¿De qué va la última locura de Shia LaBeouf en #allmymovies?
Shia LaBeouf se ha propuesto ver todas sus películas de una tacada.
Esta es la última de las excentricidades del joven actor quien en los últimos años parece decidido a ser más conocido por sus actuaciones fuera de los rodajes que dentro de los mismos.
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Resultaría sencillo plantearse que esta carrera a contracorriente en Hollywood responde a una huída hacía delante después de criticar abiertamente la secuela de Indiana Jones en la que participó y recibir el consecuente varapalo público por parte de su compañero Harrison Ford, y quién sabe si también pudo ser reprendido en la intimidad por el propio Steven Spielberg (como bien conoce cierto aspirante a actor llamado Tyler Nelson, que participó en la misma película y quedó condenado al ostracismo por su bocaza, con Spielberg no se juega), pero lo estrambótico en el proceder de LaBeouf sigue una linealidad tan particular que sólo se puede percibir como algo connatural del artista y no un proyecto estudiado como el de Joaquin Phoenix cuando quiso hacernos creer que se retiraba de la actuación. La cuestión es que en su vida todo se ha convertido en una perfomance, su existencia es tan exageradamente artificiosa que debemos creérnoslo. No puede ser de otro modo, él es así. Raro.
Ahora vuelve a colaborar con la artista Nastja Säde Rönkkö y Luke Turner para llevar a cabo su última locura: ver todos sus largometrajes en una maratón de tres días.
Si alguien es capaz de aguantar tanto a LaBeouf ese sólo puede ser el propio LaBeouf porque sin duda hay algo de recreación egomaníaca en que Shia LaBeouf se haya propuesto ver todas sus películas de una tacada.