Alucina con la historia real de la muñeca Annabelle
Alucinarás con la historia real de la muñeca Annabelle.
Las muñecas Raggedy Ann Doll siempre han tenido una fama de lo más macabro a pesar de su inocente e infantil aspecto. Asesinos en serie obsesionadas con ellas, iconos en comics de terror y, sí, Annabelle.
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Porque olvidaos de esta Annabelle como una muñeca de porcelana y decidle hola a una Annabelle de trapo cuya maldad se esconde mejor entre costuras y tela áspera.
Su historia real comienza en 1970, cuando una madre regalaba a su hija una muñeca ya vintage para la época para que le hiciese compañía en sus años universitarios lejos del hogar familiar. Y ahí, mis queridos amigos, empezó la fiesta.
Primero, Annabelle comenzó a aparecer en posturas diferentes y cada vez más extrañas, sin que nadie hubiese entrado en la habitación. Poco después, comenzaron los mensajes, mensajes de auxilio bajo la muñeca, escritos con letra temblorosa. Y luego llegó la sangre que parecía proceder de... la propia muñeca.
Esta escalofriante cadena de sucesos obligaría a propietaria y compañera de piso a contactar con una medium, que pudiese aclarar qué demonios (nunca mejor dicho) estaba ocurriendo allí. Y, por primera vez, ésta les hablaría de Annabelle Higgins, una niña de siete años que había fallecido en la casa y que ahora poseía a la muñeca.
Como la cosa se fue volviendo cada vez más extraña y siniestra, sobre todo cuando el novio de una de ellas llegó a sentir como la muñeca lo trataba de estrangular, le arañaba salvajemente o provocaba desplazamientos de muebles y sonidos de garras en una verbena poltergeist.
Y es en ese momento cuando entró en juego el matrimonio Warren, quienes tras algunas investigaciones, descubrieron qué demonios (nunca mejor dicho, bis) le había pasado a la muñeca y contactaron con un reverendo para que limpiase muñeca y casa de la presencia de aquel ser maléfico mediante un rito de exorcismo. Como la limpieza no les resultó del todo satisfactoria, decidieron llevarse la muñeca con ellos, para poder estar más tranquilos y, sí, exponerla en su museo.
Hasta hoy, la muñeca Annabelle real no ha vuelto a desplegar su poder maléfico. Solo que ahora, con la popularidad obtenida por la película, sería su momento, ¿no creéis?