La disparatada historia de Wuthering Waves se interpone en el camino de un gran combate

Allá por 2020, me perdí el lanzamiento inicial de Genshin Impact y la subsiguiente fiebre del gacha RPG, así que estaba decidido -por pura ciencia- a ponerme con Wuthering Waves (o, como a mí me gusta llamarlo, Wuthering Waifus) para entender de verdad a qué venía tanta emoción y obsesión.

Después de dedicarle media docena de horas, salí convencido de que el núcleo de Wuthering Waves es un gran ejemplo de un juego de este tipo bien hecho, si no fuera por la historia absolutamente disparatada en la que lo envuelve el desarrollador Kuro Games.

Soy un firme creyente de que cuanto antes te metan los juegos en el juego, mejor. The Legend of Zelda: Breath of the Wild, el RPG de acción con el que a menudo se compara Genshin Impact, es un gran ejemplo de ello: Link se despierta, coge una extraña tablilla y se adentra en la gran meseta sin apenas explicaciones. Se le da libertad para explorar y aprender, para sumergirse de verdad en ese mundo.

El RPG de mundo abierto 'Wuthering Waves' se disculpa por sus "deficiencias y problemas"

Wuthering Waves podría ser un rival real para Genshin Impact

Wuthering Waves tiene un núcleo profundo que merece ser mostrado, pero a diferencia de Breath of the Wild, está encerrado tras un cuadro de diálogo tras otro. Jugarlo me recordó a la primera vez que jugué a Skyward Sword en la Wii: el larguísimo comienzo se alargaba y alargaba, y me llevó casi una hora perderme por Skyloft antes de que la aventura empezara de verdad.

El tutorial en sí no estaba tan mal. Elegí jugar como Chica Anime Oscura con amnesia en lugar de Chico Anime Oscuro con amnesia. Tres mujeres anime me enseñaron el juego. Me enseñaron a combatir y también aprendí a absorber monstruos para equiparlos como Echos y conseguir mejoras pasivas y nuevas habilidades. Luego me dejaron libre para explorar el maravilloso mundo, pero pronto comprendí que no llegaría muy lejos si no seguía primero la historia.

Aquí es donde Wuthering Waves me perdió. Al llegar a la ciudad principal de Jinzhou, tuve que deambular activando balizas y entrevistándome con magistrados. Para curar mi amnesia, me dieron cinco objetos mundanos relacionados con la historia de mi personaje, desde caramelos hasta fruta. Para desbloquear algunos recuerdos, el marcador de búsqueda me guió a un laboratorio donde varios personajes divagaban sobre la historia de dichos caramelos, cajas de rompecabezas, bancos de datos, sistemas de archivo y chequeos médicos.

Esto fue mucho peor que todo lo que Skyward Sword me hizo pasar allá por 2011.

De mis dos horas de juego, diría que pasé el 75% leyendo diálogos disparatados de ciencia ficción. Incluso así, no tenía ni idea de lo que estaba pasando: Los Tacet Discords, parecidos a los Prometheans de Halo 4, surgen de grietas y libran algún tipo de guerra, o quizá las grietas se llaman Tacet Discords y los Prometheans se llaman de otra forma. Sea como fuere, seguí adelante, machacando los diálogos y decidido a ver si el combate de acción RPG podía compensar todas las tonterías.

No debía ser así. Cuando superé toda la exposición que me soltaron en Jinzhou, me apresuré a salir de la ciudad para golpear a algunos monstruos. Sin embargo, los soldados me bloquearon el paso y mis compañeros mantuvieron otra larga sesión de diálogo explicándome lo peligrosas que son las primeras líneas de la guerra y discutiendo semánticamente sobre si debían dejarnos pasar. Sobreviví a esta avalancha de cháchara inane y experimenté algunos combates prometedores, hasta que, una vez más, un hilo narrativo acabó con mi diversión a sangre fría y aburrida.

Dediqué unas cuantas horas más a conseguir nuevos personajes, incluido uno de 5 estrellas. Podía ver el atractivo de acumular la abrumadora cantidad de monedas para conseguir más personajes y armas mientras cultivaba potenciadores de experiencia para aumentar el nivel de todo lo que había en mi inventario. Y lo que es mejor, cambiar entre tres personajes diferentes, mezclar y combinar monstruos equipables para obtener habilidades activas y potenciadores pasivos, y explorar los brillantes y magníficos entornos me parecía increíblemente sencillo... hasta que la historia volvió a quitarme la diversión de encima. En ese momento, me consideré afortunado de que Wuthering Waves fuera free-to-play, y nunca gasté ni un céntimo.

Estoy seguro de que hay un final de juego posterior a la historia sin exposición que podría mantenerme ocupado durante meses, y las inevitables actualizaciones futuras podrían convertirlo en años, porque el combate RPG de acción funciona increíblemente bien. Incluso escribiendo esto, tengo ganas de conectarme a diario para conseguir los bonus de tiempo necesarios para conseguir más personajes. Entiendo que un juego así, como Genshin Impact, pueda convertirse en una obsesión que lo consuma todo. Pero con una historia tan disparatada mezclada con diálogos tan sobreactuados, jugar más a Wuthering Waves no me pareció una forma gratificante de pasar mi tiempo libre, sino más bien una tarea.

Wuthering Waves ya está disponible.