El tedioso sistema de viaje rápido de Dragon's Dogma 2 es lo que lo hace especial

Dragon's Dogma 2 se perfila como uno de los juegos más interesantes de 2024, en el sentido de que es brillante en casi todos los aspectos, pero también es un juego extremadamente difícil de recomendar al jugador medio que quizá no sepa dónde se está metiendo.

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Prácticamente todo en Dragon's Dogma 2 es tedioso. El sistema de viaje rápido por sí solo puede ser muy desagradable para la mayoría de los jugadores, especialmente en un mundo en el que la mayoría de los juegos modernos de mundo abierto te permiten teletransportarte instantáneamente de un lugar importante a otro. No es el caso de Dragon's Dogma 2, donde los objetos consumibles de viaje rápido -llamados Ferrystones- son extremadamente raros y de un solo uso.

Para moverte por Dragon's Dogma 2 tienes que ir a pie, lo que puede llevarte mucho tiempo dependiendo de adónde quieras ir. Tampoco ayuda el hecho de que los enemigos intenten atacarte constantemente por el camino. Un simple viaje de Vernworth a Harve Village, que está justo al oeste de la ciudad, por ejemplo, puede llevar 15 minutos, dependiendo de si entablas combate o te detienes a acampar.

the cyclops boss in dragon's dogma 2

Aunque Dragon's Dogma 2 cuenta con un servicio de carretas que te lleva de la ciudad a varios pueblos, tampoco es lo ideal. Cuesta oro, que es difícil de conseguir a primera hora, y te pueden asaltar mientras vas en el carro. Y si no tienes cuidado, puede que acabes matando a los jinetes de la carreta, lo que puede provocar que los servicios de la carreta dejen de estar disponibles hasta que gastes valiosos recursos en revivirlos. Ah, y espera a descubrir que no hay ningún punto de viaje rápido en la segunda ciudad más importante del juego.

Luego, por supuesto, está el sistema de comida y peso. Los alimentos crudos maduran y se pudren con el tiempo, por lo que resultan inútiles para cocinar. Independientemente de la configuración que elijas, casi siempre te encontrarás al máximo de tu capacidad de carga, lo que afecta gravemente a tu tasa de recuperación de resistencia y a tu rendimiento en combate.

A Dragon's Dogma 2 también le encanta ser lo más opaco posible en lo que respecta a las misiones, y este problema se acentúa cuando te encuentras con una misión cronometrada, en la que tienes que cumplir un plazo o arriesgarte a estropear por completo el resultado de dicha misión.

Por último, no olvidemos que a los jefes del mundo les encanta aparecer cuando menos te lo esperas. Literalmente, puedes estar paseando por las calles de Vernworth, ocupándote de tus asuntos, cuando un dragón decide aparecer y convertir tu día en un infierno. Podrías estar luchando contra un gólem en las ruinas del palacio, sólo para que un grifo se abalance en el último segundo para demoler por completo a tu grupo justo cuando estás a punto de acabar con ese gólem.

Si juntamos todas estas cosas, tenemos Dragon's Dogma 2, uno de los juegos más estresantes que he jugado en mi vida. Todo se reduce al hecho de que no puedes viajar rápido y, de repente, te ves obligado a enfrentarte a todas estas complicaciones que ni siquiera serías capaz de concebir en otros juegos de mundo abierto.

a still of the arisen fighting a cemetery boss in dragon's dogma 2

Sin embargo, hay algo en este juego que me hace volver a por más. Debería enfadarme con el juego por privarme del viaje rápido, pero al final empiezas a memorizar tus rutas entre pueblos y alcanzas un estado de fluidez zen con la preparación del viaje, el sprint y la acampada, y hay una extraña especie de satisfacción que viene de saber exactamente adónde vas sin tener que consultar el mapa.

De vez en cuando, Dragon's Dogma 2 también toma prestada una página del libro de FromSoft para introducir un atajo realmente espectacular que atraviesa el mapa para unir dos lugares distantes, y esa sensación de euforia no tiene parangón.

Debo señalar que Dragon's Dogma 2 sólo puede salirse con la suya con un sistema tan divisivo y polarizador porque su diseño de mundo abierto es muy bueno. Un juego de menor calidad sería despedazado por intentarlo, y Capcom comprendió perfectamente que necesitaba crear un mundo divertido y atractivo para convencer a los jugadores de que no les importa, e incluso disfrutan, con este tedio del viaje rápido.

El mundo abierto de Dragon's Dogma 2 está repleto de secretos y jefes ocultos que descubrir, y enseguida queda claro que los desarrolladores quieren que vayas a pie a todas partes porque hay mucho que ver y hacer. El mero hecho de tropezarte con un pequeño pueblo o unas ruinas puede descubrirte toda una misión que te envíe a la caza de un monstruo legendario: son cosas que te perderías fácilmente si el viaje rápido estuviera disponible desde el principio.

Como mencioné en mi análisis, no es un juego que vaya a gustar a todo el mundo. De hecho, a pesar de la aclamación generalizada que ha recibido Dragon's Dogma 2 por parte de la crítica, espero que tenga su buena dosis de detractores que se lamenten de lo tedioso y analógico que resulta todo. Aun así, si la idea de perderte y sumergirte en un mundo de fantasía increíblemente bien realizado te parece atractiva -y si puedes soportar la idea de tener que volver a casa a pie durante 10 minutos porque te has dejado ese objeto de búsqueda en el cofre-, te debes a ti mismo al menos echarle un vistazo a esta joya de los RPG de fantasía.

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