Diez grandes películas españolas de los Goya 2017
Las diez grandes películas españolas de los Goya 2017 que demuestran el excelente estado de forma por el que atraviesa nuestro cine
Cada vez más lejos de la gran fiesta del cine español, la resaca tras conocer la lista de los ganadores de los Premios Goya 2017 nos deja interesantes reflexiones a tener en cuenta, tanto como balance de lo que nos ofreció el cine del año pasado como a la desconexión que parece haber entre el público y esta. Celebrada la misma noche que ponía fin al Día Internacional contra el Cáncer, la gran sorpresa fue que 'Un Monstruo Viene a Verme' no terminase convirtiéndose en la gran triunfadora de la noche. Una victoria que habría sido apropiada como guinda del día, en una ceremonia en la que no fueron pocos los galardonados en ralatar sus propias experiencias, algunas muy recientes y dolorosas, como la del ganador al Premio Goya a Mejor Actor Revelación Carlos Santos.
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Sin embargo, y a pesar de que la película con más Goyas fue 'Un Monstruo Viene a Verme' gracias a su arrollador triunfo en las categorías ténicas, no pudo hacer frente al espectacular debut de Raúl Arévalo como director en el inteso thriller seco como el infierno 'Tarde para la Ira'. Llevándose los premios Goya a Mejor Película, Mejor Dirección Novel y Mejor Guión Original para Raúl Arévalo -así como el del Mejor Actor de Reparto para Manolo Solo-, los galardones de 'Tarde para la Ira' suponen la consumación de una excelente muestra de un género cada vez más arraigado en nuestro país.
Con una violencia áspera, intoxicante y porosa que se palpa en cada uno de los fotogramas de la cinta, el debut de Arévalo como director es una de esas películas de las que mientras menos se hable de su argumento -y las sorpresas, tan coherentes como directas a esa médula en dónde más duele-, y que engrosa la cada vez más larga y lustrosa lista de neowesterns patrios. Un film plenamente deudor del cine de Sam Peckinpah y que fácilmente se podrá tener al lado de otros éxitos del cine patrio como 'La Caza', 'Grupo 7' o 'La Isla Mínima'.
Ejmplo claro de que el cine español es mucho más que “Guerra Civil y Pedro Almodóvar' que esgrimen sus detractores, esta cinta capaz de hablar de tú a tú a la no menos excelsa 'Comanchería (Hell or High Water)' de David Mackenzie se convirtió en la gran ganadora de la gala con sus cuatro galardones, obligando a J.A. Bayona a contentarse con los nueve que conquistó. O en otras palabras, que no parece muy probable que -siendo su película además la que más recaudó en España durante el pasado 2016, por encima de Star Wars, la Civil War de los Vengadores y Batman v Superman- no parece muy probable que el director de 'Jurassic World' vaya a lamentar la cosecha que obtuvo su película la noche del pasado sabado.
Coproducción internacional con nombres como los de Felicity Jones y esa institución que es Sigourney Weaver -también nominada como mejor actriz de reparto- como principales reclamos, 'Un Monstruo Viene a Verme' es otra muestra muy diferente del excelente estado de forma que está viviendo el cine de nuestro país. Una fábula de superación frente al dolor que se presta a servir de salvavidas frente a esos momentos difíciles que atravesamos en nuestro creciemiento desde la niñez a la madurez, y que no deja de recibir elogios por cualquiera de los festivales de todo el mundo por los que atraviesa.
Narrando el vínculo entre un niño y su madre enferma de cáncer a través del monstruo sobre el que oscilan las fantasías de juventud que el primero compartía con la segunda, a pesar de que entre los Premios Goya de 'Un Monstruo Viene a Verme' no está el de Mejor Película, si que cuenta a su favor con el de Mejor Dirección para J.A. Bayona, Mejor Dirección de Fotografía, Mejor Montaje, Mejor Dirección Artística, Mejor Música Original, Mejor Diseño de Producción, Mejores Efectos Especiales, Mejor Maquillaje y Peluquería, Mejor Sonido. O en otras palabras, una señora superproducción que poco tiene que envidiar a los grandes blockbusters de Hollywood a la hora de conjugar medios y el talento para aplicarlos a la hora de contar una gran historia, y que demuestran la competitividad de un cine patrio, que por desgracia no recibe todo el apoyo que se merece. Ni en por parte del gobierno, como de cierto sector de una audiencia que sigue renegando del mismo y que no parece haberse enterado de esta nueva edad dorada del cine español en la que parece nos estamos adentrando.
Pero más allá de la victoria de 'Tarde Para la Ira' y 'Un Monstruo Viene a Verme', la pasada noche de la Ceremonia de los Goya fue también la gran noche de Emma Suarez, siempre reivindicable actriz patria que cuenta entre su filmografía trabajos tan enormes como 'La Ardilla Roja', 'Vacas', 'Tierra', 'El Jardín Secreto', 'El Perro del Hortelano' o 'Tu Nombre Envenena Mis Sueños'. Desgraciadamente la entrada en los cincuenta no ha tratado demasiado bien a Emma, quien con su regreso por todo lo alto como nueva chica Almodóvar ha sido justamente recompensada por la academia.
