El director de 'Rust' describe el momento en que fue tiroteado por Alec Baldwin en el juicio del supervisor de armas
El director del malogrado western Rust ha recordado el momento en que Alec Baldwin le disparó con una pistola de atrezzo en el juicio contra el supervisor de armamento de la película.
Joel Souza fue hospitalizado tras ser alcanzado por la misma bala que mató a la directora de fotografía Halyna Hutchins en el plató de Santa Fe en octubre de 2021. No presentó cargos legales.
La supervisora de armamento Hannah Gutierrez-Reed está siendo juzgada acusada de homicidio involuntario, del que se declara inocente. Baldwin será juzgado por los mismos cargos en julio y también se ha declarado inocente, afirmando incluso que nunca apretó el gatillo.
Souza testificó en el juicio el viernes (1 de marzo) y dijo que se colocó detrás de Hutchins para ver más de cerca el ángulo de la cámara, pero que nunca vio el arma que le disparó.
"Me puse detrás de ella para intentar ver en el monitor y se oyó un estruendo increíble", declaró ante el tribunal. "Fue ensordecedor".
Vio a Gutiérrez-Reed después de que le dispararan, y supuestamente ella le dijo: "Lo siento. Lo siento Joel."
"Recuerdo que alguien le gritó y la sacaron de allí", añadió.
En 2021, no mucho después del incidente, Souza declaró en una nueva declaración jurada obtenida por The New York Times, que le habían dicho que el arma era segura y que en los anuncios de seguridad se describía como un "arma fría". Reveló que las armas de fuego solían ser revisadas por la armera Hannah Gutierrez-Reed antes de ser revisadas de nuevo por el ayudante de dirección Dave Halls, y luego se entregaban a los actores.
El director dijo que, antes del incidente, el equipo fue llevado a comer a otro lugar durante una pausa para comer después de montar una escena en una iglesia, aunque cuando regresaron "no estaba seguro de si el arma de fuego había sido revisada de nuevo".
El jueves 29 de febrero se mostraron al jurado imágenes de Baldwin agitando una pistola antes del tiroteo.
El subdirector David Halls también testificó ese día. El año pasado, llegó a un acuerdo con la fiscalía por uso negligente de un arma mortal, recibiendo una condena condicional de seis meses. Admitió en un emotivo testimonio: "Fui negligente al comprobar el arma adecuadamente".
Halls declaró que se encontraba a un metro de Hutchins cuando le dispararon. Le preguntó si se encontraba bien cuando estaba en el suelo, a lo que ella respondió: "No siento las piernas".
Añadió que no entendía cómo había podido dispararse una bala real: "La idea de que fuera una bala real la que se disparó... no era computable", dijo.
Halls también defendió a Baldwin, argumentando que no había puesto en peligro la seguridad al precipitar la producción, como alegan los fiscales.
Los abogados de Gutiérrez-Reed han alegado que los problemas en el rodaje escapaban a su control: en aquel momento se habían producido retrasos y seis miembros del equipo de rodaje habían dimitido por retrasos en el pago y por las condiciones de seguridad, y posteriormente se contrató a un nuevo equipo. La fiscalía la culpa de haber introducido ilegalmente munición real en el rodaje.
En enero, SAG-AFTRA emitió un comunicado defendiendo a Baldwin. "El trabajo de un actor no es ser un experto en armas de fuego", dijo el sindicato. "Los actores se entrenan para actuar, y no se les exige ni se espera que sean expertos en armas o experimentados en su uso. La industria asigna esa responsabilidad a profesionales cualificados que supervisan su uso y manejo en todos los aspectos."
