Crítica de Deadpool 2, una secuela superior a la original
Hace un par de años, Ryan Reynolds mató todos los universos que tenía a su alcance. Ahora ha eliminado a los pocos que quedaban en pie. Te lo contamos en nuestra crítica de Deadpool 2, una secuela superior a la original.
¿Recuerdas Casino? Sí, aquella obra maestra de Martin Scorsese que ya había sido parodiada hasta la extenuación? Pues Deadpool 2, una secuela superior a la original, empieza, digamos, de una forma parecida.
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Lo cierto es que el esfuerzo de su principal valedor, el bueno de Ryan Reynolds, bien merece que nos acerquemos antes a por un bol de palomitas grande y un refresco. Sin azúcar.
Deadpool 2 arranca con nuestro héroe en una situación desesperada que teñirá de gris sus rapidísimos cien minutos de duración, y es que el pobre Wade Wilson no está pasando por una buena racha, así que un nuevo revés personal hará que sus ganas de molestar a todo el mundo quieran desaparecer para siempre.
El héroe que solo quería morir
Ahora que el cine de superhéroes para adultos está más crepuscular que nunca tras Logan o la aparente madurez de títulos como Vengadores: Infinity War o Black Panther (los de DC mejor los obviamos), Deadpool luchará incansablemente por tener ese mismo patrón épico que otorga la mortalidad de quien es inmortal. Y se empeñará en encontrarlo de cualquier manera.
Deadpool 2 es una película compleja: superior a la original, más espectacular, mejor presentada, con mejores bromas y toda la acción que el dinero pueda comprar, pero al igual que el éxito de 2016, peca de sostenerse a través de una trama demasiado fina como para resultar importante, y por eso lo mejor es su variedad tonal: Deadpool 2 son dos o tres películas distintas en un equilibrado combate por ser el evento principal de la que será sin duda una de las sensaciones de esta primavera.
Presos de amarillo (como en Guardianes de la Galaxia, sí, pero también Vis a Vis) en celdas como las de Escape Plan, asaltos a carros blindados como los de la desfasada X-Men: La decisión final (con la que tiene más en común) y un montón de sorpresas agradables, situaciones hilarantes y un personaje completamente desaprovechado: Cable.
Con reminiscencias al clásico inmortal de James Cameron, Terminator, el Cable de Josh Brolin (¡hola, Thanos!) no termina de encontrar su sitio en la película, aunque apostaríamos sobre seguro si ponemos toda la pasta en su capacidad para hacer evolucionar el universo de Wade Wilson, un universo que siempre recurrirá al uso del metalengüaje para salir airoso de situaciones imposibles y que terminará por remodelar bastante más de lo que imaginas al llegar a la sala.
Acompañado por su inseparable taxista y con el regreso del viejo equipo al completo (alguna sorpresa más nos encontraremos de camino…), Deadpool 2 es una película donde todo pasa tan rápido que te aconsejamos no mirar el teléfono ni una sola vez durante la proyección. Solo hay una secuencia post-créditos, pero qué secuencia, amigos. Probablemente la mejor de su estilo que se haya visto en una película.
Esperamos vuestras opiniones después de ver la película y saber si estáis de acuerdo con nuestra crítica de Deadpool 2, una secuela superior a la original.