El aterrador origen de los Pretorianos de Star Wars: Los Últimos Jedi
Desvelados turbios detalles sobre el aterrador origen de los Pretorianos de Star Wars: Los Últimos Jedi
Cuando hablamos de los personajes de Star Wars podemos dividirlos en dos grandes categorías: Personajes con su buenas dosis de diálogo que ya sea como protagonistas o secundarios tienen tiempo para desarrollarse y que conozcamos lo fundamental sobre ellos, y personajes enigmáticos parcos en palabras, de los que apenas llegamos a conocer nada, más allá de una sugerente presentación en escena. El Boba Fett de El Imperio Contraataca o Darth Maul podrían ser buena muestra de este último ejemplo, como principales representantes de una categoría a la que con la última entrega de la nueva trilogía podríamos sumar además a los Pretorianos de Los Últimos Jedi.
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Herederos directos de la desaparecida Guardia Imperial de Palpatine, poco se sabía de estos Pretorianos más allá de su debut como guardia personal del Líder Supremo Snoke, protagonizando la que tiene todas las papeletas para acabar siendo una de las más espectaculares peleas con sables de luz de Star Wars.
Armados con mortíferas armas energéticas, ni siquiera faltaban las habituales teorías en torno al origen de los Pretorianos de Star Wars: Los Últimos Jedi, siendo uno de los más interesantes el que apuntaba a su conexión con los Caballeros de Ren que se sublevaron contra Luke Skywalker, matando al resto de sus alumnos bajo el liderato de Kylo Ren. Sin embargo, la Guía Visual de Star Wars: Los Últimos Jedi parece apuntar en una dirección diferente, no solo evitando cualquier mención al más mínimo tipo de conexión entre los Caballeros de Ren y los Pretorianos de Snoke, sino ofreciendo datos muy interesantes sobre el origen de estos últimos.
Siendo la identidad de los hombres que se ocultan bajo sus armaduras desconocida más allá de que el nombre de su unidad los conecta con el 14th Emperador de Kiter Phard, los ocho miembros de la Guardia Pretoriana de Snoke habrían sido elegidos por el propio Líder Supremo, para que fueran adiestrados en letales técnicas de combate mano a mano Teräs Käsi, la disciplina Jedi de la Mano Bakuuni, las artes marciales Echani que en su día también usara la Guardia Imperial y las técnicas Nar Kanji del Callejón Ciego. Pero si hay algo que de verdad hace perturbadora a esta unidad, es el hecho de que las armaduras de los Pretorianos de Snoke someten a sus portadores a una existencia de extremo dolor perpetuo, la cual sería de principal motivación para servir tenazmente a su señor.
Dolor eterno como recompensa, al convertir cada uno de sus movimientos y minutos bajo una armadura que tenían prohibido quitarse en forma de una vida de tortura sin fin a cambio de su lealtad. O estos letales guardaespaldas alcanzaban algún tipo de existencia orgásmica a través de un masoquismo digno de los Cenobitas de Hellreiser, o Snoke quizás debió haberse planteado algún otro tripo de motivación que no fuera la presente en el aterrador origen de los Pretorianos de Star Wars: Los Últimos Jedi