La leyenda de Korra: 5 formas en que Korra cambió (y 5 en que permaneció igual)

Una de las cosas en las que La leyenda de Korra acierta de lleno es en la forma en que decide manejar el crecimiento de los personajes principales. Al final de la serie, los miembros del Equipo Avatar se sienten diferentes de los personajes que se presentan a los fans por primera vez, y normalmente para mejor.

Sin embargo, no todos los personajes experimentan un crecimiento positivo duradero a lo largo de la serie. Al principio, Korra parece un personaje que está en una espiral ascendente, coleccionando victorias a lo largo de las temporadas. Sin embargo, la cuarta temporada cambia esto por completo. Se ve sometida a eventos increíblemente traumáticos que se le quedan grabados, y en cierto modo, es imposible que siga siendo la misma.

Korra comienza siendo un personaje increíblemente independiente, hasta el punto de rechazar directamente a sus mentores si cree que su juicio es erróneo. Después de todo, su historia comienza con su viaje a Ciudad República en contra de la opinión de Tenzin cuando no sabe nada de la vida fuera de su pequeña y protegida tribu.

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Cuando llega la última temporada, no puede alimentarse, bañarse o vestirse sin ayuda después de sufrir un grave traumatismo. Ni siquiera es capaz de responder a las numerosas cartas de preocupación que le envían sus amigos.

Korra siempre ha tenido el mal hábito de dejarse llevar por la emoción cuando las situaciones no salen como se planean o cuando la gente no reacciona favorablemente. Esta es una debilidad bien conocida, ya que otros como Unalaq se muestran provocándola a propósito para que reaccione emocionalmente.

Esto es algo que se muestra ya en los cómics posteriores a la serie. Cuando el padre de Korra sugiere que ella y Asami mantengan una relación discreta para evitar la confrontación, ella pierde inmediatamente los nervios y se marcha.

La relación de Korra y Asami al principio de la serie es, como mínimo, difícil. Ambas comparten un interés romántico por Mako, que parece más contento con rebotar entre las dos que con comprometerse con una.

Los sentimientos de Asami por Korra llegan a su punto álgido durante el periodo en el que Korra está lejos y tiene problemas, y Asami la ayuda a recuperarse. El final implica que se junten, y en los cómics se profundiza en lo entregadas que están la una a la otra.

Un rasgo que Korra nunca parece poder superar es el de culpar a los demás de sus problemas internos. Cuando tiene problemas para aprender el control del aire, en lugar de buscar culpables dentro de sí misma, arremete contra Tenzin y le llama terrible profesor.

Incluso en la última temporada, se la puede ver mostrando este rasgo. Cuando el agua curativa de Katara no puede curar a Korra de su trastorno de estrés postraumático, arremete contra Katara cuando es completamente innecesario.

Al principio de la serie, el mayor reto de Korra, aparte del control del aire, es ser totalmente incapaz de aprovechar su lado espiritual. Parece tener una aversión a la parte espiritual del control, centrándose más en la parte física.

Sin embargo, al final del primer libro, cuando se encuentra en uno de sus momentos más bajos, el espíritu de Aang se le aparece para devolverle sus poderes y enseñarle a doblar la energía. Después de esto, es capaz de entrar plenamente en el Estado Avatar, y hace uso frecuente del Mundo Espiritual una vez que viaja allí más tarde con Jinora.

Una cosa que permanece absolutamente igual entre las iteraciones de Aang y Korra es que su equipo de amigos unidos lo es todo para ellos. Incluso con el drama romántico que le ocurre al grupo de Korra, ella seguirá haciendo todo lo que esté en su mano para proteger a los tres.

Esto es cierto independientemente del tiempo que los conozca. Bolin es secuestrado poco después de que Korra lo conozca, y aún así se une a Mako para recorrer la ciudad en busca de Bolin, así como para acabar con sus captores.

Korra no sólo es la Avatar más joven hasta la fecha cuando descubre sus poderes, sino que también es una de las más orgullosas de sus habilidades. Declara con orgullo que ella es el Avatar y que los demás solo tienen que lidiar con ello.

En el cuarto libro, Korra oculta activamente su identidad como Avatar en un viaje para reconectarse con su Espíritu Avatar. Llega a mentir y a decir que no es el Avatar cuando alguien la interroga.

Una de las relaciones más dulces que tiene Korra es con su perro oso polar, Naga. Conoce a Naga cuando la joven cachorra se separa de su manada en una tormenta. Korra la alimenta y juega con ella, y las dos se acercan lo suficiente después de esa noche para acurrucarse juntas.

Los padres de Korra le permiten quedarse con Naga cuando las dos regresan a su tribu al día siguiente. Desde entonces son totalmente inseparables, y Naga acude con frecuencia al rescate de Korra y es una fuente de consuelo silencioso.

Al principio, las habilidades de Korra para hablar en público dejan mucho que desear. No es que se sienta incómoda hablando delante de grandes multitudes, sino que sus emociones la superan y tiende a hablar antes de pensar.

Al final de la serie y en los cómics, Korra es capaz de hablar con mayor control sobre sus emociones. Puede tomarse el tiempo necesario para evaluar sus palabras antes de soltarlas, y no permite que sus emociones la controlen.

Desde muy joven, Korra ha demostrado tener poca o ninguna dificultad para adquirir nuevas habilidades o destrezas. A pesar de sus problemas con el aire-control, rápidamente aprende a controlar los otros tres elementos.

Esto también es cierto cuando se trata de otras habilidades o versiones más complejas del control. Esto incluye el espíritu-control, el metal-control, la curación y la energía-control. Por ejemplo, cuando Bolin le enseña su estilo especial de tierra-control, ella es capaz de aprenderlo inmediatamente.