Este extraño juego indie sólo se puede volver a jugar una vez al año, y sólo si superas un desafío que se realiza una vez al año.

Endlight es el juego que más se acerca a la encarnación del caos puro. Es un concepto sencillo y muy fácil de jugar -navegar libremente por paisajes tridimensionales retorcidos, cambiantes y extraños para encontrar y recoger aros dorados-, pero la violenta avalancha de luces y ruido que envuelve la acción me resultó muy desagradable al principio. Sin embargo, cuanto más me adentraba en Endlight, más me daba cuenta de que era un juego extraordinariamente atractivo, sorprendente e inesperadamente divertido, y uno al que (probablemente) nunca podré volver a jugar.

Endlight ha sido desarrollado por Jim McGinley, que se describe a sí mismo (sospecho que no del todo en serio) como "uno de los mejores jugadores de juegos de acción para TRS-80 de la actualidad", y en muchos aspectos está influido por aquellos juegos de antaño. "Los mejores juegos de TRS-80 llenaban la pantalla", afirma McGinley. "La gente ya no hace eso, pero Endlight sí. Mires donde mires, NO hay espacio vacío".

No bromea. Es prácticamente imposible moverse por los entornos de Endlight sin chocar contra las cosas. Pero la página de Steam lo anima a ello: "Esquivar es de cobardes, empieza a CHOCAR". El secreto está en encontrar la mezcla necesaria de movimientos suaves e impactos brutales que te mantengan volando el tiempo suficiente para recoger los 10 aros necesarios para completar cada nivel.

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Yo soy un antiguo usuario de TRS-80, lo que puede ser una de las razones por las que congenié tan bien con Endlight, pero lo que realmente me fascina es que, aunque parece un juego que debería poder rejugarse infinitamente, no lo es. De hecho, no es rejugable en absoluto. Los niveles sólo son accesibles en un orden lineal establecido, y una vez completado cada nivel, desaparece para siempre. Y lo que es aún más inusual, todo el juego desaparece una vez terminado: Literalmente, no puedes volver atrás y empezar de nuevo, ni siquiera después de haberlo terminado.

McGinley me explicó que este aspecto de Endlight es una parte esencial del diseño del juego. Cada nivel termina cuando recoges 10 aros, independientemente del tiempo, y dependiendo de tu suerte eso puede ocurrir a veces en cuestión de segundos. "Es muy divertido cuando eso ocurre", dice McGinley. Pero, añadió, se vuelve mucho menos divertido cuando batir tiempos se convierte en el objetivo, porque esos récords dependen más de la suerte que de la habilidad.

"Digamos que vuelves a jugar un nivel con la intención de terminarlo más rápido", dijo. "Descubrirás rápidamente que completar un nivel rápidamente tiene más que ver con la generación procedural aleatoria que con la habilidad del jugador. No es bueno.

"Así que repetir los niveles nos obligaría a asegurarnos de que los niveles no se pueden terminar en 10 segundos, lo que haría que Endlight fuera MUCHO menos divertido. Para que Endlight siga siendo superdivertido, no podemos ofrecer una repetición".

Tienes una sola oportunidad.

Hay una excepción a esa regla, que me parece maravillosamente extraña e inteligente. El 9 de diciembre de cada año, habrá un desafío único en el juego al que todos los jugadores tendrán una oportunidad. Cualquiera que supere el desafío recibirá un "cupón" que le permitirá volver a jugar a Endlight una vez, de principio a fin, en cualquier momento durante el año siguiente, hasta que llegue el siguiente desafío "Derecho a repetir".

"Estoy seguro de que mucha gente ODIARÁ esta 'recompensa', pero para mí es la recompensa más divertida y memorable de todos los tiempos", dijo McGinley. "Creo que la gente acabará apreciando el humor".

Que no quepa duda, McGinley va en serio: Dijo que ha hecho todo lo posible para asegurarse de que cosas como cambiar el reloj de tu PC o trastear con tu registro no permitirán repetir Endlight, y que la única forma de conseguir el cupón de repetición es superar el desafío. E incluso si ganas el cupón, no te animarán a usarlo: "Le damos mucha importancia al hecho de intentar canjear el cupón. Se ejerce mucha presión verbal sobre el jugador para que NO canjee 'El derecho a repetir'", afirma.

Eso encaja con el tono general de Endlight, que adereza su acción trepidante con comentarios casuales, y a menudo muy divertidos, del desarrollador que aparecen como mensajes flotantes en el juego, algunos aparentemente aleatorios, otros provocados por eventos específicos. En el nivel Dune, por ejemplo, apareció un mensaje que decía que Ray Bradbury estaría orgulloso de mi actuación.

Rápidamente le siguió una disculpa por haberse equivocado de autor:

Y luego otro:

También hay mensajes relacionados con cosas como el proceso de desarrollo de Endlight, las opiniones del desarrollador sobre ciertos niveles, exhortaciones a beber más agua, palabras de ánimo al estilo de "aguanta ahí" no muy inspiradoras y "charlas sorpresa" que prometen contar "la peor historia de la historia de los videojuegos".

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Y aunque los niveles de Endlight son a veces muy cortos, el juego en sí promete ser muy grande: Hay más de 100 niveles en el juego base y McGinley planea lanzar otros 25 niveles al mes, gratuitos para todos los jugadores. (Que conste que esos tampoco son rejugables).

Está claro que Endlight no es para todo el mundo (para empezar, incluye un muy merecido mensaje de "advertencia de convulsión"), pero me lo estoy pasando mucho mejor de lo que esperaba. Es intenso a veces, inesperadamente relajante otras, y mucho más inteligente de lo que parece a primera vista. No sé si lo acabaré -la página de Steam garantiza que es imposible quedarse atascado en un nivel, pero madre mía qué cantidad-, pero desde luego estoy deseando volver a él.