Cobra Kai: 5 personajes que son buenos modelos de conducta (y 5 que no lo son)

No es bueno poner a las personas, incluso a las ficticias, en un pedestal. Cuanto más alto es el pedestal, más fácil es que la persona, metafóricamente, se caiga de él. Eso puede ocurrir a menudo, incluso cuando los personajes de ficción son considerados como modelos de conducta. Sin embargo, es importante darse cuenta de que un buen modelo de conducta no significa necesariamente que un personaje nunca cometa errores y se presente como perfecto. Lo que significa es que un personaje comete errores y crece a partir de ellos, como muchos de los personajes de Cobra Kai.

Todos los personajes de Cobra Kai tienen defectos, son dramáticos y tienen capas. Cometen errores, crecen y, a veces, vuelven a caer. Algunos de los personajes cometen errores más violentos que otros, y otros se niegan a aprender las lecciones que se les presentan hasta que es casi demasiado tarde. Estos últimos no son los mejores modelos de conducta.

Miguel es alguien que inicialmente quiere ver lo bueno de la gente. Intenta solucionar las cosas con los matones, pero no se da cuenta de que las situaciones en las que se ve envuelto van a ser más de lo que puede manejar. Tiene que unirse a Cobra Kai y convertirse brevemente en una especie de matón para darse cuenta de que hay que poner límites a los enfrentamientos en los que se ve envuelto.

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Esto se agrava cuando tiene que aprender a caminar de nuevo después de la brutal pelea en la escuela y aumenta la presión de competir por el destino de su dojo. Miguel decide alejarse de la competición, sintiéndose abrumado y un poco perdido, para averiguar más sobre su pasado. Aunque la forma en que lo hace, no diciéndole nada a su madre hasta que ya se ha ido, no es su decisión más inteligente, hace lo que cree que es correcto para él.

Robby quiere ser un buen chico, y quiere ser un chico de éxito. Quiere que le vaya mejor en la vida que a sus padres. Por desgracia, Robby toma continuamente las peores decisiones posibles para conseguirlo.

Al principio, realiza estafas y robos con un grupo de chicos mayores para ganar un poco de dinero extra. Se salta la escuela regularmente para hacer lo que le da la gana. Brevemente, Robby cree haber encontrado una forma de dar un giro a su vida quedándose con la familia LaRusso, pero eso también le resulta contraproducente cuando la rivalidad entre su padre y Daniel se convierte en parte de su propia vida. Robby acaba en un centro de detención de menores por sus crímenes, y entonces Robby recurre a Kreese en Cobra Kai en busca de ayuda en lugar de a las personas que realmente se preocupan por él. Robby no parece aprender de sus errores pasados, sino que sigue confiando en la gente que no debería.

Al comienzo de la serie, Demetri está aterrorizado por cualquier cosa que pueda ser potencialmente peligrosa. Se mantiene agachado y trata de evitar cualquier tipo de confrontación. Además, es brillante, lo que significa que aprende las estadísticas incluso de las cosas más mundanas, lo que le hace ver el peligro y el potencial de lesión dondequiera que vaya.

A pesar de ello, acaba adoptando el karate y comienza a aprender las técnicas de la familia LaRusso. Poco a poco, Demetri empieza a asumir más riesgos y a defenderse por sí mismo, convirtiéndose en una persona más fuerte. Incluso después de que los miembros de Cobra Kai le rompan el brazo, Demetri se convierte en alguien capaz de enfrentarse a sus miedos y de utilizar la lógica para intentar evitar la confrontación.

Hawk tiene ciertamente el potencial de convertirse en un buen modelo de conducta. Ha empezado a pasar página en las últimas temporadas de la serie. En las primeras, sin embargo, permite que la agresividad y la mentalidad violenta de Cobra Kai cambien por completo quién es.

Hawk se convierte en un matón violento, dispuesto a iniciar una pelea para que nadie más pueda meterse con él. Se concentra tanto en ser la persona más agresiva de la sala que le rompe el brazo a su antiguo mejor amigo sin pensar en las consecuencias hasta mucho después. El tiempo dirá si realmente ha aprendido de los errores de su pasado.

Puede que el público no pensara que Sam LaRusso tuviera potencial de modelo de conducta cuando debutó en la serie. Después de todo, se sentó en el asiento trasero del coche de su amiga durante un atropello y no hizo nada al respecto. También se mantuvo al margen mientras sus amigos intimidaban a alguien de quien había sido amiga toda su vida. Sin embargo, Sam no tardó en darse cuenta de que no podía quedarse de brazos cruzados.

Se convierte en una persona más fuerte en cuanto empieza a decir lo que piensa y a defender sus propios sentimientos. Incluso cuando discute con su padre, se trata más de que él no entiende su punto de vista que de ser simplemente la hija dramática del drama adolescente. Sam trata de entender tanto el punto de vista de su padre como el de Johnny cuando se trata de un conflicto, lo que le permite mantener la amistad en ambos lados de la rivalidad.

Daniel LaRusso tiene la costumbre de considerarse el héroe. Siempre se ha visto a sí mismo como el tipo bueno cuya vida es puesta patas arriba por los malos, pero la realidad es un poco más complicada que eso. Como está tan concentrado en las cosas que sabe que deben ser ciertas, Daniel no permite que entren otras perspectivas.

Eso significa que no puede ver las partes buenas de las ideas de Johnny en la enseñanza del karate. También significa que no puede entender por qué Robby y Sam no se adhieren únicamente a su estilo de karate. Daniel tiende a ser inflexible, y sería un mejor modelo si aprendiera a apreciar otros puntos de vista.

Puede que Moon no siempre parezca la persona más inteligente desde el punto de vista académico, pero su inteligencia emocional es grande. Ve mucho más de lo que la gente le atribuye, y es una de las primeras de su grupo de amigos en dejar de intimidar a los demás para mantener su popularidad.

Moon no cree que las discusiones violentas puedan resolver los problemas. Su idea de escribir una canción para tender un puente entre dos grupos puede no funcionar siempre, pero Moon está dispuesta a probar cosas que no impliquen atravesar a alguien con una pared.

Raymond es un adulto que dedica todo su tiempo a caerle bien a un grupo de adolescentes. Está dispuesto a hacer lo que sea para pertenecer, como organizar fiestas de actividades ilegales para los chicos y mentir sobre una agresión a la policía.

Aunque no hay ninguna razón por la que Raymond no pueda estar interesado en aprender karate como adulto, su apego a un grupo de adolescentes es lo más preocupante. No debería estar tan consumido por un grupo de gente mucho más joven que él que quiere ser su amigo; debería vivir su vida.

No se puede negar que Johnny Lawrence toma muchas malas decisiones y comete muchos errores que ponen en peligro a otras personas. Johnny es un poco impulsivo y, como le dice Sam en un momento dado, un poco desastre. Sin embargo, Johnny también es auténticamente él mismo.

Defiende el derecho a tomar sus propias decisiones, trata de ayudar a los que puede y se esfuerza por encontrar su camino en la vida. Puede que Johnny esté aprendiendo lentamente, pero está aprendiendo y creciendo a partir de esos errores.

Aunque hay un indicio de que Kreese podría no ser el peor de los malos de la serie, con su debilidad por Johnny Lawrence y Tory Nichols, no se puede negar que Kreese es una mala influencia para los adolescentes a los que enseña.

Kreese les enseña a utilizar la violencia y la agresión para resolver sus problemas en lugar de llegar a la raíz del problema en primer lugar. También manipula y miente para conseguir lo que quiere. Nada de eso le convierte en un buen modelo de conducta.