Clasificación de todos los personajes principales

En cada título de Persona , siempre hay un momento inicial en el que el protagonista de cada juego debe invocar a su Persona por primera vez. Estos Persona iniciales suelen diseñarse con mucho cuidado y comparten algún simbolismo con el protagonista o con el juego en su conjunto. La implementación de estos elementos de la historia varía, y dado que rara vez se habla de las Personas en sí en el juego -especialmente en el caso de los protagonistas "comodín", que manejan múltiples Personas-, los jugadores pueden tener que indagar para desenterrar las partes más profundas de la historia.

El desarrollo de personajes es una parte importante de la franquicia Persona , pero los protagonistas suelen tener carencias en este departamento. Los jugadores que busquen personalidades canónicas en estos protagonistas deben fijarse en las opciones de diálogo, en cómo interactúan otros personajes con el protagonista y en los temas del juego. No es raro que las facetas del protagonista se reflejen en sus Personas iniciales, y eso es lo que las hace tan valiosas desde el punto de vista de la narración. Merece la pena hablar de cada Persona inicial, aunque solo sea por cómo se reflejan en sus invocadores.

Izanagi es el Persona inicial del protagonista en Persona 4, y aunque hay un simbolismo relacionado con su Persona frente a la Persona del asesino, en última instancia no se explica al jugador cuál es realmente el significado de Izanagi. Todos los demás miembros del grupo se enfrentan a una sombra de sí mismos llena de sus secretos más profundos y la vencen para desbloquear su Persona, excepto el protagonista, que invoca a Izanagi tras soñar con él.

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En última instancia, la decepción con Izanagi viene de una combinación de expectativas y de cómo se utiliza realmente. Aunque esto también ocurre con otros Personajes iniciales de la franquicia, Izanagi está destinado a ser sacrificado para crear un nuevo Persona al principio del juego, lo que significa que la mayoría de los jugadores ni siquiera lo usarán a lo largo de su partida.

Seiman Kongou tiene una sinergia y un simbolismo increíbles con el protagonista de Persona 1, si el jugador lee el manga. En la mitología, es una deidad que al principio propagó la enfermedad y la discordia y que finalmente se rededicó como protector. Esto funciona bien con el núcleo de la personalidad del protagonista, que en el manga se divide en un gemelo bueno y otro malo.

Mientras el Naoya Toudou del manga se enfrenta a su trauma infantil y crece como personaje, la versión del juego se mantiene en silencio y estática a lo largo de la experiencia, hasta el punto de que es fácil argumentar que Maki Sonomura es el verdadero protagonista del juego. Seiman Kongou tiene una dinámica interesante y compleja con el protagonista, pero no tiene nada que ver con la realidad.

Arsène, uno de los despertares visualmente más impresionantes de la serie, representa la voluntad de rebelión del protagonista, y el caballero ladrón en el que se basa encaja bien con esa ideología. Donde la historia tropieza es cuando el jugador llega al tutorial sobre la fusión de Persona y debe sacrificar a Arsène para crear a Agathion, que es, por decirlo sin rodeos, mucho menos satisfactorio en lo que respecta al simbolismo del juego.

Sacrificar a Arsène tan pronto en el juego -y verse obligado a ello- parece antitético con la historia que el juego intenta contar, en la que el protagonista confía en sus amigos y en su propia voluntad de rebelión. Parece como si el jugador se viera obligado a tomar esa primera chispa de fuerza de voluntad y apagarla. Persona 5 Royal es un juego excelente, pero son momentos como estos los que enturbian la historia que intenta contar.

Maia, que es la Persona de Maya Amano en Persona 2: Innocent Sin and Eternal Punishment, tiene una de las dinámicas más humanizadas de la franquicia. Basada en la diosa patrona de las Madres que Amamantan, Maia asume un papel paternal para su invocadora, sirviéndole como protectora de la infancia y salvándola de pequeña.

En Eternal Punishment, la relación entre Maia y Maya es más tensa debido a la amnesia de Maya, aunque sigue apareciendo cuando su invocadora lo necesita. Su relación está más desarrollada que la de la mayoría de los protagonistas con sus personajes iniciales, aunque hay que reconocer que esta relación tiene el privilegio de ampliarse a lo largo de dos juegos.

Aunque el protagonista debe dar algunos saltos como con el simbolismo de Persona 1, Vulcanus funciona tan bien como mecánica de la historia no sólo porque sigue siendo relevante a lo largo de todo el juego, sino porque se vincula fácilmente al motivo más destacado de Innocent Sin: el mechero del protagonista. Los que ya han jugado a Persona 2: Inn ocent Sin saben lo importante que es este mechero, pero incluso a los nuevos jugadores se les presenta bastante pronto, durante la escena introductoria.

El protagonista de Innocent Sin es estoico incluso entre otros protagonistas de Persona , por lo que destaca cada pizca de libre albedrío que le otorga la historia. Vulcanus actúa como avatar del mechero y de lo que representa, otorgando al objeto inanimado -y a su vez al protagonista- una especie de agencia. Es, como él mismo se presenta, "el portador del infierno que quema la impureza".

Orpheus se distingue de otros personajes iniciales por la forma en que su implementación refleja la del protagonista, potenciada por su escena introductoria. Cuando Thanatos sale de su cuerpo, es sacrificado casi al nacer para proteger a su invocador. A diferencia de Persona 4 y 5, fusionar a Orpheus al principio del juego tiene sentido desde un punto de vista temático.

Orfeo es una inversión de su papel en la mitología griega; en los mitos intenta sacar a Eurídice del Inframundo, sólo para perderla cuando mira hacia atrás. En su papel como Persona, es él quien está condenado al Inframundo. Persona 3 es alabado incluso entre el resto de la franquicia por sus temas más oscuros, y es el destino del protagonista lo que le vale esta reputación. Memento mori: Recuerda que debes morir.