La beta cerrada de "The Finals" me permite vivir mi sueño de ser un panda aficionado a los juegos de rol
Lafinal es como abrir la puerta a una fiesta ruidosa y lanzarse de cabeza a ella. Además, hay un tiroteo y sigilos brillantes en el cielo que significan algo. Es un juego realmente ridÃculo y en esta primera fase no sé qué se supone que debo hacer más allá de disparar a todas las personas que no están en mi pequeño equipo de tres personas.
El caos es total, un espectáculo interminable de disparos y explosiones mientras atravieso un tiroteo tras otro, cuatro pequeños equipos lanzándose en pos de algo. Aun asÃ, The Finals es el primer juego que me ha permitido hacer realidad mi fantasÃa de recorrer una zona urbana como un hombretón armado con un lanzacohetes y vestido de panda. Mi personaje parece listo para atracar un banco, pero el único atraco real que ha conseguido hasta ahora es robarme el corazón.
Como sólo he jugado una hora o dos, no quiero emitir ningún juicio todavÃa: las armas se manejan bien y el tiroteo en sà recuerda a Battlefield: Bad Company 2, pero hay un tiempo de muerte inconsistente que me hace sentir un poco raro en cada tiroteo. Las granadas no estallan con estruendo sino con un gemido, los barriles explosivos calcinan la zona pero no desmoronan los entornos con la misma ferocidad prometida en el tráiler. La destrucción no parece posible para la clase más ligera, que se dedica a las tácticas de golpear y huir, ni para los personajes de construcción media, que se dedican más a detectar enemigos y curar a sus compañeros que a meterse de lleno en los combates.
Como clase pesada, mi función es la defensa y la destrucción. Esto me viene como anillo al dedo y significa que no me preocupo en absoluto de disparar a la gente. La M60 en mis manos me recuerda a la clase médica de Battlefield: Bad Company 2, salvo que este es un universo alternativo en el que la M60 dispara dardos a los enemigos. Y también en este universo soy un puto panda.
Pero el verdadero poder es el RPG que llevo atado a la espalda y la reserva de cohetes y C4 que se regenera infinitamente, siempre que pueda sobrevivir lo suficiente para que termine el tiempo de recarga. El RPG y el C4 a tu disposición harán volar las cosas en pedazos, como un Laurence Llewelyn-Bowen radicalizado. También puedo atravesar paredes a mi antojo, a veces saltando por los aires para derribarlas como el Titán de Destiny 2, salvo que cuando aterrizo derribo el edificio.
Cuando atravieso rascacielos interconectados como un gran panda de asesinos, no tengo que pensar en el tiempo de muerte, y a menudo escapo de los combates volando por los aires el suelo bajo el enemigo, enviándolo a la muerte cientos de metros más abajo, o al menos dejándolo caer en una sala de servidores a unos cuantos pisos de distancia para que mi equipo y yo tengamos tiempo de regenerar salud, regenerar artilugios e incluso salir pitando de allà con la caja llena de dinero, algo que es importante por una razón que aún no he descifrado.
Jugar con la clase pesada tiene sus desventajas. Soy demasiado grande para pasar por las pequeñas aberturas de ventilación, soy lento de cerca, incapaz de seguir el ritmo de la veloz clase pequeña y a menudo superado también por la clase media. Pero Murderpanda es toda una declaración de intenciones para la final: Puedo jugar con las herramientas de destrucción más grandes y, además, el juego se presenta como un tÃtulo que no se toma demasiado en serio a sà mismo: los disfraces tontos y el locutor cacareando lo alejan mucho de los shooters militares de rostro severo que cabrÃa esperar de un juego desarrollado por veteranos de DICE.
En última instancia, The Finals es un juego que vivirá o morirá en función de lo satisfactorios que resulten los disparos y lo épica que sea la destrucción. Es demasiado pronto para emitir un juicio al respecto -solo querÃa escribir sobre este genial cosmético de Panda-, pero la promesa de que todo es destructible parece cumplirse, aunque es un poco decepcionante que la destrucción a gran escala de ese tráiler tan chulo solo esté disponible para la clase pesada por el momento.
Pero, como alguien que actualmente juega con la clase pesada, creo que superaré mi decepción haciendo volar algo por los aires.