Daredevil: Matt Murdock dio a Marvel su momento de Rorschach en la cárcel
ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene spoilers de Daredevil #31 de Chip Zdarsky, Mike Hawthorne, Adriano Di Benedetto, Marcio Menyz, y Clayton Cowles de VC, ya a la venta.
Puede que el Daredevil de Elektra siga patrullando las calles de la Cocina del Infierno, pero la vida de Matt Murdock ha transcurrido esquivando un intento de asesinato tras otro entre los barrotes de la cárcel. Aunque nadie sepa que Matt Murdock se esconde bajo la máscara, Matt ha vuelto a encontrar su filo, y ha demostrado a otros reclusos, a la guardia de la prisión e incluso al alcaide que el hecho de estar encerrado no significa que esté retirado.
Matt Murdock no se ha hecho ningún favor en la cárcel. Después de rechazar una tarjeta de salida de la cárcel por su abnegado sentido de la justicia, está claro que el Hombre sin Miedo está más preocupado por castigarse a sí mismo que por hacer algo bueno en este momento. Pero por mucho que se odie a sí mismo, la reciente revelación de que el propio alcaide de la prisión quiere matarlo ha vuelto a poner de manifiesto por qué se ha sometido a ser un prisionero en primer lugar. Murdock está en la cárcel para que se haga justicia, y está impartiendo tanta justicia entre rejas como lo hacía Rorschach en Watchmen de Alan Moore, Dave Gibbons y John Higgins.
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Cuando Daredevil es llamado al despacho del alcaide, no duda en hacer saber que es consciente de la recompensa por su cabeza. Tampoco duda en poner en su sitio a los verdaderos villanos que están en la sala con él.
Daredevil desarma fácilmente a los dos guardias que tiene a su lado antes de desmantelar el botón de pánico del alcaide. Se asegura de que el alcaide entienda que no hay nada a ambos lados de los muros de la prisión que pueda detenerle. En el fondo, el odio a sí mismo de Matt ha sido sustituido por una ardiente rabia por la justicia, y es más aterrador que nunca desde que ha salido a la superficie.. Daredevil siempre ha estado dispuesto a infundir miedo en los corazones de sus enemigos, pero rara vez ha disfrutado tanto escuchando sus gritos sin algún tipo de influencia oscura o demoníaca corruptora.
Aunque podría decirse que Daredevil actúa en cierta medida en defensa propia, toda esta secuencia guarda un gran parecido con la de Rorschach atacando y amenazando a sus compañeros de prisión, muchos de los cuales fueron puestos allí por él mismo, en el número 6 de Watchmen . Como recordaba Rorschach tanto en el cómic como en la película, esos reclusos estaban atrapados allí con él, lo que implica que seguiría impartiendo justicia y defendiéndose a su antojo.
Puede que Daredevil no lance grasa caliente a la cara de nadie ni mate a sus atacantes, pero el daño que ha hecho hace pensar que ambas opciones están sobre la mesa. Aunque a Elektra le resulte difícil atenerse al código de Matt de no matar como Daredevil, acaba de demostrar que no hace falta ser letal para convertirlo en el Hombre sin Miedo.