Crítica de 'Thor 2: El Mundo Oscuro'
Analizamos la última película de Marvel Studios con nuestra crítica de 'Thor 2: El Mundo Oscuro'
Tras despertar pasiones entre las residentes de un poblado de Nuevo Mexico y unirse a 'Los Vengadores' en la batalla de Nueva York, el Dios del Trueno vuelve a las pantallas con la segunda parte de 'Thor'. Con un elenco de estrellas prácticamente idéntico al de la anterior entrega y la incorporación de un crucificado Alan Taylor a la dirección, el segundo advenimiento del principe de Asgard en el cine le enfrenta al maléfico señor de los elfos oscuros Malekith, en una odisea que le llevará de viaje a través de los Nueve Reinos. ¿Qué nos ha parecido 'Thor 2: El Mundo Oscuro'?
A Marvel Studios no le gustan los superhéroes. Esto es lo primero que se puede extraer de una película en la que -a pesar de la promesa de que la presencia de Asgard sería prominente- Jane Foster, su chico, su jefe, su amiga y el becario de su amiga tienen más minutos en pantalla que Odín, los Tres Guerreros o Lady Sif.
Personajes eliminados de 'Thor 2: El Mundo Oscuro'
Póster de 'Thor 2: El Mundo Oscuro' revelado
La nueva película de Thor empieza de forma idéntica a su predecesora, dando paso a un deja vù constante en la que la expresión 'Más de lo mismo' alterna entre las referencias a 'El Dios del Trueno' y 'Los Vengadores' y un argumento esqumático en el que basta sustituir a Malekith por Laufey y el Ether por el Teseracto para resaltar que nos están volviendo a contar la misma historia.
Y es que 'Thor 2: El Mundo Oscuro' es ante todo una película de reiteración, en la que -como aquellos viejos cómics que cogen polvo en los desvanes de nuestros abuelos- los gags y frases rimbombantes se graban en el espectador a base de insistencia y repetición.
Lejos del ácido desparpajo de 'Iron Man 3', la falta de entendimiento entre director de la secuela de Thor y la productora se traduce en un conjunto impersonal y lleno de altibajos, en el que se nota la presencia de demasiadas manos. Cuesta tener claro donde acaba lo rodado por Taylor y comienzan las escenas que fueron 're-diseñadas' por Joss Whedon, pero si que las mejores escenas del film son algunas de las que nos destriparon en los trailers.
He de confesar que no soy demasiado fan del pastiche entre fantasía heroica y fantaciencia que ofrece el Asgard cinematográfico de Marvel Studios. Universos como Warcraft, Warhammer 4000 o la propia Asgard de Jack Kirby han sabido congeniar a la perfección elementos futuristas con una mitología más propia de 'El Señor de los Anillos'. Sin embargo el festival de sables láser, armaduras estilo 'Saint Seiya', naves de 'Star Wars' y villanos con aspecto de extras de 'Doctor Who' que se plasma en pantalla se me antoja demasiado empalagoso y kitsch.
Aun así, las escenas de la batalla en Vanaheim y la presentación de los interpretes de Midgard (que recuerda en mucho a uno de los cortos de 'Ani-Matrix') resultan eficaces, ofreciéndonos justo lo que uno espera con esta película: Mundos fantásticos en los que unos 'vikingos' retrofuturistas viajan entre dimensiones enfrentándose a extraños seres que parecen sacados de una partida de rol online, una Tierra que vive al borde de lo imposible y la constante presencia de enigmas que desafían toda lógica en los límites entre el mundo de los Asgardianos y el nuestro.
Desgraciadamente, todo lo que promete este aperitivo se viene abajo en cuanto Thorzan se lleva a Jane a Asgard para dar paso a unas timoratas tramas palaciegas apenas esbozadas y una interminable escena de acción cuya 'grandeza' -cuatro extras desperdigados- que hace que las batallas de 'Juego de Tronos' parezan el asedio de Minas Tirith en 'El Señor de los Anillos'. Poniendo a prueba al espectador entre el espesctáculo new age de lucecitas más cursi de la Historia del cine, unos Nueve Mundos que se ven reducidos a un gravera con un croma y unos villanos son el anticarisma, el segundo tercio de de 'Thor 2: El Mundo Oscuro' se precipita en los abismos, teniendo que ser Loki el que entre en escena para despertarnos del muermo.
La química entre Chris Hemsworth y Tom Hiddleston se basta para levantar un guión ramplón que funciona mejor cuando no se toma en serio a si mismo, consiguiendo que lo que bien podría haber terminado como 'Dragones y Mazmorras 2' se convierta en un divertido entretenimiento frívolo. A ello contribuyen los personajes interpretados por Kat Denning, Jonathan Howard, Chris O'Dowd y Stellan Skargard que -si bien resultan cargantes cuando los dejan a su aire- funcionan a la perfección cuando se acoplan a la trama principal de la cinta.
Con esto hay que volver a señalar al tema de la reiteración o un guión en el que no les avergüenza recurrir a frases del palo 'Thor está meneando el mazo que lo flipas'. Desconozco cuantas veces hace falta repetir la escena de un personaje provocando escándalo público en un famoso monumento o cual es el origen de la obsesión de la película con las bofetadas, el sobamiento fortuito y los zapatos (esto último rallando con límites únicamente aplicables a Quentin Tarantino o Glenn Quagmire).
Pero cuando sirve para aliviar unas secuencias de acción más bien mortecinas, brindarnos cameos tan divertidos como el de cierto personaje que será mejor no desvelar o que Skarsgard nos haga estallar a carcajadas con la escena más memorable de toda la cinta bienvenido sea. Todo, para rematar en una caótica batalla final que sería un desastre si no fuera por la absoluta y -desternillante- falta de seriedad con la que se lo toman los implicados.
Con alguna que otra escena que se podría interpretar como una pulla a 'El Hombre de Acero' -esos espectadores que se niegan a huir del escenario de la batalla- 'Thor 2: El Mundo Oscuro' es, en resumidas cuentas, un disparate. Un disparate repleto de chistes tan caducos que podrían formar parte del repertorio de 'Cosas de Casa' y que dentro de unos años probablemente no tenga más relevancia que 'Los Masters del Universo' de Dolph Lundgren.
Pero a la vez, un disparate divertido que se beneficia del desparpajo de unos interpretes que parecen pasárselo en grande mientras rodaban la película y que se contagia fácilmente a los seguidores cómplices de Marvel Studios. La segunda parte de 'Thor' no será la mejor película de la compañía de 'Los Vengadores'. Probablemente tampoco la peor. Probablemente ni si quiera deje más recuerdo que un bol de palomitas vacío, alguna que otra escena trepidante y un buen puñado de carcajadas pero ¿hace falta pedir más? Probablemente no.
Lo Mejor: Thor y Loki, Selvig y los Becarios de Midgard.
Lo Peor: Odín, un inexistente Malekith y todo lo que tenga que ver con Asgard y los Nueve Mundos.