5 maneras en que Azula es una víctima en Avatar (y 5 maneras en que no lo es)

Azula es una villana carismática, brillante y cruel de Avatar: El último maestro del aire que merece su lugar destacado en la narrativa de la serie. No se puede negar que la princesa de la Nación del Fuego es tan mortífera como se pueda imaginar, y un digno adversario para el Avatar y su Gaang.

Hay infinitas maneras de ver cualquier historia. En el gran esquema de las cosas, Azula es de hecho una villana que quiere asesinar al Avatar. Sin embargo, desde el punto de vista de Azula, podría ser la heroína de su propia historia. En cierto modo, Azula no es más que una niña vulnerable de 14 años que busca validación siguiendo las exigencias de un padre despótico. Al cambiar la narrativa, hay varias maneras de que Azula sea una víctima en Avatar: El último maestro del aire.

El Señor del Fuego Ozai siempre ha favorecido a su hija, Azula. Es una prueba escalofriante de que Azula es la favorita de Ozai cuando le dice a Zuko: "[Azula] nació con suerte, tú tuviste suerte de nacer". Como tirano dominante, su insaciable deseo de poder lo supera todo. Por eso, cuando Azula fue declarada un prodigio del fuego-control, fue natural que la utilizara inmediatamente como peón en su viaje hacia la dominación del mundo.

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Al crecer, Ozai condicionó a Azula a creer que tenía que ser la definición misma de la perfección para recibir cualquier forma de amor de él. Siguió las órdenes de Ozai a rajatabla. No es de extrañar que la niña dañada que lleva dentro se vea eclipsada por el ensimismamiento y el ansia de poder personal de Azula.

En la épica batalla de las Catacumbas de Cristal, Aang intenta entrar en el estado Avatar para escapar de Azula y los agentes de Dai Li. Como no quiere desperdiciar la oportunidad de su vida, Azula lo golpea con un rayo antes de que se transforme por completo.

Esto hace que el alma de Aang quede atrapada en el mundo de los espíritus mientras su cuerpo físico cae en coma durante semanas. Sin las habilidades curativas de Katara y el agua espiritual de Yue, el Ciclo Avatar habría terminado con Aang y la Nación del Fuego habría ganado fácilmente la Guerra de los 100 Años.

Técnicamente, Ursa seguía presente en los años de juventud de Azula y Zuko. Sin embargo, el flagrante favoritismo de Ozai obligó a Ursa a mostrar más afecto hacia su hijo. Los montajes de su infancia muestran a Azula desatendida por su madre, lo que hace que esté inmensamente celosa del especial vínculo madre-hijo que tenía Zuko.

La falta de una figura materna en su vida sembró la semilla de los problemas psicológicos en la joven princesa. Azula albergaba un dolor y un resentimiento muy arraigados hacia su madre y su hermano, y su posterior mal comportamiento se derivó de estos inicios.

Durante su caza del Avatar, Azula hace un pequeño viaje a Ba Sing Se con el propósito de usurpar su gobierno. Azula, Mai y Ty Lee se disfrazan de Guerreros Kyoshi para derrocar al Rey Tierra desde dentro. Pronto, llama la atención del villano Gran Secretario, Long Feng y ambos unen sus fuerzas para destronar al Rey Tierra y al Consejo de los Cinco.

Sin que Long Feng lo supiera, Azula no tenía interés en compartir el trono. Derrocar al monarca era lo primero en su lista, pero robar el Dai Li de su control era lo siguiente. Esta crueldad demuestra que no le importa a quién traiciona ni lo que debe hacer para llegar a la cima.

Decir que Azula no tiene verdaderos amigos es quedarse corto. Tanto Mai como Ty Lee se mantuvieron a su lado por miedo a la imprevisible princesa. Trató a Mai con algo más de respeto que a Ty Lee, pero no hay duda del miedo que motivó su lealtad a Azula en primer lugar.

