La ciudad de Nueva York elimina la norma de la prueba de vacunación para los locales de conciertos
Los asistentes a espectáculos en la ciudad de Nueva York ya no están obligados a presentar una prueba de vacunación contra el COVID para poder entrar en los eventos en vivo.
Según confirmó el viernes (4 de marzo) la oficina del alcalde de Nueva York, Eric Adams, el mandato de vacunación "Key To NYC" ha sido retirado hoy (lunes 7 de marzo).
A partir de ahora, las personas que visiten lugares cerrados -incluidos restaurantes, gimnasios y establecimientos de ocio- no tendrán que demostrar que están protegidos contra el virus antes de ser admitidos.
Sin embargo, estos entornos "seguirán teniendo la flexibilidad de exigir una prueba de vacunación o de enmascaramiento en el interior si así lo deciden". Puedes ver el hilo de tuits a continuación.
Tal y como informa el New York Times, la tasa media de positividad de siete días en todo el estado estaba por debajo del 2% a 27 de febrero, con menos de 2.000 hospitalizaciones, por primera vez desde el pasado otoño.
"Los neoyorquinos deberían salir y disfrutar de nuestra increíble ciudad", dijo Eric Adams en una rueda de prensa oficial. "Puede que la lucha no haya terminado, pero estamos ganando claramente la guerra.
"Estamos abiertos a los negocios y la ciudad de Nueva York ha recuperado su ritmo".
La medida "Key to NYC" se introdujo el pasado agosto. Con esta norma, los neoyorquinos debían acreditar haber recibido al menos una dosis de la vacuna COVID para poder entrar en salas de conciertos, espectáculos de Broadway, cines, gimnasios y restaurantes, entre otros.
Los ciudadanos pudieron demostrar su estado de vacunación a través de la aplicación NYC Covid Safe de la ciudad, el pase Excelsior del estado o en una tarjeta de vacunación en papel de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En junio de 2021, Foo Fighters dio el primer concierto con aforo completo en Nueva York desde el inicio de la pandemia. Actuaron en el Madison Square Garden de Nueva York ante más de 15.000 fans, a los que se les exigió una prueba de vacunación antes del concierto.