CrÃtica de The Babysitter, el verdadero regreso a los 80 de Netflix
El despertar sexual de un adolescente y el despertar del letargo creativo de un director que revolucionó el cine sexy van de la mano en la última licencia oficial de Netflix con uno de sus aciertos de la temporada. Crítica de The Babysitter, el verdadero regreso a los 80 de Netflix.
McG (nunca seremos capaces de acostumbrarnos a ese nombre) desapareció del mapa tras dos EXTRAORDINARIAS películas de Los Ángeles de Charlie, dos fiestas sexys y más divertidas que casi ninguna otra cinta de acción de la época, sobre todo la segunda entrega, que incluía mucha más acción y bastante menos ropa. Lo que viene a ser un clásico. Pero incomprendido.
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Tras estas dos monumentales odas al entretenimiento de primera, ninguno de sus trabajos posteriores consiguió alcanzar ningún tipo de prestigio. Ni Equipo Marshall (típica cinta de americanos para americanos) ni Esto es la Guerra (con una pareja ideal formada por Chris Pine y Tom Hardy) ni la pobre Terminator Salvation, que estará en perpetua puja con Genysis por decidir cuál de las dos entregas es la peor de la saga inaugurada por James Cameron.
Ahora, tras unos cuantos episodios televisivos y una simpática peli de acción genérica con Kevin Costner (con guión de Luc Besson), parece que el director de las tres letras vuelve a estar en forma con una gozosa propuesta original de Netflix: The Babysitter.
Regresando por arte de magia a las míticas veladas de la década de los ochenta, cuando lo importante era vivir una aventura suburbial, a poder ser, con tintes aterradores, McG se entrega en cuerpo y alma al talento y al sex appeal de Samara Weaving: la nueva Margot Robbie ya está aquí incluso antes de que la vieja Margot Robbie haya pasado de moda.
Cole, interpretado con salero por Judah Lewis, está perdidamente enamorado de su niñera, nada extraño si tenemos en cuenta que se pasa así las noches en el salón de su casa.
Cuando una noche más, como cualquier otra, la joven se encuentre jugando a cosas de mayores en casa del chico, una serie de extraños acontecimientos pondrán patas arriba la vida de Cole.
Destinada para ser el récord de visionados en la noche de Halloween de Netflix, The Babysitter es elegante, tiene una importante carga sexual, es divertida y, como guinda final, incluye lo que probablemente sea la mayor cantidad de sangre y gore de la plataforma.
Nada más y nada menos que una película para ver comiendo palomitas y chuches bañadas en un litro de refresco. Si te gustan las comedias modernas de terror, dale una oportunidad. También está en el reverso de la extraordinaria The House of the Devil de Ti West, que sí era una verdadera película de terror.
The Babysitter es lo más parecido a una Midnight X-treme que verás esta semana en Netflix. Es divertida, guarra, elegante, y está bien escrita y mejor rodada. El mejor original de Netflix de género y la película que necesitaba McG. Con niñeras así no nos habría importado estar en apuros alguna vez en la vida.