Blue Lock es el anime deportivo que todo el mundo necesita ver
Literalmente, no puedo dejar de hablar de Blue Lock, el anime deportivo que me presentaron como "GranHermano conoce al fútbol". Cuando digo Gran Hermano, me refiero al cutre reality dirigido por una mente maestra que todo lo ve, lleno de desafíos y tácticas traicioneras para ganar. Sí, se podría cambiar por cualquier otro reality para decir lo mismo, pero a mí me encanta Gran Hermano (no seáis tan duros conmigo, es un fenómeno cultural en Australia) y mi socio sabía que la mera mención despertaría mi interés.
Pues bien, tenía razón y ahora he pedido a todos mis amigos weeb que vayan a verla, he rogado a mis compañeros de trabajo a los que les gusta el anime que le den una oportunidad, y ahora estoy aquí para exigir que la amable gente de Internet que está leyendo esto vaya y haga lo mismo.
Para que te pongas al día, Blue Lock trata sobre el desesperado plan de Japón para intentar ganar la Copa del Mundo. Saben que tienen pocas esperanzas de hacerse con el trofeo, así que cogen a 300 futuros jugadores y los enfrentan entre sí en un despiadado programa de entrenamiento llamado Blue Lock para crear al mejor delantero del mundo (piensa en jugadores de la talla de Messi, Ronaldo y Maradona).
10 animes que debes ver si te gusta Blue Lock
Los 10 mejores anime shonen que todo el mundo debe ver en 2024
El truco: los que queden eliminados del Blue Lock nunca podrán jugar al fútbol con su país. Jamás. Con sus carreras deportivas en juego, lo que está en juego es hacerlo o morir. Puede que el castigo no sea la muerte literal, pero para un atleta bien podría serlo. Blue Lock capta perfectamente esta tensión, mostrando la desesperación y la euforia que acompañan a la pérdida o el cumplimiento de un sueño tan elevado.
Con un gancho tan intrigante, es increíblemente fácil involucrarse en la serie. Pero donde Blue Lock destaca para mí es en la forma en que retrata a nuestro "monstruo" interior. Al principio, conocemos a un personaje llamado Bachira, que explica al protagonista, Isagi, que lleva un monstruo dentro. Le dice a Isagi que éste toma el control, consumiéndole y diciéndole lo que tiene que hacer cuando está en el campo. A medida que avanzaba el monólogo del monstruo, me encontré asintiendo agresivamente a la pantalla hasta el punto de empezar a gritar mi afirmación como si Bachira pudiera oírme de verdad.
Lo que describía era un sentimiento que conozco íntimamente, y me cautivó ver mi propia experiencia reflejada en la pantalla de una forma que mi pareja podía entender -que en ese momento empezaba a estar muy preocupada por lo mucho que conectaba con un personaje que describía un monstruo interior-.
Para contextualizar, mi vida fuera de los videojuegos es el fitness. Cuando no tengo un mando en la mano, me puedes encontrar en un escenario con un micrófono en el gimnasio, haciendo ejercicio y entrenando a mis participantes. En ese entorno, un gamertag más apropiado sería CardioQueenAmy, conocida por mi resistencia aeróbica y mis clases notoriamente intensas que aún así consiguen dejar a la gente con una sonrisa en la cara. Y cuando se trata de mi resistencia inusualmente alta, mejor que creas que es porque mi monstruo se apodera de mí para empujarme más allá de mi límite. Blue Lock articula el ego, la pasión, la tenacidad y la ferocidad que se fusionan para crear esa voz monstruosa en nuestras cabezas, la misma que me impulsa a ser mejor instructor de fitness cada día.
Para plasmar este concepto en toda la serie, el talentoso equipo de animación de Eight Bit utiliza los efectos visuales de forma magistral. Cuando un monstruo es liberado o evoluciona, llamas y auras celestiales envuelven al personaje para resaltar su poder. Cada uno de estos momentos está respaldado por una música y unos sonidos excepcionales, que los hacen aterrizar con un impacto perfecto.
Además de una dirección artística brillante, la forma en que el guión manipula a su reparto para contar la historia es sencillamente tentadora. Utilizan a Isagi como peón para transmitir ideas deportivas complejas en lugar de hacer que actúe como ancla emocional de la historia, lo que te mantiene interesado en el concepto independientemente de lo que les ocurra a los personajes principales.
En otras palabras, Blue Lock es un espectáculo con tal delicadeza que impone y merece su atención. Para mí, es perfecto. El drama. La intensidad. La inmersión. Todos los elementos se combinan para crear algo especial que realmente creo que puede mostrar a la gente cómo desarrollar todo su potencial. Ahora discúlpenme mientras voy a buscar a más gente a la que decirle lo mucho que me gusta Blue Lock.
