5 veces que nos sentimos mal por Boruto (y 5 que no)

Como personaje, Boruto es bastante complejo. Por un lado, tiene retos y momentos con los que los fans pueden identificarse y entender, hasta el punto de sentirse mal por él. La lucha que tiene con su padre es la que tiene mucha gente en la realidad. Siempre quiere la atención de su padre, y se enfada progresivamente cuanto más no la consigue.

Por otro lado, parece tener todos los rasgos negativos que Naruto tenía de niño, excepto que esos rasgos parecen amplificarse en un grado aún mayor con Boruto, lo que hace difícil sentirse mal por él en absoluto.

Al principio del anime, Boruto se encargó de ayudar a proteger a Denki, un compañero de la academia. Denki había sido molestado sin descanso por unos matones y, debido a la influencia de Sumire, decidió vengarse de ellos mientras estaba en el vagón del Tren del Trueno. Boruto consiguió evitar el desastre, deteniendo a Denki y estrellando el carruaje inofensivamente contra la cara de su padre en la Roca del Hokage. Sin embargo, la aldea no estaba muy contenta con el daño causado al monumento, y Boruto fue suspendido.

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Cuando Naruto estaba jurando su cargo, Himawari quería llevar uno de sus juguetes. A Boruto le preocupaba que se quedara cargando con él todo el tiempo, lo que lo avergonzaría frente a sus amigos. Es comprensible que a esa edad quisiera parecer guay delante de sus amigos, pero la forma en que lo hizo fue terrible. Tras un tira y afloja entre los hermanos Uzumaki, el peluche se rompió. Boruto no tenía a nadie más que a él mismo para culpar la ira que Himawari tenía hacia él.

El enfado de Boruto con su padre era injusto a veces, pero Naruto también cometió su parte justa de errores, lo que ayudó a afirmar la opinión de Boruto. Un ejemplo es cuando Naruto no acudió a la cena mientras la nueva amiga de Boruto, Mitsuki, estaba presente.

Fue una patada en los dientes para Boruto, demostrando que una vez más, Naruto se preocupaba más por su trabajo como Hokage que por su hijo. Dadas las circunstancias, Naruto probablemente tenía razón en marcharse, pero Boruto también tenía todo el derecho a enfadarse por la situación.

Al principio, es completamente comprensible que Boruto se emocione al descubrir su nuevo ojo. Había recibido un sueño de Toneri diciéndole lo importante que era su nuevo ojo, y dado que su madre es una Hyuga, tiene sentido que piense que ha activado el Byakugan de alguna manera. Lo que arruina todo es cómo Boruto ignora a todos cuando le dicen que probablemente no sea así. Hanabi tiene que golpearle con la verdad durante su sesión de sparring, haciendo que después haga pucheros como un niño.

Hay ejemplos más atroces de la negligencia de Naruto hacia Boruto, y esto es mucho más sutil que perderse un cumpleaños, pero, lamentablemente, Boruto ya estaba haciendo planes para hacer cosas con Sarada en lugar de con su padre en el Día de los Padres y los Hijos. El hecho de que Boruto ya supiera que su padre no iba a hacer nada con él es imperdonable por parte de Naruto. Es aún peor por el hecho de que Naruto creó la fiesta en primer lugar. Al menos se las arregla para hacer tiempo al final del día para su hijo.

Es difícil sentirse mal por un personaje que se comporta como un completo mocoso, y ese fue el caso de la brillante idea de Boruto de desfigurar la Roca del Hokage para llamar la atención de su padre. Consiguió tener éxito, pero no de la forma que esperaba.

Esperaba que Naruto le ayudara a limpiar sus grafitis para que pudieran pasar tiempo juntos. En lugar de eso, se vio obligado a hacerlo él mismo y lo dejó para culpar a su padre de todo lo que era su propia culpa.

La lenta unión entre los miembros del Equipo 7 es uno de los aspectos más destacados del anime. Al principio, ninguno de ellos se muestra tan entusiasmado con el otro, pero todos se convierten en una familia, al igual que el Equipo 7 original. Al igual que en el equipo de Naruto, tanto Sarada como Boruto tienen que ir en contra de la voluntad de la aldea para traer de vuelta a su amigo y demostrar que no es un traidor. Es difícil no sentirse un poco mal por Boruto durante el proceso, ya que acababa de empezar a mejorar su relación con su padre y, sin embargo, se vio obligado a desobedecer sus órdenes.

Naruto ha hecho muchas cosas para ganarse la ira de Boruto, pero salir en una misión importante para hablar con Sasuke no es una de ellas. Por muy bonito que sea para Naruto esperar a que Boruto llegue con una bolsa de comida, el tiempo es esencial, y no puede permitirse perderlo. Para empeorar las cosas, Boruto podría haber simplemente perseguido a su padre si realmente quería verlo, tal como Sarada hizo con Chocho. En cambio, resopló como un niño.

Ningún acontecimiento en Boruto hizo que Naruto se viera peor que cuando faltó a su promesa a sus hijos. A pesar de lo importante que es el puesto de Hokage, le había prometido a Boruto que estaría allí para el cumpleaños de Himawari, incluso después de haberse perdido el de Boruto. Ver desaparecer a su clon sombra mientras la tarta caía al suelo fue desgarrador para ambos niños. Boruto tenía todo el derecho a estar enfadado con su padre por haberle mentido de la forma en que lo hizo. Una cosa es estar demasiado ocupado y otra intentar fingir como si estuviera allí.

El razonamiento detrás de la decisión de Boruto de usar a Kote siempre iba a ser infantil, y nunca se ganaría un poco de simpatía de nadie. Desde el principio de la serie, siempre quiso demostrar que era más fuerte que su padre. Por eso buscó a Sasuke y por eso estaba tan intrigado por el Kote. Nunca tuvo en cuenta a nadie más, lo que le hizo parecer un idiota egoísta. Se sintió más bien reivindicado al ser atrapado que triste.