Este desarrollador indie pasó 6 años esculpiendo un juego a partir de 5.000 trozos de papel
Papetura es un juego de aventuras de apuntar y hacer clic hecho enteramente de papel físico, real. El desarrollador Tomasz Ostafin cortó y pegó a mano todos los personajes, objetos y lugares del juego. El resultado es impresionante.
Desde el primer puzzle del juego, el uso del papel es notable. Juegas como un pequeño muñeco de papel llamado Pape que está atrapado en una prisión en forma de concha. Para escapar, tienes que encender cada una de las flores brillantes de la habitación para abrir la puerta. Lo que llama la atención al instante es la forma en que el papel ha sido esculpido para filtrar la luz. Los pétalos de las flores, las delicadas alas de la mariposa y las paredes de la cámara, similares a las de una celda, han sido cuidadosamente construidas para filtrar la luz de forma diferente, produciendo tonos de naranja y amarillo dramáticamente diferentes.
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No puedo imaginarme el tiempo que llevaría construir algo así, y después de salir de la prisión, el mundo de Papetura se abre con estructuras aún más impresionantes. Poco después de escapar, ves que unos monstruos que escupen fuego están incendiando el mundo, lo que obviamente no es nada bueno cuando estás hecho de papel, y depende de Pape y su amiga Tura ponerle fin.
Papetura da la sensación de que podría estar cómodamente al lado de cualquiera de las aventuras de Amanita Design, y no sólo porque compartan la misma música etérea compuesta por Floex (Tomas Dvorak). Hay algo íntimo en su pequeño mundo, se siente delicado y personal, a diferencia de los extensos mundos abiertos a los que estamos acostumbrados. El juego tiene un ritmo bastante lento, pero está pensado para que puedas disfrutar de sus magníficos entornos.
Cada zona por la que juegas parece estar más meticulosamente hecha que la siguiente.
Cada zona por la que se juega parece estar hecha con más meticulosidad que la siguiente. Hay entornos abiertos gigantescos que requieren un trabajo de patronaje preciso, y también hay detalles como un diminuto taburete de papel, cuyo modelo es tan pequeño que apenas parece más grande que la uña de tu pulgar.
Hay una cámara más adelante en el juego cuyas paredes están hechas de espirales de papel firmemente tejidas y pegadas en un patrón minuciosamente consistente. Si quieres entender exactamente lo ardua que sería una tarea como la de hacer Papetura, te recomiendo encarecidamente que eches un vistazo al diario de desarrollo del juego que aparece a continuación.
Papetura es una fiesta para los ojos. El único inconveniente que encontré fue que a veces los puzles pueden ser un poco confusos, pero hay un útil sistema de pistas para superar esos momentos en los que estás realmente perplejo. Papetura merece la pena si te gustan las aventuras cortas y artesanales, sólo espero que Ostafin no se haya cortado demasiado con el papel al hacerlo.
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