Detenida la protagonista de Smallville por traficar mujeres para una secta
La cobertura del escándalo sobre la secta de Hollywood en los principales medios de comunicación ha tomado principalmente el ángulo de que la otrora famosa, Allison Mack, más conocida por sus apariciones habituales en el drama adolescente Smallville estuvo involucrada en un supuesto 'culto sexual'. Esta cobertura ha sido criticada por algunos que creen que a los medios les falta una historia mucho más profunda relacionada con el precio de la justicia en los Estados Unidos.
Por si fuera poco, Allison Mack podría haber intentado atraer a su lado a Emma Watson.
Una estrella de Smallville lidera una peligrosa secta en Estados Unidos
Detenida una mujer por homicidio involuntario tras la muerte del profesor de canto de Kathleen Hanna
“Soy una compañera actriz como tú y estoy involucrada en un increíble movimiento de mujeres en el que creo que encajarías. Me encantaría hablar si estás interesada”.
Los medios cubrieron el arresto del líder de los llamados cultos Keith Rainiere y Allison Mack, quien supuestamente era su segundo de a bordo. Gran parte de la cobertura se ha centrado en el hecho de que el culto sexual marcó a las mujeres y les prometió 'éxito ejecutivo' si pagaban tarifas astronómicas a los líderes del culto. Sin embargo, Mack y Raniere no solo han sido acusados por esta explotación y abuso, sino también por el tráfico sexual de niños, algo que los activistas han notado que ha echado un vistazo en la mayoría de los informes del escándalo.
Además, gran parte del énfasis en la conspiración criminal se ha centrado en Mack. Sin embargo, parece que los crímenes involucraron un círculo mucho más grande de lo que la cobertura de los medios ha sugerido. Además de Mack, parece que el culto pudo haber involucrado a una cantidad de individuos influyentes con mucho más poder que aquellos que desde entonces han sido arrestados.
Se ha alegado que el culto al sexo que no solo explota a las mujeres adultas sino también a los niños sigue activo hoy en día bajo la dirección de una mujer llamada Clare Bronfman, la heredera del licor de Seagram.
Las mujeres de la secta serían forzadas a tener sexo y marcadas como ganado con las iniciales del gurú, según reveló hace unos meses ‘The New York Times’. En base a una organización piramidal, las participantes pagaban 5.000 dolares por acudir a un curso de crecimiento personal, pero con frecuencia quedaban endeudadas y debían trabajar para la organización.