La discográfica de Taylor Swift habría establecido directrices más estrictas para las regrabaciones
Universal Music Group, el sello discográfico de Taylor Swift, ha establecido al parecer nuevas directrices con respecto a sus artistas que vuelven a grabar material antiguo.
Swift se encuentra actualmente en proceso de regrabación de sus seis primeros álbumes en un intento de recuperar el control de sus grabaciones maestras después de que los masters de sus primeros discos se vendieran varias veces sin su permiso.
Las regrabaciones comenzaron con 'Fearless (Taylor's Version)' a principios de este año, y el segundo álbum, 'Red (Taylor's Version)', salió a la luz el pasado viernes (12 de noviembre).
Un nuevo informe de The Wall Street Journal afirma que Universal ha estado estableciendo nuevos acuerdos con sus artistas que, según el informe, "duplican efectivamente la cantidad de tiempo que los contratos restringen a un artista de volver a grabar su trabajo."
El informe añade que los acuerdos anteriores de este tipo significaban que los artistas tenían prohibido volver a grabar canciones publicadas por UMG hasta cinco años después de que se realizara su última grabación bajo su contrato con el sello.
Ahora, los nuevos contratos comunicados lo han elevado a cinco años, y si bien los acuerdos anteriores también permitían realizar regrabaciones dos años después de la finalización del contrato, ahora se ha fijado en cinco años.
A pesar de la proximidad con la serie de regrabaciones de alto perfil de Swift, una fuente con conocimiento del caso dice a The Wall Street Journal que los planes se establecieron antes de que Swift comenzara a publicitar su plan de regrabar sus primeros seis álbumes.
El año pasado, Swift confirmó sus planes de volver a grabar las canciones de sus seis primeros discos después de que el mánager musical Scooter Braun y su holding de medios, Ithaca Holdings LLC, adquirieran el antiguo sello de Swift, Big Machine Label Group, allá por junio de 2019.
Swift confirmó entonces, el pasado mes de noviembre, que la propiedad de su catálogo trasero ha vuelto a cambiar de manos por segunda vez en dos años.
Tras conocerse la noticia de que Braun había vendido los derechos de la música de Swift a la empresa de capital privado Shamrock Holdings en un acuerdo de 300 millones de dólares (230 millones de libras), la cantante compartió un comunicado en el que decía que las grabaciones maestras "no estaban a la venta para mí".
"Era la segunda vez que se vendía mi música sin que yo lo supiera", dijo Swift. "En la carta me decían que querían ponerse en contacto antes de la venta para hacérmelo saber, pero que Scooter Braun había exigido que no se pusieran en contacto conmigo ni con mi equipo, o el acuerdo se cancelaría". El comunicado de Swift afirma que Braun seguirá beneficiándose de su catálogo "durante muchos años".