Attack On Titan: 5 duras realidades de ser un Ackerman (y 5 ventajas)

El clan Ackerman sigue siendo una de las líneas de sangre más misteriosas de Attack On Titan. Hay muy pocos miembros que los fans puedan ver. Kenny, Levi y Mikasa han lidiado con los aspectos positivos y negativos que conlleva ser un Ackerman.

Los Ackerman son conocidos por sus habilidades sobrehumanas, pero poco se sabe de todas las penurias que tuvo que pasar el clan para llegar a donde está ahora. El dolor y el sufrimiento de sus antepasados siguen siendo una pesada carga para la generación actual.

El Clan Ackerman juró guardar el secreto y no se le permitió hablar del pasado del Imperio de Eldian. La existencia del propio clan también se perdió a lo largo de la historia, ya que no se puede encontrar ninguna mención de su nombre en ningún documento público.

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La actual generación de Ackerman apenas sabe nada de sí misma ni de su origen. Su existencia sólo se encuentra en historias y leyendas contadas por la Familia Real.

Pensar rápido puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en el universo de Attack On Titan. La inteligencia juega un papel fundamental a la hora de entrar en combate contra los Titanes. Los Ackerman no solo son capaces de luchar contra los Titanes con pura fuerza, sino que también son los encargados de crear y ejecutar las estrategias de batalla.

Estas habilidades les proporcionan una gran capacidad de liderazgo porque son capaces de predicar con el ejemplo. Cuando los demás miembros del Cuerpo de Inspección los ven planificar los distintos resultados de la batalla, les da una sensación de paz porque creen que vivirán para ver otro día.

El Imperio de Eldian realizó experimentos que condujeron a la creación accidental del linaje Ackerman. Estaban investigando la ciencia de los Titanes, lo que llevó a la existencia del clan. Al terminar su investigación, se vieron obligados a proteger al Rey de Eldian. Se ejerció mucha presión sobre ellos para que la humanidad sobreviviera más allá de la era de los Titanes.

Kenny Ackerman tenía una estrecha relación con la Familia Real y empezó a trabajar para Uri Reiss, que fue el Rey en un momento dado. Aunque esto parece positivo, Kenny planeó traicionar a la Familia Real cuando descubrió que le estaban utilizando por su fuerza como Ackerman.

Los eldianos de sangre pura son la única raza capaz de convertirse en titanes cambiantes. Mikasa y Levi son medio Ackerman, por lo que son inmunes a los poderes del Titán Fundador. Los miembros del clan asiático tampoco son súbditos de Ymir, por lo que Mikasa, que es mitad Ackerman y mitad asiática, no puede heredar un Titán.

No tienen que lidiar con una vida acortada ni preocuparse por ser controlados por el titular del Titán Fundador. Los Ackerman están hechos para proteger a la humanidad de los Titanes y no tendría sentido que tuvieran que soportar el destino de convertirse en un Titán.

Tras el colapso de la Familia Real y del Imperio de Eldian, el Clan Ackerman fue cazado hasta casi su extinción. Huyeron en busca de seguridad dentro de las murallas, pero como el Rey no podía controlarlos, decidió que sería mejor matarlos a todos. El Rey tenía miedo de que los Ackerman lo derrocaran y decidió que la erradicación de su linaje era la única manera de proteger a los Eldianos.

Por temor a ser diezmados y para proteger a sus hijos, los Ackerman hicieron un voto de silencio para no hablar nunca de la existencia de su clan. La combinación de la caza y el voto es lo que efectivamente erradicó al clan Ackerman.

Los experimentos que condujeron a la creación de su clan les dieron muchas habilidades mejoradas, como la fuerza sobrehumana. Kenny es conocido como El Destripador por ser un asesino a sangre fría. Utiliza su fuerza para matar a otras personas, lo que le permite sobrevivir. Mikasa puede luchar y matar a un grupo de Titanes ella sola y Levi es conocido como el soldado más fuerte de la humanidad.

Fueron creados para resistir los ataques de los Titanes y proteger a la humanidad. Son guerreros innatos criados para luchar, lo que demuestra que están destinados a ser luchadores que superan tanto a la persona media como al Titán medio.

Para obtener las habilidades de los Ackerman, cada miembro del clan debe experimentar un grave trauma para despertar sus poderes dormidos. Mikasa despertó sus poderes para proteger a Eren y a ella misma. El asesinato de sus padres fue el momento que cambió su vida para siempre. Las habilidades de Mikasa se activaron cuando Eren le dijo que luchara, lo que le permitió enfrentarse a los criminales de su casa.

El despertar está determinado por el modo de lucha o huida. Sus instintos les permiten fortalecerse, pero no sin sufrir primero. Si un Ackerman nunca experimenta un trauma mental, no podrá adquirir ninguna habilidad. El dolor y el sufrimiento dejan a los Ackerman con un pasado que les afectará para siempre.

Los Ackerman no sólo son fuertes, sino también rápidos. Su velocidad y agilidad superan a la del Titán medio. La rápida capacidad de reacción de Levi le ayudó a derribar a un Titán cuando era niño. Estas habilidades también son evidentes cuando Mikasa, Kenny y Levi utilizan el equipo ODM a lo largo de la serie. Sus habilidades no tienen parangón con las de una persona normal.

También se ha dicho que Levi es más rápido que el Titán de la Quijada. Su capacidad para mantener la velocidad y permanecer ágil en todo momento es una herramienta que le ayuda a mantenerse con vida.

En el arco del Gobierno Real, Kenny explica que los poderes de los Ackerman también se heredan. Para que las habilidades pasen de una generación a otra, un heredero anterior debe morir. Al igual que en el caso de los Titanes Cambiantes, su despertar depende de la pérdida de alguien cercano, como el asesinato de los padres de Mikasa o la muerte de la madre de Levi.

Los recuerdos y habilidades del clan también están vinculados a los de los demás, que sólo pueden transmitirse con la muerte. Si no hay pérdida de vidas, los poderes no se transmitirán a la siguiente generación de Ackerman.

La existencia del Clan Ackerman proviene de la alteración de la línea de sangre eldiana a nivel genético. Los experimentos crearon un grupo de personas que ya no tenían ningún vínculo con el Titán Fundador. A los Ackerman no se les puede borrar la memoria ni cambiarla de ninguna manera, lo que les permite percibir el mundo tal y como debe verse. Así, su juicio y sus acciones no están predeterminados por una fuerza externa.

Pueden pensar y actuar con su propia fuerza de voluntad y autonomía. Son libres de actuar como les parezca sin tener que preocuparse de que el Titán Fundador esté controlando sus recuerdos entre bastidores.