Descubre cómo cuidar tu colección de vinilos

Todos sabemos que las modas son cíclicas, también en el sector musical. Quizás sea este uno de los motivos que explican por qué, después de décadas relegados a un segundo plano, los vinilos han experimentado un extremo repunte de ventas. En 2022 se vendieron en España 1,7 millones de discos de vinilo y ya no son solo los melómanos los que consumen música en formato físico. Definitivamente, la nostalgia de lo retro se ha ido ganando un hueco en los corazones de los consumidores. 

Por eso nos atrevemos a afirmar que, si eres amante de la música, seguramente cuentes con tu propia colección de vinilos. Y, como cualquier coleccionista que se precie, te esfuerzas por mantenerlos en buen estado. Ya sea porque quieres conservarlos durante mucho tiempo o porque en algún momento quieres ganar dinero poniéndolos a la venta en plataformas como momox, que adquieren tus discos usados, aprende a conservar tus vinilos correctamente y evita que sufran daños con el uso y el paso del tiempo, gracias a los consejos que te presentamos a continuación.

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Consejos para guardar tus discos 

Tanto si son discos clásicos como si son el último álbum de Harry Styles (récord de ventas de vinilos en EE. UU. tan solo una semana después de su lanzamiento), disponer de música en formato físico requiere una serie de cuidados por tu parte si quieres evitar que su sonido pierda calidad. Por eso, debes tener en cuenta algunas cosas:  

• Dónde guardar los vinilos: lo mejor para que te duren en buen estado es conservarlos en un lugar limpio y seco donde no estén al alcance de la luz solar. 
• Nunca apiles tus vinilos: se trata de un formato físico bastante pesado y es contraproducente apilarlos de forma horizontal; el peso de estos podría acabar deformándolos. Te recomendamos que adquieras un mueble específico para tu colección, hay opciones para todos los bolsillos y estilos. 
• Manipúlalos siempre por los bordes y con mucho cuidado: ten en cuenta que, al tocarlos con los dedos tus uñas pueden dañar determinadas superficies o podrías dejar restos de grasa de tu piel en los surcos del vinilo, lo cual es perjudicial para su conservación. 
• Qué materiales son óptimos para guardarlos: las fundas de papel son baratas, pero no son, en ningún caso, la mejor opción si quieres mantener tus discos en buen estado. El polipropileno, en cambio, los protege tremendamente bien del polvo y de los arañazos, aunque es más caro. La tercera opción es una mezcla de las dos anteriores; una capa exterior de papel que hace que la funda sea más rígida con una interior de polipropileno para que se deslice más suavemente, evitando, así, arañazos y acumulación de polvo. 

Limpiar los vinilos sin estropearlos 

Sobre la mejor manera de limpiar los vinilos encontrarás muchos videos e información en Internet, algunos de ellos incluso con afirmaciones que se contradicen. Por eso, nosotros nos centramos en lo que para algunos DJs y coleccionistas es una fórmula mágica e infalible para la limpieza de los discos. 

Lo primero que debes tener en cuenta es que, antes y después de cada reproducción, lo más recomendable es realizar una limpieza en seco del vinilo con un cepillo de fibra de carbono para eliminar manchas, huellas dactilares, polvo y otros residuos de la superficie. No obstante, habrá ocasiones en las que necesites hacer una limpieza en profundidad y para estos casos debes proceder de la siguiente forma: 

• No uses agua del grifo: haz una mezcla con ¾ partes de agua destilada, ¼ de alcohol isopropílico y un par de gotas de un jabón pH neutro por cada litro de mezcla. No recurras a las fórmulas sencillas que emplean agua del grifo y jabón normal, ya que la cal del agua y los residuos del jabón pueden acabar dañando la calidad del sonido de tu vinilo para siempre. 
• Usa un paño o gamuza de microfibra: haz movimientos circulares con el paño (desde el centro hacia afuera) para eliminar los restos de polvo. 

Ya para terminar, nos queda solo añadir que cuidar correctamente tus vinilos exige también seguir un orden y lo más recomendable es cumplir con un requisito sencillo: ordenar por categorías en función del tipo de música de que se trate (house, pop, soul, rock, etc.). Así encontrarás siempre lo que buscas y tendrás tu colección no solo bien cuidada, sino al alcance de la mano.