Frances Bean Cobain da la bienvenida a un niño: "bienvenido al mundo"
Frances Bean Cobain ha anunciado hoy (29 de septiembre) el nacimiento de su primer hijo.
En un nuevo post, Cobain, la hija de Courtney Love y el fallecido líder de Nirvana, Kurt Cobain, reveló que dio a luz a un niño el 17 de septiembre.
El padre del bebé es Riley Hawk, hijo del ex patinador profesional Tony Hawk. En un post en Instagram, revelaron que el bebé se llama Ronin Walker Cobain Hawk, añadiendo:
"Bienvenido al mundo hijo más hermoso. Te queremos más que a nada", junto a una foto del recién nacido.
Puede ver la imagen aquí:
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Frances Bean Cobain (@thespacewitch)
En la sección de comentarios de la publicación se podían ver muchos buenos deseos de los amigos famosos de la pareja, como Zelda Williams, hija del fallecido actor Robin Williams, que escribió: ""¡Ahhhh! Congrats!!!!" Harper Grohl, hija de Dave Grohl, compañero de banda de Kurt, también comentó con emojis de ojos llorosos.
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Frances reveló por primera vez su relación con Riley Hawk en 2022, compartiendo fotos de él en Instagram. La pareja se casó en octubre de 2023 con Michael Stipe, líder de R.E.M. y padrino de Frances, como oficiante.
A principios de este año, Frances compartió un emotivo post con motivo del 30 aniversario de la muerte de su padre.
El músico saltó a la fama a finales de los 80 como frontman y guitarrista de Nirvana -junto a Grohl y Krist Novoselic- y llegó a convertirse en una de las figuras más icónicas del rock, sobre todo en la escena grunge de los 90. Murió por suicidio el 5 de abril de 1994, cuando su hija Cobain sólo tenía un año.
Cobain compartió un emotivo homenaje a su difunto progenitor junto con algunas fotos de ella con Kurt, y habló de cómo desearía "haber podido conocerle".
"Hace 30 años la vida de mi padre terminó", escribió, compartiendo una imagen de las manos del músico, tomada por el frontman de R.E.M (y su padrino) Michael Stipe, seguida de un par de fotos de ellos juntos. "La 2ª y 3ª foto capturan la última vez que estuvimos juntos cuando aún vivía. Su madre, Wendy, a menudo me ponía las manos en las mejillas y me decía, con una tristeza adormecedora: 'Tienes sus manos'. Las inspiraba como si fuera su única oportunidad de tenerlo un poco más cerca, congelado en el tiempo. Espero que tenga sus manos dondequiera que estén".
Y continúa: "En los últimos 30 años mis ideas sobre la pérdida han estado en un continuo estado de metamorfosis. La mayor lección que he aprendido a través del duelo durante casi todo el tiempo que he sido consciente es que sirve para algo. La dualidad de la vida y la muerte, el dolor y la alegría, el yin y el yang, tienen que coexistir o nada de esto tendría sentido. Es la naturaleza impermanente de la existencia humana la que nos arroja a las profundidades de nuestras vidas más auténticas. Resulta que no hay mayor motivación para inclinarse hacia la conciencia amorosa que saber que todo termina.
"Ojalá hubiera podido conocer a mi padre. Ojalá supiera la cadencia de su voz, cómo le gustaba el café o qué se sentía cuando te arropaban después de un cuento. Siempre me he preguntado si habría cazado renacuajos conmigo durante los calurosos veranos de Washington, o si olía a Camel Lights y a Nesquik de fresa (sus favoritos, según me han dicho)", añade.
