Avatar: 10 veces que Katara fue la mejor compañera de Aang

Avatar: El último maestro del aire es una serie de animación de fantasía protagonizada por el nómada del aire Aang. La Guerra de los Cien Años seguía en marcha y, con el Avatar Roku desaparecido, le tocaba a Aang restaurar la paz mundial y acabar con el Señor del Fuego Ozai. Pero primero necesitaba un equipo.

El dúo de hermanos Sokka y Katara descubrió a Aang en un iceberg, y han sido los mejores aliados de Aang desde el comienzo de la serie. En particular, Katara ha sido una compañera y amiga esencial para Aang. Le ha apoyado de una forma que nadie más en Avatar podría hacerlo.

Hace un siglo, Aang entró en el estado Avatar y se congeló a sí mismo y a su bisonte Appa en un iceberg, sin poder escapar. En el presente, Katara y Sokka lo encontraron y lo ayudaron a liberarse. Aang estaba aturdido y desorientado tras un siglo de sueño en el hielo.

10 veces que Korra fue mejor avatar que Aang

Avatar: 5 veces Katara estuvo mejor con Zuko (y 5 veces estuvo perfecta con Aang)

Sokka desconfiaba de Aang al principio, pero Katara le acogió calurosamente en su tribu nativa del Agua del Sur y le ayudó a recuperarse, al igual que su abuela. Este tipo de hospitalidad era justo lo que Aang necesitaba.

Aang y sus nuevos amigos partieron hacia la lejana Tribu del Agua del Norte y, por el camino, visitaron el Templo del Aire del Sur, el antiguo hogar de Aang. Aang quedó devastado cuando lo vio. El templo estaba en ruinas tras el asalto de la Nación del Fuego 100 años antes.

Cuando Aang vio los restos esqueléticos del Monje Gyatsos, entró en el Estado Avatar en su conmoción y dolor, y podría haberse perdido si no fuera por Katara. Ella ayudó a calmar a Aang, lo que le permitió salir del estado Avatar y empezar a procesar su pena adecuadamente.

Casi al final del Libro Uno: Agua, Aang llegó a la Tribu del Agua del Norte, y cuando el brutal Almirante Zhao la asedió, Aang tuvo que actuar con rapidez. El aprendiz de Avatar fue escoltado hasta el Oasis Espiritual para meditar y conseguir la ayuda de los espíritus, pero necesitaba que alguien custodiara su cuerpo.

Mientras Aang estaba en el mundo de los espíritus, Katara arriesgó su vida para vigilar a Aang y, efectivamente, apareció el príncipe canalla Zuko. Katara ganó horas de tiempo a Aang en una batalla, aunque cuando salió el sol, Zuko dominó a Katara y finalmente capturó a Aang.

Al principio del Libro Dos: La Tierra, el grupo de Aang tuvo que atravesar una vasta red de cuevas para llegar sigilosamente a Omashu, la Cueva de los Dos Amantes. Sin embargo, los visitantes tienden a perderse allí, y los Gaang se separaron. Las cosas parecían funestas hasta que Aang y Katara, que estaban solos, se dieron cuenta de algo.

Tras un malentendido inicial, Aang y Katara se abrazaron como amantes. Como era de esperar, ese acto iluminó la cueva y les mostró el camino de salida. El Gaang se reunió pronto y llegó a Omashu, justo a tiempo para ver el estandarte de la Nación del Fuego ondeando sobre la ciudad.

La princesa Azula supervisó personalmente el uso de un enorme vehículo taladro para entrar en la gran ciudad de Ba Sing Se, y los Gaang tuvieron que hacer algo al respecto. Aang tomó prestada una filosofía de combate de Toph, y decidió debilitar y desestabilizar el taladro antes de asestar el golpe final.

Katara fue la compañera de Aang en este esfuerzo. Ambos usaron el agua-control para dañar docenas de puntales de soporte dentro del taladro, y nadie más que Katara podría haber ayudado a Aang. Luego, Aang salió del taladro y usó poderosos dobleces para clavar una enorme cuña de piedra en el taladro para finalmente destruirlo.

Los Gaang se enfrentaron a Azula y a los Dai Li debajo de Ba Sing Se en el final de temporada, y el resultado fue terrible. Zuko se puso del lado de su hermana en contra de los Gaang, y cuando Aang entró en el estado de Avatar, Azula lo golpeó con un rayo y casi lo mata.

Afortunadamente, Katara estaba allí para rescatar a Aang y escapar del campo de batalla con él, lo que salvó la vida de ambos. Poco después, Katara utilizó agua especial para curar la herida de Aang, lo que le ayudó a recuperarse. Si no fuera por Katara, el ciclo Avatar podría haber terminado ese día.

En el Libro Tres: Fuego, los aliados reunidos se prepararon para atacar directamente a la Nación del Fuego. En los días previos a este momento, Aang había estado terriblemente ansioso y temeroso de enfrentarse a su destino. Afortunadamente, superó su miedo, y momentos antes de que comenzara la invasión, Katara volvió a hablar con Aang.

Katara le dio a su amigo y aliado una breve pero significativa charla de ánimo, recordándole que éste era su destino y que estaba absolutamente preparado para luchar y ganar. Eso era justo lo que Aang necesitaba oír, y se lo agradeció a Katara con un rápido beso, que la tomó por sorpresa.

Hasta que Aang conoció a Pakku en el Norte, Aang sólo tenía a Katara para enseñarle el agua-control, y eso dio sus frutos. Katara se sorprendió, e incluso envidió, al ver que Aang aprendía rápidamente a controlar el agua, ya que el agua y el aire son bastante similares. Entonces Katara encontró un pergamino especial en manos de unos piratas.

Katara liberó ese pergamino de agua-control de los pícaros, y luego practicó los movimientos avanzados mostrados en ese pergamino. Aang hizo lo mismo, y practicaron todo tipo de movimientos elegantes juntos mientras se aventuraron hacia el Norte. Siempre es un buen momento para practicar el control.

En un momento dado, Aang se disfrazó de estudiante en una escuela típica de la Nación del Fuego, donde se enteró de que los estudiantes tienen prohibido bailar, lo que a Aang le pareció extraño. Así que Aang invitó a sus compañeros de clase a una cueva aislada, donde empezaron a festejar. Katara ayudó.

Aunque nerviosa al principio, Katara ayudó a Aang a demostrar todo tipo de bailes improvisados en pareja, y acabó divirtiéndose mucho, al igual que Aang. Juntos, inspiraron a los alumnos para que se divirtieran bailando hasta que los profesores acabaron por colarse en la fiesta.

En el episodio "El adivino", los Gaang visitan un pueblo supersticioso del Reino Tierra que vive a la sombra de un volcán que está a punto de entrar en erupción. Aang y Katara no pueden convencer fácilmente a la gente de que evacúe antes de que el volcán entre en erupción, así que deciden utilizar el agua-control y el aire-control para manipular las nubes.

Juntos, Katara y Aang remodelaron algunas nubes para que se ajustaran a la simbología arcana de la adivinación local, y efectivamente, la adivina leyó estas señales y ayudó a la evacuación. Es poco probable que Aang pudiera hacer todo esto solo, necesitaba la ayuda de Katara.