DC Comics podría tener en nómina a un agresor sexual
¿Está protegiendo la editorial DC Comics a un agresor sexual?
El escándalo resurgía del pasado hace apenas unas semanas, cuando desde la popular editorial norteamericana se daba a conocer una reestructuración de sus líneas que tenía como directa consecuencia el despido de Shelly Bond, quien fuera vicepresidenta y editora ejecutiva del sello Vertigo desde 1993, que nos ha ofrecido algunas de las más grandes obras del cómic internacional. Que la editorial decidiera prescindir de Bond y no recolocarla en algún otro puesto causo el clamor de los aficionados y el malestar de quienes se dedican a este medio, sobre todo cuando quien fuera directora de relaciones públicas y marketing de la editorial Image Comics, Jennifer de Guzmán, advirtió que DC Comics aún mantenía en un puesto de poder a un editor que fuera acusado de agresión sexual hace apenas cuatro años.
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Era algo que desde hace largo tiempo se conocía, si bien corría como un murmullo entre los seguidores, que desconocían el trasfondo de estos acontecimientos, pero tras soltar la liebre Jennifer de Guzmán el fundador del portal de noticias especializado en cultura pop Loser City, Nick Hanover, no dudaba en señalar con su dedo al acusado: Eddie Berganza.
Tanto de Guzmán como Hanover se referían a un caso de acoso sexual en el que estuvo implicado Eddie Berganza en marzo de 2012, cuando al término de una ponencia en la Wonder Con de California, el editor se aproximó de manera inadecuada a una de las asistentes al evento, con lenguaje sexista y tocamientos no consensuados. Este lamentable suceso llevó a que diversas mujeres que habían trabajado para la industria se reconocieran de manera pública como víctimas del mismo individuo. Entonces, Berganza sólo fue sancionado por la empresa y destituido de su puesto como editor ejecutivo, pero nunca denunciado de manera interna por mala conducta por dicho incidente, tal y como se esperaba de una compañía de referencia como DC Comics.
La situación llevó a que algunos profesionales, como la antigua editora de DC Comics Janelle Asselin, decidieran abandonar la compañía cuando la editorial decidió a Eddie Berganza a un nuevo puesto de editor a pesar de las diversas y fundadas acusaciones.
Eddie Berganza es hoy el editor de las colecciones de Superman, un personaje emblemático de la editorial e icono popular, sin duda el más grande de todos los superhéroes que ha de servir como referencia para los mismos. Decía el guionista Alex de Campi a finales de 2015 que la oficina de Superman no contrataba, supuestamente, a ninguna mujer porque uno de sus editores era un acosador sexual con múltiples incidentes en su archivo de recursos humanos. Hoy sabemos que ese editor es Eddie Berganza y que, según se dice, podría tener vetada interrelacionarse con sus empleadas a pesar de mantener una posición de poder dentro de la editorial.
Nadie se pronunció al respecto de estas acusaciones. No hubo desmentido. Se daba entre los seguidores por cierto de manera tácita que Eddie Berganza había sido acusado de agresión sexual. Que era un acosador sexual y que a pesar de todo la editorial le mantenía en su puesto de poder, en detrimento de otros profesionales que habían demostrado de manera sobrada su valía. Esta situación de discriminación, permisividad y opacidad en DC Comics llevó a que la comunidad virtual organizara una campaña para exigir el despido de Eddie Berganza. A través de las redes sociales como Twitter, reclamaban a los rostros públicos de la editorial que se pronunciaran. La cuenta de Twitter de Dan Didio, co-publisher y editor ejecutivo de DC, se llenó de varios de estos mensajes pero no respondió a ninguno de ellos. Es más, compartió una fotografía que los aficionados quisieron entender como una mofa, al parecer aludir a una de las fotografías más conocidas de Berganza. Debido a esto, Dan Didio suspendió esta última semana su cuenta de Twitter.
¿Reaccionará DC Comics? Lo cierto es que no hay motivo para creer que una de las grandes editoriales del cómic decida pronunciarse al respecto. Ya en el pasado lidió con otras acusaciones a autores que mantiene en nómina, como Brian Wood o Scott Lobdell, que fueron acusados por conductas machistas hacía dos autoras de cómic independiente, aunque entonces los guionistas se ganaron el favor de su comunidad de aficionados, quienes decidieron atacar a las víctimas que denunciaron lo sucedido en lugar de exigir responsabilidades.
Por fortuna, las circunstancias están cambiando y las comunidades de aficionados que otrora mostraban actitudes machistas empieza a concienciarse, a pesar que todavía hay algunos grupos conservadores incapaces de aceptar la presencia de la mujer en el medio, que se alza en contra de reboots como ‘Ghostbusters’ porque sus protagonistas son mujeres pero que deciden mirar hacia otro lado cuando la editorial de la que compran cómics parece proteger a un agresor sexual.