Ty Lee es amenazada de muerte en el circo donde Azula la recoge. Mientras tanto, Mai declara abiertamente en "La roca hirviente" del tercer libro que "ama a Zuko más de lo que teme a Azula". Esto revela que realmente nadie en la vida de Azula se preocupa por ella, ni sus amigos, ni su familia, posiblemente ni ella misma.

Ty Lee estaba viviendo la vida de sus sueños como acróbata profesional cuando apareció Azula. Rechazar la oferta de Azula de viajar por el mundo para dar caza al Avatar fue probablemente el mayor error de la vida de Ty Lee. Al no aceptar un "no" como respuesta, Azula prendió fuego a la red de seguridad de Ty Lee, amenazando su vida en el proceso.

Esto demuestra lo poco que le importa a Azula la gente. Se arriesgó a quemar todo el circo, arriesgando la vida de inocentes. Peor aún, destruye el nuevo hogar de Ty Lee y lo aleja de la gente que considera su familia.

Azula fue presentada por primera vez como una joven princesa segura de sí misma con un escalofriante deseo de poder. Nacer en el seno de una familia disfuncional ya es motivo de preocupación, pero el comportamiento de Azula se vuelve cada vez más errático al final de la serie.

Tras perder a Mai y a Ty Lee, Azula se separa incluso de sus consejeros más cercanos. Tras ascender al trono, tiene visiones alucinantes de su madre ausente. Despide a todos los que trabajan en el castillo hasta que no hay más que un silencio ensordecedor. Se corta el pelo al azar y es evidente que su estado físico también se deteriora. Con todo el derramamiento de sangre del que es responsable Azula, es fácil olvidar que también es una niña que está completa y totalmente sola.

Al igual que Ozai, Azula no tiene en cuenta a quienes la rodean. Abusa de sus seguidores, tratándolos como objetos desechables. Si su trato con Ty Lee sirve de ejemplo, Azula podría destruir a cualquiera en su vida.

Es difícil limitar las peores cosas que ha hecho Azula, pero ayudar al Señor del Fuego Ozai a cometer un genocidio masivo tiene que estar a la cabeza de la lista. Convertirse en cómplice voluntaria de las brutalidades de Ozai y obtener placer del dolor de otras personas la convierte en la hija de Ozai.

Incluso después de todo lo que ha hecho, en algún nivel, Zuko sigue preocupándose por Azula. Al final de la serie, Azula necesita claramente ayuda para recuperar sus facultades. La gota que colma el vaso es la pérdida del Agni Kai a manos de Zuko y la pérdida de su título de Señor del Fuego. Zuko se siente responsable de su dolor mental, así que en lugar de encarcelarla, el nuevo Señor del Fuego la envía a un hospital psiquiátrico.

En los cómics de La Búsqueda de Gene Yang, Azula es totalmente miserable. Zuko siempre ha sido el hijo no deseado, mientras que Azula se supone que es la perfecta y malvada sucesora de Ozai. Atrapada en su propia mente, enfrentada al hermano al que desprecia, era casi demasiado para que Azula pudiera soportarlo.

Cada una de las cosas horribles que Azula le ha hecho a Zuko podría llenar otra serie de tres temporadas por sí sola. Para enumerar algunas:

En primer lugar, a Azula no le importaba que Ozai hubiera planeado matar a su hermano cuando eran niños. De hecho, lo encontró gracioso. En segundo lugar, se burlaba constantemente de Zuko por la cicatriz que Ozai le infligió durante su primer Agni Kai. En innumerables ocasiones, incluso intentó matar a Zuko ella misma. Uno de estos intentos de asesinato dio lugar a una de las frases más espeluznantes de Azula: "Estoy a punto de celebrar que soy hija única". Por último, Azula hizo trampas en el Agni Kai que acabó con su breve reinado como Señor del Fuego. Atacar a Katara en medio de su duelo fue algo bajo, incluso para Azula.