Avatar: 10 formas en las que Aang es diferente a cualquier otro protagonista de shonen

Por muy querido que sea el género shonen, no es raro que las series estén llenas de clichés y tropos, sobre todo cuando se trata de los protagonistas. Aunque cada uno tiene sus propios rasgos que lo diferencian del resto, Aang, de Avatar: The Last Airbender, es sin duda uno de los más singulares.

Desde su profunda e interesante historia de fondo hasta su sentido del humor, Aang es un personaje que rompe muchas de las expectativas que los espectadores podrían tener para un típico protagonista shonen. Esto, junto con muchas otras cosas, ha contribuido a impulsar la serie hasta la popularidad de la que goza actualmente.

Aunque muchos protagonistas de shonen comienzan sus respectivas series siendo niños, es bastante típico que se les envejezca hasta la mitad de la adolescencia para hacerlos más afines a un público de esa edad. Aang, en cambio, comienza la serie con sólo doce años y parece tener una personalidad más orientada a los niños que a los adolescentes.

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Por supuesto, aunque Aang tenga biológicamente sólo 12 años, en realidad tiene más de un siglo, ya que, cuando comienza la serie, lleva cien años congelado en el hielo. Contando con esto, el Avatar es bastante mayor que el típico héroe shonen.

Al ser un personaje más joven que otros protagonistas, el humor y la personalidad de Aang sin duda resonarán con fuerza entre el público joven. Sin embargo, a medida que crece junto a sus amigos, los espectadores de más edad también encontrarán muchas cosas que les gusten del joven Avatar. La combinación de un humor a veces inmaduro con la historia de un joven que se convierte en una persona más madura se desarrolla a lo largo de la serie y le ayuda a atraer a una gran audiencia.

No es infrecuente, y de hecho es probablemente más un tropo, que el protagonista de una historia shonen comience con una historia trágica, como ocurre con Tanjiro en Demon Slayer, o Eren de Attack On Titan. Estos orígenes oscuros suelen conducir a un personaje principal más sombrío o enfadado.

Aang no es una excepción al tropo de la historia trágica, ya que todo su pueblo, los Nómadas del Aire, fue aniquilado por la Nación del Fuego un siglo antes del comienzo de la serie. Pero, a pesar de ello, Aang consigue mantener su humor infantil y su sentido de la maravilla, salpicado de momentos de seriedad que reflejan la carga que se le ha impuesto.

En muchos aspectos, Aang se comporta como si tuviera su edad, como se ve en las bromas y travesuras que hace a lo largo de la serie. Sin embargo, a pesar de todo esto, como miembro de los Nómadas del Aire y, sobre todo, como Avatar, lleva consigo una sabiduría y una espiritualidad muy arraigadas que contradicen su corta edad. Su origen, junto con las responsabilidades que lleva consigo, le ayudan a crecer y a madurar de niño a joven a medida que avanza la serie, y en los últimos episodios, el joven Avatar ha progresado mucho como persona desde el principio de la serie.

En muchas series shonen, es bastante típico que el personaje principal comience débil antes de que su entrenamiento y experiencias lo forjen en el poderoso héroe que está destinado a ser. No es el caso de Avatar: The Last Airbender, donde Aang comienza la serie siendo ya bastante poderoso.

Esto no quiere decir que no crezca y desarrolle sus poderes a medida que avanza la serie, pero incluso cuando ésta comienza, ya es un maestro de Aire-control, como demuestran sus tatuajes. A los doce años, esto le convierte en la persona más joven en dominar el elemento en la historia.

Aunque muchos héroes shonen se encuentran como parte de un equipo, trabajando juntos para derrotar a su enemigo común, a menudo destacan como el miembro más importante de su grupo, aquel sobre el que recae el éxito. Curiosamente, a pesar de que Aang es el Avatar, realmente no habría triunfado si no fuera por la fuerza de sus amigos y aliados. No se puede subestimar la importancia del equipo Avatar en la derrota del Señor del Fuego Ozai. Sin Katara, Toph, Zuko e incluso Sokka, el viaje de Aang habría sido seguramente mucho más duro y muy posiblemente habría terminado con una victoria de los antagonistas.

Aunque, a menudo, el protagonista de una serie shonen ocupa el centro de la historia, Avatar es la excepción a esta regla. De hecho, Aang ni siquiera aparece hasta la mitad del primer episodio, y los espectadores experimentan la introducción a la historia a través de los ojos de Sokka y Katara. Esta tendencia se mantiene a lo largo de toda la serie, en la que se da gran importancia al desarrollo de todos los personajes del equipo Avatar, dándoles a cada uno de ellos el protagonismo y la oportunidad de brillar, sin que ninguno de ellos se vea realmente eclipsado por la presencia del Avatar.

Es natural que el protagonista de la serie sea el personaje más popular. Suelen ser los personajes más fuertes y desarrollados dentro de sus historias, y muy a menudo se utilizan como cumplimiento de deseos para su público.

Sin embargo, sería difícil decir que Aang es el personaje más popular de Avatar: The Last Airbender. Ese honor puede ser muy disputado, pero a menudo se atribuye a los favoritos de los fans, Toph, el descarado y duro Maestro Tierra, o Zuko, el personaje con uno de los mejores arcos de redención de todos los tiempos.

La historia de Avatar: The Last Airbender es una de las más singulares jamás creadas en el género; aunque incorpora muchos elementos conocidos, la historia que cuenta es realmente creativa y desafía la mayoría de las expectativas. Gran parte de la historia transcurre con los numerosos personajes perseguidos por su futuro aliado Zuko y los demás antagonistas que presenta la serie, lo que proporciona mucha tensión, ya que el Equipo Avatar debe luchar por encontrar una forma de derrotar al Señor del Fuego Ozai y, al mismo tiempo, evitar a los que pretenden capturar y matar al Avatar.

En las series shonen suele haber mucho en juego, pero en El último maestro del aire no hay nada más alto que eso. Aang es el Avatar, y su espíritu forma parte de una larga línea de figuras que se remontan al pasado, encargadas de mantener el equilibrio en el mundo. Mientras que muchos Avatares tienen tiempo para aprender a controlar sus poderes y adquirir la sabiduría necesaria para cumplir con estas obligaciones, Aang nace en un momento de gran agitación, ya que la Nación del Fuego busca conquistar el mundo y casi lo ha conseguido. No hace falta decir que la lucha a la que se enfrenta Aang es una de las más grandes de cualquier héroe del género.