Estos son los 5 accidentes sexuales más extraños
¿Os atrevéis a descubrir los cinco accidentes sexuales más extraños? ¡Hombre prevenido vale por dos!
Los accidentes sexuales son más comunes de lo que podáis llegar a concebir. Y no nos referimos a que el gato de vuestra novia pueda lanzarse a vuestra espalda en pleno coito. Las salas de hospital han congregado casos de desgarros tanto vaginales o anales provocados por los más variopintos objetos como botellas o desodorantes, así como hombres con el pene escayolado debido a fracturas y roturas del mismo. Aunque presumimos que habrá quien, por sus dimensiones, tendrá que conformarse con una tirita…
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No es broma, estos accidentes sexuales se dan con asiduidad y en la mayor de las ocasiones la realidad termina superando a la ficción. Por lo general, afirman quienes de esto saben, estos casos son más propensos entre los adolescentes y guardan estrecha relación con el consumo de drogas “recreativas” que permiten una desinhibición de la propia conducta. Aconsejan estos mismos expertos que la práctica sexual este ligada a la educación y la información. Saber, por ejemplo, que si nos introducimos una manzana en el recto puede quedarse ahí, atascada. Y situaciones así se han dado muchas… Pero vamos a quedarnos por el momento con cinco; los cinco accidentes sexuales más extraños:
- Muerte por chupetón: Los últimos días hemos sabido del caso de un adolescente de apenas 17 años, residente de Ciudad de México, que encontraba la muerte tras recibir un chupetón en el cuello por parte de su pareja. Este beso salvaje ocasionó en el joven un coágulo de sangre que viajó hasta el cerebro, teniendo como consecuencia un accidente cerebrovascular mortal. No es un caso excepcional pues se sabe de casos similares, como el de una mujer que tras recibir un chupetón en su brazo padeció un pequeño derrame cerebral.
- El amor es ciego, la pasión es sorda: Pero si hablamos de besos realizados con intensidad debemos recordar el caso de una mujer en China la cual, tras recibir un beso en verdad apasionado de su pareja, perdió la capacidad auditiva por dos meses debido a que el vacío que se creó en su boca afectó a su tímpano.
- Cuando mames, no conduzcas: Es muy común entre las parejas jóvenes tener sexo en el automóvil, a fin de cuentas para muchos es el único espacio de intimidad del que disponen. Los hay que deciden estacionarse para disfrutar del momento, con tan mala fortuna que al cerrar puertas y ventanas acaban viéndose intoxicados por monóxido de carbono y deben ser rescatados, inconscientes y semidesnudos, del vehículo. Y los hay que no dudan en hacerlo en plena circulación, con los riesgos que esto conlleva. Una mamadita puede ser mortal en según qué carreteras. Se sabe del caso de un hombre que estaba recibiendo sexo oral por parte de su compañera cuando una camioneta les golpeó por detrás; la reacción de la mujer fue cerrar la mandíbula, con tanta fuerza que prácticamente le arranco el miembro.
- El terror de los brackets: Va, venga, que esto os va a doler, en particular si sois hombres. En principio, lucir una ortodoncia no debería acarrear riesgos de ninguna clase pero en determinadas ocasiones hay que ser cautos. Sobretodo cuando se está realizando sexo oral pues al parecer se han dado casos donde el prepucio terminaba engarzado entre los hierros, viéndose rasgado al apartar la boca.
- El vigor causa dolor: Terminamos con un caso real, el de un hombre que por tal de disfrutar de erecciones más duraderas se inyectaba sustancias estupefacientes directamente en su miembro. En una de esas ocasiones, se excedió en la dosis y sufrió una erección de tres días. Al principio todo eran bromas pero, con el transcurrir del tiempo, desarrolló coágulos en genitales, brazos, piernas, espalda y pecho, siendo que por la gangrena posterior tuvieron que amputarle las dos piernas, nueve dedos y, lo que más lamentó, su pene.
Tal y como señalábamos, la realidad puede superar muchas veces la ficción. Estos que os hemos relatado son los casos más extraños pero, entre los habituales, podemos encontrarnos a hombres con patatas en el ano o mujeres que por una contracción involuntaria atrapaban en su vagina el pene de su pareja, viéndose en la necesidad de acudir al servicio de urgencias e incluso someterse a cirugía por tal de separarse. Pero habéis dejado de prestar atención con lo de la patata, ¿verdad?
El sexo puede resultar más complicado de lo que creemos, tal y como demuestran estos cinco accidentes sexuales más extraños.