10 villanos de Naruto que desperdiciaron su potencial

Los villanos del universoNaruto se encuentran entre los más intrigantes y diversos de todo el anime. Desde científicos locos hasta señores de la guerra olvidados, el mal asoma la cabeza hacia los héroes en muchas manifestaciones diferentes.

A pesar de lo convincente que ha sido la introducción de algunos antagonistas, su presentación ha sido lamentablemente deslucida, lo que ha minimizado el reconocimiento de su maldad a lo largo de la serie. Al identificar a los personajes cuyo potencial de villanía nunca se desarrolló adecuadamente, podemos apreciar mejor las posibilidades de lo que podría haber sido si sus carreras criminales se prolongaran y ampliaran.

El Demonio de la Niebla, Zabuza, debía ser presentado como una amenaza seria y muy superior a la capacidad del Equipo Siete. Se demostró con su triunfo inicial sobre Kakashi, obligando a Naruto y Sasuke a colaborar para liberar a su mentor.

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Sin embargo, su prisión acuática sería la única victoria significativa que lograría. Inmediatamente después de que Kakashi fuera liberado, procedió a dominar a Zabuza durante el resto de la batalla y de nuevo en la lucha para tomar el puente. Las derrotas que sufrió fueron impropias de un mercenario de su calibre.

Sasori de la Arena Roja fue sin duda uno de los miembros más trágicos (e interesantes) de los Akatsuki. Después de que la guerra asolara a su familia y se cobrara la vida de sus padres, sufrió una infancia de soledad, utilizando morbosamente marionetas para hacerse compañía.

Por desgracia, gran parte de su historia de fondo era expositiva y se depositaba al mismo tiempo que Chiyo y Sakura luchaban contra él. Habría sido mejor que un villano menos detallado como Deidara ocupara su lugar como el primero en caer, especialmente teniendo en cuenta el variado arsenal de habilidades de Sasori.

Dosu era un feroz competidor de los Exámenes Chunin y un shinobi cuyas habilidades eran tan monstruosas como eficaces. Podía producir un sonido presurizado desde su guantelete para aturdir y herir a sus oponentes. Este jutsu era especialmente eficaz para derrotar a Choji e incluso a Rock Lee (con la ayuda de sus compañeros).

A pesar de su capacidad única y creativa, su potencial fue desaprovechado. Tras intentar asesinar a Gaara en mitad de la noche, fue asesinado casi al instante, y su desaparición al día siguiente fue poco comentada.

Kimimaro fue el líder inicial de los Cuatro del Sonido antes de caer gravemente enfermo. Su historia era trágica; después de que su clan fuera masacrado en masa, Orochimaru lo acogió y lo trató bien. Fue un privilegio que descubriría que tenía grandes repercusiones.

A diferencia de los demás villanos de la Aldea del Sonido, no se mostró abiertamente malicioso con sus enemigos e incluso permitió que Rock Lee se sentara por sí mismo después de desmayarse en la hierba. Si Kimimaro hubiera sobrevivido más tiempo, habría sido un complemento bienvenido para los secuaces más inescrupulosos de Orochimaru.

Konan fundó la Akatsuki junto a Nagato y Yahiko, y vio cómo la organización cambiaba drásticamente de su propósito original a la institución malévola que sería identificada en la serie. Aparte de su breve ayuda a Pain contra Jiraiya, misteriosamente nunca lucharía contra los héroes.

Su única batalla importante fue contra Obito, un encuentro desigual y sin sentido que se utilizó para sacarla de la historia. Aunque el Uchiha se vio obligado a utilizar el Izanagi para sobrevivir, fue un gesto vacío, ya que poco después sustituiría su inútil Sharingan por el Rinnegan de Nagato.

Kaguya era técnicamente la villana principal de Shippuden y posiblemente su personaje más fuerte. Su historia de fondo era profunda, ya que había sufrido la traición de los mismos humanos a los que había legado el chakra y había sido tratada como un bicho raro a pesar de su naturaleza dócil.

Sin embargo, no había nada que sugiriera remotamente su existencia en la serie original e incluso en los primeros cientos de episodios de su acto posterior. Sólo se la mencionó en la última mitad de la Cuarta Guerra Ninja (sobre todo a través de flashbacks), lo que dificulta la inversión emocional en ella como antagonista.

Hanzo la Salamandra era un ninja capaz de segregar venenos nocivos para paralizar y debilitar a sus oponentes. Era una fuerza a tener en cuenta en la Segunda Guerra Shinobi, ya que suponía una enorme amenaza contra el poder combinado de los tres Sannin.

Lamentablemente, no fue tan formidable en la Cuarta Guerra Shinobi. Hanzo luchó en una batalla perdida contra Mifune (un samurái sin chakra) y moriría sin pena ni gloria por voluntad propia en el Edo Tensei.

Kabuto, una de las mentes maestras más insidiosas de la Cuarta Guerra Shinobi, había avanzado mucho en sus habilidades desde su enfrentamiento con Naruto en la serie original. Absorbió el poder de los Cuatro del Sonido, dominando la esencia de Orochimaru y un jutsu de sabio de la serpiente muy parecido al de Jiraiya.

A pesar de estas impresionantes habilidades, sólo libró una batalla significativa (que perdió) contra Sasuke e Itachi. Aunque Kabuto también se enfrentó a Anko, la escaramuza fue demasiado corta y desigual para demostrar sus capacidades.

Karin era una ninja médica que ayudó a Sasuke cuando éste cometió decenas de crímenes de guerra y se convirtió en un fugitivo interno. Aunque su linaje Uzumaki la convierte en un personaje intrigante (sobre todo teniendo en cuenta cómo lo compagina con su jutsu), su personalidad recuerda inquietantemente a Sakura Haruno.

Su obsesión por el Uchiha es su principal motivación, dispuesta a soportar cualquier abuso por su amor. De la misma manera, él se desinteresa por ella como por su antiguo camarada, lo que hace que su personalidad sea redundante.

A diferencia de Gaara o Kankuro, Baki era plenamente consciente y había ayudado a facilitar el ataque de Orochimaru a la Hoja. En teoría, esto debería hacerle mucho más responsable del daño causado, sobre todo teniendo en cuenta que había asesinado a Hayate Gekko.

Sin embargo, sus acciones fueron disculpadas junto con las del Jinchuriki a pesar de ser deliberadamente más malévolas. Si hubiera continuado con su villanía como consejero traicionero de Gaara una vez que se convirtió en Kazekage, podría haber habido más potencial de tensión entre las aldeas de la Arena y la Hoja.