El País de Nunca Jamás Prometido: 10 capítulos que los fans de Norman deberían leer

Norman es uno de los mejores personajes de El País de Nunca Jamás prometido. Al comienzo del manga, él y Emma se enteraron de la verdad sobre Grace Field y planearon su huida con Ray. Sin embargo, para salvar a sus hermanos, Norman tuvo que sacrificarse. Aunque estaba dispuesto a hacerlo y se preparó para ser devorado por un demonio, resultó que iba a otra granja, Lambda.

Después de ayudar a los otros niños con los que se experimentaba allí, se convirtió en un Dios para ellos y tomó el nombre de William Minerva. A partir de ahí, planeó matar a todos los demonios y hacer de su mundo un lugar donde los humanos pudieran vivir felizmente. A lo largo del manga, hay muchos capítulos que se centran en Norman, siendo estos diez los mejores.

Poco después de hacer saber a Ray, Don y Gilda la verdad sobre Grace Field, Norman y Emma descubrieron que había un traidor entre su grupo. Para averiguar quién era el traidor, Norman escondió una cuerda en cuatro lugares diferentes. Le contó a Don lo de la cuerda en el comedor y a Gilda lo de la cuerda en la biblioteca.

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También le dijo a Ray que las cuerdas que escondió de Don y Gilda estaban detrás de su cama y en el techo del baño del segundo piso. Ray intentó inculpar a Don como el traidor, pero Norman fue más astuto que él. Sin embargo, aunque sabía que Ray estaba trabajando con Isabella, Norman también comprendía que Ray le estaba ayudando todo el tiempo y confiaba en él.

Después de romperle la pierna a Emma y revelar que Norman iba a ser embarcado, parecía que Isabella había ganado. Todos sus hermanos, que sabían lo que estaba pasando, estaban preocupados por él y querían salvarlo por encima de todo. Mientras intentaba ser fuerte por ellos, se sentía mal, pensando que moriría pronto. Pensó en todo lo que podía hacer, pero sabía que para salvar a sus hermanos no podía escapar.

Cuando Ray y Emma le dijeron a Norman que se escapara antes de ser enviado, él se negó a hacerlo. Sin embargo, no aceptaron un no por respuesta y le dijeron que solo debía fingir que escapaba. Entonces esperaría hasta que los otros estuvieran listos y se iría con ellos.

Por muchos problemas que tuviera con su plan, le explicaron por qué iba a funcionar, pero no quería ponerlos en peligro. A pesar de eso, fingió que seguiría su plan.

Después de que Norman finalmente llegara a la cima del muro de Grace Field, regresó a la casa, sorprendiendo a Emma, Ray, Don y Gilda. Resultó que al otro lado del muro había un acantilado, lo que dificultaba aún más la huida de los niños. También reveló que no utilizó el dispositivo de Ray para deshacerse del rastreador, al no querer seguir su plan. Luego abrazó a sus hermanos, les agradeció todo lo que habían hecho para darle una gran vida y les deseó lo mejor.

En sus últimos momentos en Grace Field, Norman se despidió de su familia. Emma trató de detenerlo por última vez diciéndole que corriera mientras intentaba destruir el rastreador en su oreja. Sin embargo, él pudo detenerla, lo que provocó que ambos discutieran frente a todos sus hermanos menores que no entendían lo que estaba pasando. Isabella detuvo la pelea amenazando a Emma. Después de llevar a Norman a la puerta, le pidió que esperara en una habitación. No sabía que su viaje acababa de empezar.

Aunque muchos lectores pensaron que Norman murió al ser enviado, en realidad no fue así. En cambio, fue a otra granja, Lambda, donde los científicos le hicieron pruebas. Cuando Isabella le pidió que esperara en la sala de la puerta, Peter Ratri les estaba esperando. Fingió ser amable con Norman, que fue capaz de ver a través del acto. A pesar de ayudar a Peter en sus investigaciones, Norman intentó averiguar cómo salir de Lambda y reunirse con sus hermanos.

Después de escapar de Lambda con los otros niños del lugar y de tomar el nombre de William Minerva, Norman y sus nuevos compañeros comenzaron a matar demonios y a liberar humanos.

En una de las granjas a las que acudieron, no pudieron salvar a los niños de allí y decidieron quemar la granja. Mientras la veía arder, pensó en su nuevo objetivo. Como William Minerva, crearía un paraíso para todos los humanos.

Cuando los chicos de Grace Field llegaron finalmente a la base de Norman, Emma pudo reunirse con él. Se sintió sorprendida y aliviada al saber que seguía vivo. Después de que los dos se abrazaran y hablaran durante un rato, el resto de su familia, así como sus nuevos amigos, pudieron ver a Norman. La reacción de Ray fue muy diferente a la de Emma, ya que le dio una bofetada a Norman antes de darle un abrazo. Norman les contó entonces todo lo que le había sucedido desde que fue embarcado. Por fin había recuperado a su familia.

Cuando Emma se enteró del plan de Norman de matar a los demonios, ella y Ray intentaron convencerle de que no lo hiciera. Sin embargo, nada de lo que le dijeron en ese momento lo convenció de echarse atrás. Cislo, Barbara, Zazie y Vincent estaban preocupados de que Norman empezara a escuchar a su familia, pero él les aseguró que su objetivo no había cambiado. No le importaba convertirse en un Dios o en un Diablo. Iba a hacer todo lo que tuviera que hacer para mantener a sus seres queridos a salvo.

Después de que Norman matara a los jefes de las Cinco Familias Regentes, reveló a Emma, Ray y sus amigos que le quedaba poco tiempo de vida debido a las drogas que le habían administrado en Lambda. En ese tiempo, quiso hacer todo lo posible para salvarse a sí mismo, a sus seres queridos e incluso a los demonios que envenenó.

Mientras que Bárbara, Zazie y Cislo pudieron aceptarlo fácilmente, Vincent se enfadó y se sintió traicionado. Sin embargo, una vez que supieron que era posible que Adam salvara a todos los niños drogados y que la base estaba en peligro, Norman y sus compañeros comprendieron que había cosas mucho más importantes en las que centrarse. Para empeorar las cosas, la reina Legravalima volvió a la vida e intentó comerse a Norman.