Avatar: 10 personajes que no merecen el odio

No hay antagonistas claros en Avatar: El último maestro del aire, aunque el Señor del Fuego Ozai se esfuerza por encasillarse como un villano clásico. La mayoría de los personajes de la historia intentan dar sentido al mundo desde sus propias perspectivas, ciertamente estrechas, lo que naturalmente provoca fricciones y conflictos cuando sus opiniones chocan con la realidad.

Muchos personajes son despreciados por el papel que desempeñan en Avatar, sobre todo los que impiden activamente los intentos heroicos del Equipo Avatar, pero otros exhiben vetas de independencia que tienden a resultar egocéntricas. Dicho esto, algunos personajes se ganan niveles de odio que no están del todo justificados en el contexto de sus acciones.

Las tácticas incendiarias de Jet funcionan bien con sus jóvenes subordinados, e incluso Aang y Katara se enamoran de sus encantos de Robin Hood adolescente.

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El Equipo Avatar tiene un duro despertar cuando se descubre el plan secreto de Jet, pero éste se niega a abandonar su camino de violencia, sin importar cuántas vidas inocentes se destruyan. Dicho esto, no es difícil que la gente empatice con los métodos de Jet, dado que sus padres fueron asesinados por la Nación del Fuego.

El talento del maestro Yu le hace conseguir un trabajo en la finca de Beifong, donde "enseña" a Toph los rudimentos de la Tierra-control, al menos hasta que descubre que ella es una maestra mucho mejor que él.

Sorprendentemente, no se toma esta constatación como un insulto personal y, en cambio, elogia a Toph por sus majestuosas habilidades delante de su padre. El maestro Yu es una persona auténtica en el fondo, a pesar de su voluntad de secuestrar a Toph y obligarla a volver a casa.

Chit Sang interfiere continuamente en el plan de Sokka para escapar de la prisión de Boiling Rock, insistiendo en su participación a cambio de su silencio. Es un personaje de corazón frío, que abandona a sus supuestos amigos porque los percibe como un peso muerto.

Por otro lado, Chit Sang no se chiva de la presencia de Sokka y Zuko, sino que redirige la atención de las autoridades hacia un guardia particularmente odioso, matando dos pájaros de un tiro en el proceso.

Es de suponer que el Señor del Fuego Azulon ha nacido en un mundo a merced de la Nación del Fuego, lo que explica que elija seguir las estrategias tiránicas de su padre Sozin.

Sus ejércitos y armadas destruyen el Reino de la Tierra y la Tribu del Agua del Sur, y su gusto por la conquista marcial parece no tener límites. Sin embargo, Azulon no es ni la mitad de cruel ni de repugnante que Ozai, algo que se ve corroborado por el amor que Iroh siente por su padre.

Las gemelas idénticas confidentes de la princesa Azula, Lo y Li, viven a través de los logros sanguinarios de su señora. Sus consejos ayudan a Azula a mejorar su enfoque de Zuko, ganándose el honor de hablar en nombre de la princesa después de conquistar formalmente Ba Sing Se.

Sin embargo, Lo y Li se llevan la peor parte del colapso psicológico de Azula, obteniendo un castigo bastante confuso por hablar fuera de turno: Azula ordena el destierro de Lo mientras señala a Li.

Los mundos humano y espiritual se han mantenido separados desde la era de la Convergencia Armónica que dio origen al Avatar Wan, pero los espíritus siguen revoloteando entre ambos mundos en ocasiones. Uno de los ejemplos más destacados es Wan Shi Tong, un búho bibliotecario cuyo único deseo es adquirir y preservar el conocimiento de todos los rincones del planeta.

Se enfurece cuando el Equipo Avatar le engaña e intenta que los maten por su engaño, una respuesta innecesariamente hiperbólica. Al mismo tiempo, el odio de Wan Shi Tong hacia el belicismo humano está completamente justificado.

El general Hierro Viejo aparece en La Grieta, una trilogía de novelas gráficas ambientada dos años después del final de la Guerra de los Cien Años. Muestra una desmesurada hostilidad hacia los seres humanos, principalmente hacia aquellos que considera responsables de la muerte de su querida Lady Tienhai, pero también por su absoluto desprecio a la santidad de la naturaleza.

Desgraciadamente, la tímida paz negociada entre el Viejo Hierro y el Avatar Yangchen es rota por los Rinos Rudos, obligando a Aang a luchar contra el antiguo espíritu hasta someterlo.

El talento de Hama para el agua-control es muy impresionante, sobre todo si se tiene en cuenta que tuvo que desarrollarlo en secreto durante su tiempo de exilio, lejos de su querido hogar en la Tribu del Agua del Sur.

Es la primera Bloodbender conocida de la franquicia Avatar, y transmite sus mórbidas habilidades a su involuntaria alumna, Katara. La sed de venganza de Hama la lleva a cometer horribles crímenes contra personas inocentes. Sus crímenes pueden ser imperdonables, pero tienen su origen en la fuente de su trauma.

El Rey de la Tierra Kuei habría vivido toda su vida dentro de la muralla más interna de Ba Sing Se, con su Gran Secretaría alimentándole con mentiras sobre la paz y la prosperidad.

Su ignorancia e ingenuidad rozan la exasperación, sobre todo porque se niega a entrar en razón hasta que el Equipo Avatar le muestra el taladro de la Nación del Fuego alojado en el Muro Exterior. Sin embargo, la incapacidad de Kuei para gobernar su reino no es del todo culpa suya, y se convierte en un gobernante mucho más capaz en sus últimos años.

La mente astuta de Azula y su fuerza abrumadora la convierten en una antagonista excepcionalmente difícil en Avatar, hasta el punto de que se convierte en el mayor obstáculo de Zuko en el final de la serie. Demuestra una compasión casi nula por los demás, e incluso sus amigos más cercanos, Mai y Ty Lee, sólo la apoyan por miedo (hasta que no lo hacen).

Sin embargo, el ego y el narcisismo de Azula se remontan al estilo de crianza tóxico de Ozai, que alaba a su hija por ejercer su autoridad incluso si eso significa hacer daño a otras personas, un concepto que ella se ve incapaz de desaprender.