13 Directores que deberían rodar una película de James Bond
Si ayer os presentábamos a los candidatos más chulos para lucir palmito y esmoquin con licencia para matar, vamos a proponer una serie de directores de estos que, pudiendo gustar más o menos al menos demuestran que tienen algo de sangre corriendo por sus venas. Las últimas direcciones de las películas con Craig eran forzadamente rudas, secas, ariscas y esquivaban sin ningún tipo de habilidad la diversión sin final que debería una aventura de el rey de los gadgets como dios manda. Estos son los 13 directores que deberían rodar una película de James Bond.
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Es británico, maneja el IMAX como nadie y, aunque peque de hipertrofiado de vez en cuando, sabe dónde colocar una cámara monstruosamente grande. Interstellar, a pesar de su tufo de trascendencia, era un majestuoso entretenimiento palomitero de primera categoría. Exactamente lo que necesita el espía al que un día amamos.
Ahora que va camino de lograr el mayor éxito de su carrera (Baby Driver está a un par de semanas de recaudar más que su top Hot Fuzz), puede que el bueno de Wright haya hecho terapia post-Marvel y se atreva a plasmar sus ideas imposibles en otra franquicia. Eso si no lo roban los responsables de Star Wars, claro.
Guy Ritchie
Otro que es más inglés que el escupitajo de un hooligan en el ojo y que ha demostrado en la portentosa y bella Operación UNCLE que sabe lo que necesita un espía letal: química, buen rollo, música adecuada y sentido del humor… y de la maravilla.
Seguramente no lo reconocerá, pero este tarado está esperando la llamada de los productores desde que regentaba su famoso videoclub en California. Eso es algo que no verán nuestros ojos, pero espías sangrando y chistes groseros también serían todo un lujo y un deleite para los sentidos. Seguro que estaríamos ante la entrega de Bond más larga de todas.
Gareth Evans
Ojalá tuviera luz verde, porque seguro que es más que capaz de trasladar el ambiente de las hostias monumentales de The Raid al mundo de los espías facinerosos.
Un Bond donde, al contrario que en la opción anterior, la acción dominaría la trama. Tarantino los pondría a hablar un buen rato.
Matthew Vaughn
No es que el viejo colaborador de Guy Ritchie haya dirigido ya un James Bond, es que este señor está a punto de estrenar su segunda historia apócrifa de James Bond. Y es que el fabuloso cómic de Mark Millar que adapta Kingsman se debe a Ian Fleming, ¿no?
Duncan Jones
El responsable de dos maravillas como Moon y Código Fuente se estrelló en USA con Warcraft, aunque las cifras totales terminaron por cuadrar. Para alejar cualquier atisbo de duda, el muchacho debe demostrar el talento que atesora en una gran producción que al menos interese al mundo.
Danny Boyle
El inglés está en la edad en la que las grandes productoras ofrecen franquicias de este tipo, y puede ser uno de los grandes tapados. Solamente Boyle sería capaz de rodar una secuencia vista a través del teléfono de última generación del espía.
Gareth Edwards
Tras Godzilla, injustamente tratada, Edwards demostró que puede ser el director actual que mejor asimiló el lenguaje del mejor Spielberg de los años dorados de Amblin. Qué mejor oportunidad que darle las riendas del agente doble cero. Seguro que tendría más libertad que en Rogue One.
Steve McQueen
Ya que un Bond negro sería polémico, coloquemos a uno más seco y británico que nadie detrás de las cámaras. El londinense ya tiene prestigio de sobra para hacer lo que quiera.
Tom Hooper
Sabe colocar la cámara entre gente británica y elegante igual que entre franceses andrajosos. Hooper es un profesional que puede aportar su granito de arena al proyecto, aunque sería de los más baratos también sería de los menos revolucionarios.
Tomas Alfredson
Otro que a lo zorro ha rodado su versión del espionaje británico (vía John le Carré, eso sí) en El Topo (Tinker Tailor Soldier Spy) y que sabe de sobra dónde se encuentran los resortes del género.
Rupert Wyatt
Después de ofrecer a la gallina de los huevos de oro en forma de primer episodio de una saga que se antoja fundamental en el fantástico actual (sí, El Origen del Planeta de los Simios) no ha tenido demasiado ojo con sus proyectos. Se merece la oportunidad.
