Emma Frost se aleja de los niños por su propia seguridad
ADVERTENCIA: Lo siguiente contiene spoilers de Devil's Reign: X-Men #3, ya a la venta en Marvel Comics.
Emma Frost ha sido una villana, una heroína y todo lo demás. Presentada como la Reina Blanca del Club del Fuego Infernal, su destreza telepática la convirtió en una oponente mortal para los X-Men. Sin embargo, con el tiempo reveló un lado más compasivo y demostró que se preocupaba de verdad por el futuro de los mutantes. Se dedicó especialmente a guiar a los niños mutantes y se unió a los X-Men para servir de maestra a la siguiente generación de mutantes, la Generación X.
Emma hizo todo lo posible por instruir y orientar a los niños pequeños que la necesitaban. Sin embargo, como destacada líder de los X-Men y antigua Reina Blanca, tenía muchos enemigos. Aunque enseñaba a los jóvenes mutantes a utilizar sus poderes para protegerse, sus numerosos enemigos hacían que estos niños no siempre estuvieran a salvo cuando estaban cerca de ella. En más de una ocasión, Emma vio cómo sus alumnos eran brutalmente asesinados delante de ella. Así, a pesar de su firme compasión por los niños, Emma llegó a la conclusión de que los niños estaban más seguros cuando no estaban cerca de ella.
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En Devil's Reign: X-Men #3, Emma se encuentra con la ahora adulta Isabelle, que se resiente un poco de verla después de todo este tiempo. Isabelle deduce correctamente que la única razón por la que Emma la visita ahora es porque la antigua Reina Blanca necesita algo. Emma, reconociendo la insensibilidad de eso, trata de explicarse. "La verdad es que... te mantuve a distancia para que los peligros de mi vida no cayeran en la órbita de una joven indefensa", le dice Emma.
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Aunque Isabelle sentía que Emma la había abandonado, Emma tenía una muy buena razón para no visitarla nunca. Emma sabía lo peligroso que podía ser para los niños conocerla. Mientras trabajaba con el Club Fuego Infernal, Emma también actuaba como directora de la Academia de Massachusetts, dirigiendo un programa de entrenamiento similar al de Xavier con los Nuevos Mutantes. Por desgracia, cuando el mutante Trevor Fitzroy, que viajaba en el tiempo, atacó la Academia de Massachusetts, él y sus Centinelas asesinaron a casi todos los alumnos de Emma. En ese momento, Emma se encontraba en coma y no pudo hacer nada para proteger a sus alumnos de esa matanza sin sentido.
Como niña humana, Isabelle tenía aún menos capacidad para protegerse en caso de ataque. Por esta razón, Emma decidió no volver a tener contacto con ella, contenta de saber que había mejorado la vida de Isabelle. Cuando Emma le explica esto a Isabelle años más tarde, la joven comprende y abandona su amargura. En cambio, sigue agradecida a Emma por haberla rescatado y haber mejorado su vida. Aunque mantenerse al margen de la vida de Isabelle no era lo ideal, era la opción que mantenía a la chica a salvo. Para Emma, nada era más importante.