No merecía menos con su papel como protagonista en 'Julieta', quizás no lo mejor de un Pedro Almodóvar cuyo cine ha alcanzado una interesante madurez -donde 'La Piel Que Habito' seguirá ostentando un lugar muy alto-, pero si una gran muestra de la versatilidad que ha alcanzado. Con su drama vital a lo largo de una vida entera -en la que su protagonista se desdobla entre la pasión por la belleza de la vida de Adriana Ugarte y la melancolía existencial de Emma-, 'Julieta' es la más clásica de las cintas ganadoras de la noche, pero en el mejor de los sentidos. Un drama pausado y triste en el que las erosiones del paso del tiempo pesan demasiado, y que se disfruta como un gran libro de los grandes autores nacionales del pasado siglo.
No satisfecha con su premio Goya a Mejor Actriz Protagonista, Emma Suárez hizo historia al recibir también el Premio a Mejor Actriz Secundaria por 'La Próxima Piel'. Dirigida por Isaki Lacuesta, la película se nos presenta como una co-producción hispanosuiza que juega con el thriller piscológico, y en el que Emma Suárez da vida a la madre de un adolescente desaparecido, que tras su regreso enfrentara a su familia a la difícil cuestión de si realmente es él o un impostor. Una película que juega con la idea de los límites de la identidad, y cuanto conocemos realmente tanto a las personas con las que convivimos como qué imagen tienen realmente estos de nosotros mismos.
Más en la línea de la gran triunfadora de la noche ('Tarde Para la Ira') los thrillers 'El Hombre de las Mil Caras' de Alberto Rodríguez y 'Que Dios Nos Perdone' de Rodrigo Sorogoyen se sumaron a la lista de ganadores de la gala, con sus respectivos premios a Mejor Guión Adaptado, Mejor Actor Novel para Carlos Santos y Mejor Actor Protagonista para Roberto Álamo. Más que merecidos premios para la vibrante trama de engaños y corrupciones con la que Rodríguez continúa su crónica de la cara oscura de la España reciente -en este caso haciendo parada en el escándalo de Luis Roldán, interpretado por Santos- y en brutal y atormentado policía al que da vida Álamo.
Aun así, es difícil no tener la sensación de que es un premio pequeño para dos producciones de semejante calibre, con un Alberto Rodríguez que se reinventa a si mismo dejando de lado la sobriedad de sus anteriores trabajos para bordear la más corrosiva sátira, y el uso de una ola de asesinatos en el Madrid de principìos de siglo para ofrecer una asfixiante radiografía de tres personajes marcados por la violencia en caso de Sorogoyen. Pero como ya hemos dicho, el nivel de las producciones de este año era tan alto que era inevitable que hubiera cintas que no fuera suficientemente recomensadas.
Ni siquiera un drama bélico de época sobre el disparate de la guerra tan modélico como '1898, Los Últimos de Filipinas' de Salvador Calvo, quien tampoco se fue con las manos vacías gracias al Premio Goya a Mejor Diseño de Vestuario, como 'Olivo' con su Goya a Mejor Actriz revelación para Ánna Castillo, y a la canción del musical 'Ai, ai, ai' de Silvia Pérez Cruz 'Cerca de Tu Casa'.
Con el Goya de Honor para Ana Belén, el documental 'Frágil Equilibrio' de Guillermo García López y los cortometrajes 'Timecode', 'Cabeza Habladora' y 'Decorado' como otros de los films que se llevaron la estatuilla junto a las francesa 'Elle' de Paul Verhoeven y la iberoamericana 'El Ciudadano Ilustre' de Gastón Duprat y Mariano Cohn, la adaptación del cómic nacional 'Piconautas, Los Niños Olvidados' fue otra buena muestra del buen momento que vive tanto el cine de animación como el cómic patrio.
Contando que hablamos de una ceremonia en la que películas de tan suma calidad como 'Kiki, El Amor se Hace' de Paco León -quien bromeaba afirmando que habían terminado la noche con una mano delante y otra detrás- y el intenso thriller de Daniel Calpasoro '100 Años de Perdón' se fueron con las manos vacías, sobra decir que toda la crítica y el injustificado boicot contra los Goya que se llevó a cabo desde las redes sociales no tiene mucha razón de ser cuando muchos de estos títulos ya eran dignos de estar entre las mejores películas de 2016. Españolas e internacionales.
Si nosotros mismos boicoteamos a nuestro cine justo cuando comienza a dar señales no solo de atesorar grandes muestras de calidad, sino también de ser capaz de hablarle de tu a tu a la todopoderosa industria norteamericana -e incluso superarlos en calidad media- estamos aportando cualquier cosa menos una contribución positiva. Sobre todo si nos limitamos a hacerlo desde el cliché, sin ningún tipo de conocimiento y sin más razón que porque podemos. Algún influencer de turno comienza a lanzar pestes sobre el cine español porque lleva sin ir al cine desde 'Torrente 3', y nos sumamos al carro por pura inercia, sin verdaderamente considerar si ese es realmente el estado de nuestro cine o es mucho más interesante de lo que nos quieran vender.
Estéis de acuerdo o no con este pensamiento, ante todo hablad con conocimiento de causa, porque si vamos a extender odio simplemente porque parece estar de moda, es más que seguro que terminemos haciendo más mal que bien. Si tenéis oportunidad, ahora que están disponibles gran parte de ellas en su formato físico, no perdáis la ocasión de echar un ojoa a estas diez grandes películas españolas de los Goya 2017 que demuestran que el cine español es mucho más que lo que las malas lenguas se empeñan en reducirlo
