La Torre de Dios se vuelve aún más política

ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene spoilers de la temporada 3, episodio 72 (capítulo #489) de Tower of God de SIU, ahora disponible en inglés en Webtoon.

El mega éxito de Webtoon Tower of God siempre ha tenido un fuerte trasfondo político. Al fin y al cabo, toda la torre es una alegoría de una sociedad basada en las clases, con Jahad y las Diez Familias de la Torre titular en la cima del statu quo, seguidos por los de alto rango, los de rango normal y los regulares, junto con varias minorías al margen de la sociedad. Además, toda la trama gira en torno a varias facciones políticas enfrentadas que luchan a favor o en contra del gobierno de Jahad. Todas estas facciones tienen sus propios objetivos y visiones de lo que quieren conseguir.

No es de extrañar, pues, que las historias de algunos personajes sean también algo políticas: Las de Cha y Dowon, por ejemplo, que tratan de un grupo de revolucionarios fracasados que intentaron desafiar a Jahad en la antigüedad y acabaron sacrificándose para proteger a su pueblo.

Sin embargo, ningún personaje secundario ha sido tan largo, detallado o claramente politizado como el de Lo Po Bia Haratcha, comandante de la Tercera División del Quinto Cuerpo del Ejército. Revelada en el capítulo 489, podría ser una señal de que Tower of God se está volviendo aún más política... o podría ser simplemente una extensa historia de fondo para un personaje interesante. No obstante, merece la pena analizar la historia por sus implicaciones para los demás personajes de la serie y la construcción del mundo.

La historia de Haratcha puede resumirse en lo siguiente: en contra de su apariencia, no nació como felino, sino que fue miembro de los Rashangs, una pequeña pero orgullosa raza minoritaria. Haratcha fue reclutado por el mejor felino, Lo Po Bia Yasratcha, después de convertirse en un ranker, que siguió cuidando económicamente a los Rashangs yendo a la guerra por los felinos. Pero su gente se volvió codiciosa y empezó a pedirle demasiado a Haratcha, algunos incluso querían reemplazarlo. Aunque al principio satisfacía todas sus necesidades, los Rashangs se volvieron débiles y sólo sabían pedir más sin trabajar ellos mismos. Con el tiempo, los Rashangs se convirtieron en una carga tan grande que Haratcha decidió matar a toda la raza él mismo.

La historia de fondo no es demasiado complicada, pero es una gran manera de construir el carácter de Haratcha y muestra cómo su pensamiento cambió a medida que se volvió más felino. Al final del capítulo, también nos enteramos de que siempre se sintió culpable por su comportamiento genocida, pero seguía justificando sus acciones al convertir en villano a su propio pueblo. Antes de su muerte, se da cuenta de que su amor por su pueblo fue su verdadera perdición. Acaba siendo una historia bastante conmovedora y trágica de amor ciego y exceso de indulgencia. De hecho, es casi shakespeariana.

En un nivel más amplio, la historia se vuelve aún más problemática. En la superficie, es una crítica a la pereza y la codicia. Los Rashing se volvieron codiciosos cuando dejaron de valerse por sí mismos y pasaron a depender únicamente de la trabajadora Haratcha. Este tipo de pensamiento está muy extendido en Corea, donde la meritocracia, o la creencia en "ganarse el valor", es la ideología central de la generación joven. En este capítulo de La Torre de Dios, Haratcha se da cuenta de que "desarrollaron el hábito de exigir igualdad... pero no se esforzaron por hacer las cosas verdaderamente iguales". Esta frase es un gran ejemplo del pensamiento meritocrático.

Sin embargo, los rashangs tienen motivos para exigir igualdad, ya que no se les trató de forma tan igualitaria como a los felinos, e incluso se enfrentaron a un genocidio porque se les consideraba una carga. Haratcha se limitó a darles recursos sin ayudarles realmente a ser independientes o autosuficientes, por lo que no es del todo justo culpar a los rashangs de su propia desaparición. Este tipo de pensamiento sobre la pereza y la codicia se utiliza a menudo a lo largo de la historia como excusa para oprimir a los grupos minoritarios.

Dicho esto, no hay que apresurarse a condenar esta historia por impulsar ideologías opresivas. Lo realmente ingenioso de este capítulo de la Torre de Dios es que la historia de Haratcha contrasta con la ideología de Yu Hansung. Yu ha estado recorriendo la Torre para fomentar la resistencia contra el régimen de Jahad, pero nunca se queda en una nación el tiempo suficiente para ayudarla a luchar. Haratcha le llama hipócrita por ello.

Hansung acepta de buen grado la caracterización de Haratcha y admite que su único objetivo es derribar el mundo de Jahad. Utiliza a los que están dispuestos a luchar contra Jahad y abandona a los que no lo hacen, todo para su propio beneficio. Es utilitario, pero nunca se apiada ni desprecia a los débiles, a diferencia de Haratcha, y por eso acaba imponiéndose a Haratcha.

El capítulo 489 nos muestra que el creador de la serie, SIU, es realmente un escritor lleno de matices, capaz de demostrar los méritos y los fracasos de múltiples ideologías políticas contrastadas. En el corazón de Tower of God, SIU trata de demostrar las dificultades de las minorías a través de varios puntos de vista, incluyendo los oprimidos, los opresores y los revolucionarios. En este caso, Haratcha representa cómo los felinos y la clase dominante ven a las "razas débiles", mientras que Yu Hansung representa la resistencia, aprovechando la arrogancia de los opresores. Y, sorprendentemente, ambas ide ologías pueden explicar por qué hay que derrocar el gobierno de Jahad.

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