40 años sin Groucho Marx
El 19 de agosto de 1977 nos dejaba Groucho Marx, líder de un movimiento desenfrenado e irrepetible, imposible de remakear, donde los reboots no tienen cabida y que ha pasado a la historia del cine como algo único: el cine de los Hermanos Marx.
Groucho no fue el último en decir adiós a la vida terrenal, puesto que Zeppo, el hermano más joven (y menos activo), fallecería dos años después.
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Julius Henry Marx nació el 2 de octubre de 1890 en la ciudad de Nueva York en el seno de una modesta familia de inmigrantes alemanes. Fue el cuarto de seis hermanos -antes que él llegaron Manfred, Harpo y Chico y después Zeppo y Gummo- y dio sus primeros pasos en el mundo del espectáculo como cantante.
Lo hizo, por supuesto, actuando junto a sus hermanos en los teatros, interpretando números musicales y protagonizando revistas hasta que Paramount Pictures los descubrió para la gran pantalla.
Vestido con su inconfundible chaqueta negra y a salvo tras su grueso mostacho (falso), sus gafas redondas y aquellas cejas hiperpobladas, y armado con su puro habano firmó junto a sus hermanos (tres en la primera época, cuatro cuando Zeppo se retiró) títulos tan legendarios como Los cuatro cocos (1929), Sopa de ganso (1933), Una noche en la ópera (1935), El hotel de los líos (1938), Los Hermanos Marx en el Oeste (1940) o Una noche en Casablanca (1946).
Pocos años antes de morir, en 1974, la Academia le concedió un Óscar honorífico por su carrera. Groucho falleció el 19 de agosto de 1977 en California y cuenta la leyenda que en su lápida se puede leer a modo de epitafio la frase "Disculpe que no me levante". Pero dicha cita es solo eso, una leyenda que se ha convertido en una de sus frases más reconocibles.
La influencia de la familia Marxista del cine ha cautivado desde siempre a todo tipo de espectadores, hasta el punto de ver a Rob Zombie intentar llevar las memorias de Groucho a la gran pantalla, algo que muchos fans de la familia llevamos esperando desde hace muchos, muchos años.
De sus 13 películas, todas con momentos destacables, hasta las menos inspiradas (si es que alguna vez no estuvieron en plenitud de facultades), nos quedaríamos en un TOP 5 infalible para cualquier día de nuestras vidas.
El conflicto de los Marx (Animal Crackers)
No hay un momento aburrido, ni un paso en falso en toda la película. La trama es mínima, pero lo que funciona mejor para los hermanos es la comedia y aquí se dispara en todas direcciones sin salir nunca de los carriles de la trama establecida. El apoyo funciona bien, clavando sus partes sin tratar de apartar a los Marx a un lado, oxigenando donde sea necesario. Ah, y demuestra que si Zeppo era el que tenía menos tiempo en pantalla era por algo!
Una noche en la ópera (A night at the Opera)
Puede que cinematográficamente sea la más lograda de su filmografía, una película mucho mejor que las películas de los Hermanos Marx hasta entonces, con una firme y con escenas bien escritas y mejor resueltas. Una Noche en la Ópera cuenta con algunos de los fragmentos más memorables de los Marx, incluyendo una de las escenas más grandes de la historia, la escena del camarote.
Plumas de caballo (Horse Feathers)
Y aquí tenemos a los Marx haciendo lo que les da la gana y lo que mejor saben hacer: anarquía y absurdo. El director y los escritores dieron total libertad aquí para hacer lo que quisieran y funciona con resultados hilarantes. De haber durado un poquito más y con unos secundarios algo más interesantes, probablemente sería la película-definición del estilo Marx.
Pistoleros de agua dulce (Monkey Business)
Las escenas con Groucho y Thelma Todd son geniales, y Zeppo tiene la oportunidad de brillar un poco y tener su propia subtrama romántica (que funciona bien también). Es la parte del gángster contra el hombre rico lo que no siempre funciona para y creo que tiene que ver principalmente con Harry Woods, el tipo que interpreta a Alky Briggs. Nunca se presenta como el villano que podría ser. De hecho, hay una escena en la que Woods y Todd están intercambiando líneas, y Groucho interviene para hacerles saber de quién es el turno y uno no pude evitar sentir que se burlaba de ellos…
Probablemente incluya los números musicales mejor integrados de sus películas.
Sopa de ganso (Duck Soup)
Según el día, puedo creer que sea la más injustamente célebre película de los Marx o, en cambio, la que mejor define su estilo.
Al igual que en Plumas de caballo, hay más desvíos en la trama que un enfoque en ella, y los resultados son siempre hilarantes.
La última de las películas de los Marx con Zeppo. Es esencialmente el mismo personaje que en Animal Crackers, y por lo tanto no parece contribuir mucho a la película, pero que le quiten lo bailao, que está en el cartel de una de las comedias más importantes de todos los tiempos.
