La Habitación Roja, la larga espera mereció la pena

PRIMER CONCIERTO DE LOS VALENCIANOS EN ALMERÍA




Tras más de quince años de carrera la banda de L’Eliana por fin, el pasado 14 de abril, dio un concierto en la ciudad de Almería, como jocosamente reconoció el agradecido cantante Jorge Martí “un poco más y nos retiramos sin haber tocado por aquí”. Si bien, ésta no era la primera visita de La Habitación Roja a tierras almerienses, ya que estuvieron en el primer Pulpop de 2005, edición del festival de Roquetas de Mar en la que, sin ir más lejos, compartieron cartel con unos bisoños Lori Meyers.

La sala Cibeles acogía uno de los conciertos más esperados por el público indie local, y la verdad es que se consiguió un lleno casi hasta la bandera doblemente meritorio, ya que, por una parte, el concierto se programó a última hora y sin apenas difusión (ni un solo cartel lo anunciaba por la ciudad) y, por otra, coincidía con dos conciertos mucho más publicitados. La competencia venía tanto de Carlos Chaouen en la sala Madchester Club, al que seguía en la propia sala una fiesta de presentación del festival murciano SOS 4.8, como de los locales Monogay, en La Cueva, con su espectacular combinación de noise y psicodelia.

El concierto comenzó con una enérgica versión de la pausada aunque intensa Los Amantes y la Paz, con la que la banda nos mostraba que iba a tirar de muro de sonido a lo largo de una velada de dos horas de duración. Durante la misma, repasaron canciones de toda su discografía, como la ya imprescindible Febrero del álbum ‘Universal’, capaz de exaltar los ánimos de algún espectador que grito a pleno pulmón que eran "cojonudos, los mejores", o la preciosa y ensoñadora Posidonia del álbum homónimo, convincente hasta para aquellos que menos valoran a la banda.

Aunque, por supuesto, no se olvidaron de tocar buena parte del disco que habían venido a presentar, el fantástico ‘Fue Eléctrico’, del que nos trajeron canciones como la favorita de Jorge, Indestructibles, un poco ‘cortavenas’, la preferida del guitarrista Jordi, La Segunda Oportunidad, de tono melancólico, o la vibrante Ayer, previa a una pequeña pausa, tras la cual no faltaron temas como La Edad de Oro o Scandinavia. Generosos bises que de seguro, ante la cautivada audiencia almeriense, el grupo hubiera estado encantado de poder alargar aún más.

Por Gabriel Górriz.

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