vida tranquila con su mujer, Mia Winters, y su hija Rosemary. Se mudaron de los Estados Unidos para establecerse en Europa del Este, y aunque intentan superar lo ocurrido en la casa de los Baker, no es tan fácil como esperaban.

Su apacible vida se ve interrumpida, y Ethan tiene que volver a luchar por la supervivencia. Aunque Resident Evil es una serie de terror, ha habido muchos personajes en momentos mucho más tristes que terroríficos.

La madre Miranda, creyendo que Rosemary Winters sería una anfitriona perfecta para el niño que perdió hace años, secuestró a Mia y se infiltró en su casa. Se mezcló sin problemas, ya que Ethan nunca sospechó nada. Durante una noche aparentemente normal, Chris Redfield y su unidad, al enterarse de la verdad, dispararon y supuestamente mataron a la disfrazada Miranda.

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10 veces que Resident Evil Village no tiene ningún sentido

Miranda les engañó haciéndoles creer que estaba muerta, y Ethan, al no recibir ninguna explicación de lo sucedido, se quedó sin sentido. Más tarde se despertaría en un bosque, convencido de que su mujer estaba muerta y su hijo desaparecido.

Los habitantes de la aldea confiaban en la Madre Miranda, la adoraban y creían que estaba allí para protegerlos. Desgraciadamente, los habitantes de la aldea sólo eran herramientas para que Miranda experimentara con ellos, y una vez que finalmente tuvo en sus manos a Rose, decidió enviar a los licántropos a la aldea.

Muchos de los residentes fueron convertidos en licántropos -como Leonardo Lupu- o asesinados sin piedad. Incluso se ve a Miranda matando a Iulian a pesar de sus ruegos.

Aunque Alcina Dimitrescu era innegablemente cruel con cualquier mortal que tuviera la mala suerte de entrar en su castillo, cuidaba de sus hijas del mismo modo que Ethan cuidaba de Rose. Ethan fue a su castillo en busca de Rose, sólo para recibir un doloroso saludo de Bela, Daniela y Cassandra.

A partir de ese momento, se ve obligado a jugar al gato y al ratón, evitando a Alcina y a sus hijas hasta que pueda aprovechar la debilidad de éstas ante el frío. Comienza a matar a las hijas una por una, y Alcina se vuelve implacable en su persecución. Ninguno de los dos puede perdonar al otro, a pesar de luchar por razones similares.

Tras derrotar a Alcina, Ethan encuentra un frasco de oro y lo recoge sin saber su valor. Cuando se lo lleva al Duque, éste le informa a Ethan de que en realidad lleva en sus manos un trozo de su hija.

Ethan limpia parte de la suciedad de la etiqueta del frasco para revelar que contiene la cabeza de su hija, y lo deja caer conmocionado. Por un momento, pensó que su hija estaba muerta, pero Duke le revela que Ethan aún tenía una oportunidad de salvarla.

Donna Beneviento se quedó huérfana cuando era niña. Esto, unido a la cicatriz de su cara, hizo que Donna se aislara de los demás. Según el diario del jardinero, se encerraba y sólo hablaba con Angie, la muñeca que su padre le había hecho.

Tras recibir los poderes de Miranda, que era su madre adoptiva, empezó a hablar más con los demás, pero sólo a través de Angie. Sin embargo, la vergüenza de Donna por su aspecto nunca desapareció, ya que la cicatriz se convirtió en una horrible mutación tras ser infectada por los Cadou.

El tiempo que Ethan pasa en la finca de Beneviento es el que más le afecta mentalmente. Rápidamente se ve afectado por su capacidad de provocar alucinaciones, y se encuentra siguiendo a su supuesta esposa muerta en la casa. Se ve obligado a resolver rompecabezas que implican el desmontaje de una muñeca que se parece a su esposa, y es interrumpido frecuentemente por los sonidos de ella que se ponen cada vez más frenéticos, afirmando que algo está mal con el bebé.

Ethan, aún convencido de que su esposa está muerta, lucha por mantener la calma, lo que resulta especialmente difícil cuando se enfrenta a su propio miedo a que Rose se convierta en un monstruo grotesco como los señores de la casa.

Salvatore era el menos compatible con los Cadou, ya que al estar infectado por uno de ellos se convirtió en un monstruo horrible con aspecto de pez. Tanto sus "hermanos" como la madre Miranda sintieron repulsión por su aspecto, y Salvatore se ve viviendo solo.

A pesar de ello, es completamente leal a Miranda, mostrando miedo ante la idea de perder su parte de Rose y ser así abandonado. Al mismo tiempo, expresa celos hacia Rose, temiendo que Miranda deje de actuar como su madre si revive a su verdadero hijo.

Tras perder a su hija Eva y descubrir el Molde, Miranda se empeñó en su propósito de revivir a su hija fallecida. Más de un siglo de investigación y experimentación la llevaron a encontrar y capturar a Rose.

Más tarde se dio cuenta de que forzar la conciencia de Eva en Rose no era tan sencillo como esperaba, y se puso cada vez más frenética cuando luchó contra Ethan por poseerla. Continuó mutando más y más en su intento de dominar a Ethan, pero todo fue en vano.

Inmediatamente después de matar a Karl Heisenberg, Miranda aparece para burlarse de Ethan. Ella lo mata, y el jugador puede sentir su frustración, dado que había trabajado tanto y hecho tanto sin poder realizar su objetivo.

Después de que el juego siga la perspectiva de Chris Redfield durante un corto periodo de tiempo, el jugador se llena de un alivio temporal cuando se revela que Ethan está vivo. Sin embargo, este alivio es aplastado sin piedad cuando Ethan se queda atrás para sacrificarse y permitir que Chris escape con Rose.

Tras perder su corazón con Miranda, Ethan se enfrenta a Eveline. Mientras él lucha por moverse, ella se burla de él, revelando que en realidad murió hace años en la residencia Baker cuando Jack Baker le pisó la cabeza. Gracias al Molde, revivió y pudo regenerarse de todas sus heridas.

Fue una revelación impactante que ya había perdido su humanidad y su vida sin darse cuenta, lo cual es algo que naturalmente le cuesta aceptar.